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característica del intercambio, así como la experiencia intrapsíquica del analista en reacción a la totalidad de la situación analítica. - Un sentimiento o idea inconsciente que entra en conflicto con el yo ideal del analista, bloqueando su receptividad y capacidad de autorreflexión y autoanálisis, y provocando diversos puntos ciegos , que se conceptualizan de varías maneras y dificultan el análisis del paciente o la construcción de la contra-resistencia del analista. - Un estado del analista, más que un problema o fenómeno temporal; es decir, una posición de contra-transferencia desde la que el yo del analista puede percibir, pensar y sentir. Este estado/posición/actitud interna puede incluir una “identificación proyectiva” y/o una “respuesta de rol” conceptualmente diversificada siempre que el analista no pase a la acción, sino que la experimente como “inducida”. - Un enactment , si la contratransferencia no resuelta se descarga en acción. Existe un amplio debate acerca de la utilidad e inevitabilidad de este fenómeno. Muchos autores contemporáneos desarrollan la conceptualización de los enactments de contratransferencia porque consideran que facilitan el surgimiento de un tipo de material inconsciente arcaico, no del todo simbolizado, al que, de lo contrario, sería imposible acceder. Este material, si se entiende e interpreta, puede traer nuevos significados a la pareja analítica. En la medida que es experimentada de forma evocada/inducida/inspirada inconscientemente por las acciones del paciente (aunque sean sutiles), incluye una identificación proyectiva conceptualmente diversificada y una respuesta de rol, y puede desencadenar una escalada de la posición de la contratransferencia descrita anteriormente. (Véase la entrada separada del ENACTMENT). Un diccionario contemporáneo publicado en América Latina (Borensztejn, 2014) describe esta pluralidad conceptual y clínica con un enunciado que sintetiza una amplia gama de significados: desde la contratransferencia entendida como aquello que abarca todo lo que experimenta el analista frente al analizado , hasta la contratransferencia entendida como un término reservado a lo infantil, irracional e inconsciente de la relación del analista con su analizado. En general, existe un amplio consenso entre las tres culturas continentales a la hora de considerar la contratransferencia y la transferencia como conceptos “gemelos” en interacción constante entre sí – la transferencia desencadena la contratransferencia y viceversa . Representan dimensiones fundamentales de la relación analítica: la transferencia se centra en los procesos psíquicos del paciente en relación con el analista y la contratransferencia en los del analista en relación con el paciente. A lo largo de la historia del psicoanálisis el interés clínico por la contratransferencia ha crecido de forma ininterrumpida. La contratransferencia, como la transferencia, al principio se pensó como un obstáculo para el tratamiento, pero más tarde, y hasta la actualidad, ambas son generalmente entendidas como “caminos (cuasi) reales” al inconscientes de ambos actores.
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