el mercado soluciones tecnológicas y experiencias reales que permiten a los pacientes poder acceder a su Historia de Salud desde dispositivos móviles o desde el portal del paciente, actualizar esta información y participar activamen- te en la gestión de su propia salud o enfermedad a través del acceso a planes asistenciales integrales, incluyendo objetivos y tratamientos, así como el acceso a notificaciones y alertas. Uno de los avances más importantes en los últimos años es la comunicación no presencial mediante aplicaciones de mensajería instantánea. La expansión del uso de mensajería instantánea es un ejemplo de adopción generalizada aplicable tanto a las relaciones sociales como, de facto, a actividades profesio- nales. Los datos de salud están sujetos a una estricta normativa de protección de datos, por lo que el sistema sanitario deberá velar por la utilización de sis- temas de mensajería que protejan la seguridad de los datos para el desarrollo de aplicaciones de comunicación paciente-profesional. La comunicación no presencial es una de las grandes oportunidades de mejora y eficiencia del SNS al agilizar los procesos, evitar costes de desplazamientos y mejorar la experiencia del paciente. El grado de utilización más avanzado está representado por la Consulta Virtual que permite la interacción documentada entre profesional y paciente, complementada con el acceso a los datos relevan- tes para la toma de decisiones. De forma complementaria, están apareciendo sistemas inteligentes automatizados que pueden proporcionar información directamente a los pacientes sin intervención humana (ChatBots). En los próxi- mos años se estima que habrá una mayor extensión de este tipo de solucio- nes empezando por procesos básicos como el triaje en llamadas a urgencias o dudas concretas sobre actuaciones ante eventos no graves, que se podrán ampliar en el futuro. Asimismo, el desarrollo de las herramientas de comunicación grupales y las redes sociales facilita la proliferación de foros de acceso e intercambio de in- formación de los propios pacientes. Sin embargo, no siempre esta información está basada en criterios científicos y se está generando un problema social y de salud pública con la proliferación de bulos, mitos o pseudociencias. Los sistemas sanitarios deben velar por la veracidad de los datos compartidos, evitando la proliferación de información no contrastada que pueda afectar a la seguridad de los pacientes. Se entiende que un sistema de información sanitaria maduro aprovecha esta tendencia para facilitar la colaboración entre pacientes de una manera supervisada, asegurando la fiabilidad de la informa- ción, su actualización y la promoción de acciones que redunden en una mayor participación de los pacientes en la gestión de su enfermedad, apoyándose en modelos colaborativos bien documentados. En cuanto al desarrollo de procesos asistenciales por los profesionales, el ejer- cicio de la medicina está fuertemente protocolizado. El desarrollo de guías de práctica clínica y planes de actuación está fuertemente implantado. La parti- cipación de los pacientes, como fuente de información continuada durante el proceso asistencial mediante encuestas y formularios, aporta datos de gran valor para confirmar resultados clínicos, así como para aportar la perspectiva del paciente sobre su percepción de los resultados en salud (dolor, infeccio- nes, etc.) y de su experiencia personal del proceso curativo (estado de ánimo, movilidad, etc.). Los planes asistenciales electrónicos ofrecen la posibilidad de incorporar problemas, objetivos y resultados esperados, basados en guías de
Servicios digitales para pacientes Índice Fenin de Madurez Digital en Salud 4
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