máquinas, ensambladores, artesanías y pro- ducción, mientras que los trabajos femeninos están básicamente asociados con servicios de diferentes tipos. Durante 1997-2007, las ocupaciones con salarios bajos se expandie - ron en términos de empleo en relación con las ocupaciones con salarios promedio, pero también con respecto a las ocupaciones con salarios altos. La polarización observada es consistente con una disminución en ocupa- ciones intensivas en contenido rutinario y un aumento en aquellas intensivas en servicios no rutinarios, las cuales se encuentran tanto en el extremo bajo como en el alto de la distribución salarial. En el trabajo de García-Pérez y Muñoz (2007) se analizan las transiciones de los trabajadores españoles temporales al empleo permanente y hasta qué punto los que quedan desemplea- dos pueden lograr un trabajo permanente. Se observa que las transiciones hacia el empleo fijo aumentan, aunque los trabajos temporales no constituyen una vía hacia dicho empleo permanente, ya que la probabilidad de obte- ner un empleo permanente disminuye con la sucesión de empleos temporales. Los resulta- dos también muestran que las personas con alta duración de desempleo ingresan al trabajo permanente con menos frecuencia. La segmentación del mercado laboral, la falta de demanda agregada y la escasa formación profesional son algunas de las principales razones del aumento mostrado en las tasas de desempleo juvenil español; también afectada por la crisis de deuda soberana o las burbujas de la construcción (Hernanz y Jimeno, 2015). Además, en el sistema educativo español se observa, a su vez, una escasa participación de los inmigrantes. Este fenómeno, junto con el desempleo joven, juegan una parte significa - tiva para explicar las divergencias del desem- pleo en Europa, y a la vez en el sur de Europa, para explicar la dualidad del mercado laboral que llevó a que la destrucción de empleo.
Bajo este marco, hay que considerar dos inter - venciones políticas principales. Una debería dirigirse a reducir las fricciones del mercado laboral que hacen que la búsqueda de un primer empleo sea especialmente pesada. Esto requiere cambios en el sistema educativo y de formación profesional para que las per- sonas que se incorporan al mercado laboral se adapten al mismo, y la llegada al mercado laboral sea más eficiente. Así pues, es necesa - rio identificar y aplicar las mejores prácticas en la transición de la escuela al trabajo. Sin embargo, esto no será suficiente si existen instituciones o prácticas en el mercado labo- ral que impiden la estabilidad en el empleo de los trabajadores jóvenes. De ahí que una segunda intervención pública necesaria es el desmantelamiento de las barreras de entrada al empleo y el establecimiento de prestaciones laborales, en particular para los jóvenes poco cualificados, eliminando la doble legislación de protección del empleo (EPL), que es la causa de la excesiva y negativa rotación laboral de los jóvenes (Hernanz y Jimeno, 2015). En el mercado de trabajo español, se observa que los trabajadores inmigrantes que llegaron antes de la recesión de 2008 tuvieron pocos problemas para encontrar trabajo de inmedia - to, pero aquellos que llegaron después de 2008 tuvieron dificultades para encontrarlo a medida que las tasas de desempleo españolas se dis- pararon. En este sentido, la mayoría de los tra- bajadores inmigrantes se han concentrado en la construcción, el comercio, la agricultura, la pesca y servicios. En general, estos sectores operan con una prevalencia de trabajo poco cualificado y, en promedio, una tenencia laboral más corta. Las características individuales de los trabajadores inmigrantes tuvieron un efecto limitado en sus trayectorias laborales, y aunque muchos inmigrantes que llegaron a España entre 2000 y 2007 pudieron encontrar trabajo, la naturaleza de sus trabajos (general - mente asociados a puestos de baja cualifica - ción) supuso un alto grado de desprotección en el período de recesión, y muchos quedaron
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