El trabajador del futuro: conectado, versátil y seguro

desplazados, tal y como recomiendan Malo y Cueto (2018). Asimismo, será preciso invertir en la profundización de las habilidades STEM a todos los niveles . Será necesario revertir la ratio entre los graduados universitarios en campos STEM, ya que, en este sentido, España se encuentra por debajo de la me - dia de la UE-28 y de algunos países como Portugal, Estonia, Croacia y Reino Unido (Fundación Conocimiento y Desarrollo, 2018). Es también relevante implementar programas de capacitación masivos para los niños y niñas y estimular su interés en la tecnología. Un ejemplo de este tipo de iniciativas es el programa mSchools de MWCB, lanzado en 2012, que apoya a estudiantes y maestros que integran tecno- logías móviles en el aula, con el objetivo de mejorar las habilidades digitales y el espíri - tu emprendedor de los participantes 12. • Será necesario combinar la potenciación de las capacidades STEM con las discipli- nas humanísticas , como el arte y la filoso - fía, a fin de promover el pensamiento críti - co, los valores éticos, y la responsabilidad social en la concepción, diseño, desarrollo, e implantación de las tecnologías digitales. Ambas áreas de desarrollo impedirán así mismo una “hiper” especialización de graduandos, evitando que sólo sean capa- ces de interactuar y responder dentro de sus respectivas áreas de estudio. Además, la velocidad del cambio tecnológico en las próximas décadas exige un aprendizaje continuo, flexible y dinámico , que se verá respaldado por la experiencia y trayectoria cultural, formativa y analítica de los trabaja - dores. • Invertir en la educación continua de los trabajadores españoles, incluyendo la

formación profesional , ( Vocational Edu- cation and Training ), con especial foco a la modalidad de la formación profesional dual 13 , como una medida de mitigación de riesgo ante la digitalización (Doménech et al., 2018). En efecto, el impacto de la tecnología tenderá a acortar la vida útil de las habilidades aprendidas, haciendo que los nuevos modelos de negocio demanden constantemente de los trabajadores nue - vas capacidades y, por extensión, nuevas habilidades, tanto formales como informa- les. Consistente con esto, el 30 de noviem- bre de 2020 los ministros de educación de la UE firmaron la declaración de Osnabrück, mediante la cual los gobiernos se compro- metieron a dar un impulso a la formación profesional como una medida de reactiva- ción económico post Covid-19 (UE (2020)). • Avanzar en la reducción de la dualidad laboral mediante la simplificación del menú actual de contratos de trabajo temporales, el endurecimiento de la inspección y san- ción del fraude por contratación temporal injustificada, y la introducción de esquemas de indemnización correlacionados y pro- porcionales con la antigüedad, para con- seguir que sólo puestos de trabajo clara y objetivamente de corta duración se cubran con contratos temporales. Reconsiderar también el modelo de contrato para luchar contra el desempleo juvenil y acceder al primer empleo , como sugieren Hernanz y Jimeno (2015). España es además uno de los países con mayor proporción de gra- duados superiores universitarios ocupados en empleos que no son de alta cualificación -más del 35% según la Fundación Conoci- miento y Desarrollo (2018)– lo que supone una ineficiencia considerable en el mercado de trabajo español, y corrobora la descrip - ción del sistema productivo español como

12 El año pasado, más de 24,000 estudiantes participaron en iniciativas de mSchools. Esto se encuentra en estrecha relación con parte de lo comentado en la sección 3.2.1

13 Modalidad de oferta de estudios dentro de la formación profesional, que se realiza en régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa, con un número de horas o días de estancia en ésta y en el centro educativo de duración variable, combinando la formación recibida en un centro educativo con la actividad práctica en un centro de trabajo.

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