El trabajador del futuro: conectado, versátil y seguro

seres humanos en la actualidad (Harari, 2016). Aunque también existe la visión de que los algoritmos no podrán jamás replicar el fun- cionamiento de la conciencia humana y, por extensión, de todos los aspectos decisionales que dependan de la conciencia (Harari, 2016). Lo cual tendrá repercusiones directas sobre el funcionamiento del mercado laboral. ¿Qué quiere decir esto para el futuro del merca- do de trabajo en España? Significa que ningún algoritmo, o máquina, podrá replicar el sen- tido común que aportan los trabajadores de edad avanzada al mercado y a los diferentes procesos de producción en los que estén en - vueltos . En la misma línea, la Fundación Trans - forma España (2018) señaló que los trabaja- dores de más de 65 años que se mantienen activos laboralmente son los más empleables debido al avanzado grado de cualificacio - nes que poseen —casi la mitad poseen títulos universitarios. Esto, por extensión, los hace altamente atractivos para roles que requieran experiencia y cualificaciones avanzadas. Para la política de RR. HH., esto creará el desafío de poder articular la experiencia de los trabajadores de edad avanzada, aplicada a pro - blemas concretos, con la digitalización/meca- nización disponible, y las nuevas capacidades solicitadas o requeridas en los diversos proce- sos de producción. Para la política pública, esto significará proveer de la protección necesaria para optimizar el uso de la experiencia acumu- lada en el trabajo por los miembros de la eco - nomía plateada. Esto podrá cubrir tanto temas de protección laboral, sanidad, como de apoyo al poder adquisitivo de los salarios, entre otros. Finalmente, cada trabajador de la “economía gris” enfrentará la responsabilidad de mantener la relevancia de su experiencia acumulada, que seguramente requerirá de educación continua, pensamiento crítico y, seguramente, de salud física y mental.

Como ya se ha mencionado antes, a menos que el impulso al trabajo desde casa experi - mentado por la crisis del Covid cambie fun- damentalmente los patrones de urbanización, las 48 ciudades que actualmente concentran el dinamismo económico en Europa podrían capturar más del 50% del crecimiento po- tencial de empleo de Europa en la próxima década (McKinsey, 2020), continuando e intensificando la concentración geográfica en determinados núcleos urbanos. En ese caso, pueden necesitar atraer trabajadores de otras áreas para ocupar más de 2,5 millones de empleos. En base al envejecimiento de la po - blación, esta puede suponer una oportunidad para el uso de la experiencia y conocimientos de esta parte de la población en el mercado laboral, en base a las recomendaciones de la CEOE y la Fundación Transforma España, y de Iñaki Ortega y Antonio Huertas recogidas en su libro ‘La revolución de las canas’.

MANO DE OBRA EXTRANJERA PARA CUBRIR LA ESCASEZ DOMÉSTICA

El rol de los inmigrantes de cara al enveje - cimiento de la fuerza laboral es también un ámbito a tener en cuenta. A la larga, España necesitará mano de obra extranjera para cubrir la escasez de mano de obra doméstica debido al envejecimiento de la población y la emigra - ción de nacionales a otros países, como suele suceder después de recesiones económicas (como, por ejemplo, ocurrió después de la Gran Recesión). En la actualidad, el mercado no ha dado señales demasiado optimistas sobre las perspectivas económicas a largo plazo de la economía española, lo que sugiere que dichas emigraciones de españoles puedan terminar siendo permanentes. Y no existe una respuesta clara por parte de la política pública sobre el rol que la inmigración jugará en la dinámica demo - gráfica emergente.

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