Volver a la tabla de contenido
intersubjetivo de una matriz de transferencia-contratransferencia , sino que también deben considerarse como una dialéctica que conduce a un “ tercero analítico (intersubjetivo) ”, una subjetividad nueva y evolutiva , que consta (como el campo) de algo más que la suma de sus partes. Asimismo, Green (1973/1999, 2002) combina lo intrapsíquico con lo intersubjetivo dentro del marco psicoanalítico, siguiendo el trabajo sobre el espacio potencial de Winnicott, y define otra formación en el área de los procesos terciarios. Su interpretación es que el “objeto analítico” (el objeto de análisis y en análisis) es el “ tercer objeto ” que no pertenece ni al analista ni al analizado, tiene un carácter transitorio y se forma en el encuentro analítico . Según Green, la relación intersubjetiva conecta a dos sujetos intrapsíquicos, y “[e]s en el cruce de los mundos internos de los dos socios de la pareja analítica que toma peso la intersubjetividad” (2000, p. 2). III. C. Las dos-personas, un enfoque interpsíquico e intersubjetivo; La contratransferencia como un “interés común” La conceptualización de lo “intrapsíquico” (además de lo “intersubjetivo”) procede de Europa (especialmente de Italia), pero en los últimos diez años ha tomado mucha relevancia en todo el mundo (Bolognini, 2004, 2010, 2016). Este interés se hace eco de los comentarios de Freud sobre el contacto e influencia directa de los dos sistemas Inconscientes sin que participen formas superiores de conciencia o subjetividad (Freud, 1915, 1937a, b). Para formular la conceptualización de lo interpsíquico, son especialmente relevantes la “modulación del campo” transformacional de la teoría de campo (Ferro et al., 2001), el concepto de “transitoriedad” de Winnicott y el trabajo sobre la complejidad de la empatía de Bolognini (2009). En el reciente trabajo de Stefano Bolognini (2016), lo “ inerpsíquico ” puede entenderse como un “ plano funcional pre-subjetivo, en el que dos personas pueden intercambiar contenidos internos a través de la utilización de identificaciones proyectivas comunicativas ‘normales’ ” (Bolognini, 2016, p. 110). Consiste en una ampliación de la dimensión psíquica, la cual refleja una influencia recíproca entre dos mentes y se experimenta desde dentro. En su aplicación técnica, cuando se experimenta el diálogo analítico de forma interpsíquica, éste consigue una “efectividad nueva y más específica, primero porque contiene, y luego porque simboliza” (Bolognini, 2004). Esta perspectiva ha sido trabajada desde muchas tradiciones psicoanalíticas contemporáneas y divergentes, incluyendo los neo- kleinianos y los neo-bionianos, cuyo trabajo interpsíquico radica en la preparación psicológica para recibir identificaciones proyectivas (Steiner, 2011; Pick, 2015). Se puede conectar con esta corriente una ramificación del pensamiento intersubjetivo francés, puesto que también se centra en la comunicación inconsciente a través de mensajes enigmáticos, cuida que no se viole el espacio del paciente ni la subjetividad del analista y pone la capacidad representacional y simbólica del analista
106
Made with FlippingBook - Online magazine maker