Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

Volver a la tabla de contenido

la contratransferencia se extiende mucho más allá de la hora en que emergieron algunos elementos de la contratransferencia. A diferencia de la contratransferencia, el mecanismo de identificación proyectiva no ha sido universalmente aceptado por el psicoanálisis. A pesar de reconocer que en la contratransferencia los pacientes inducen ciertas experiencias y/o respuestas conductuales sobre sus analista, los psicólogos del Yo y los teóricos del conflicto prefirieron hablar de “ actualizaciones de transferencia ” y “ respuesta de rol ”, haciendo hincapié en que el analista “ experimenta ” las fantasías inconscientes del paciente y, por tanto, estos términos definían mejor su práctica (Sandler, 1976). En Inglaterra, Sandler (1976) – con su concepto de “respuesta de rol” – presenta un punto de vista sujeto a otra orientación teórica, la de los británicos “contemporáneos de Freud”. Describe cómo el paciente intenta actualizar, hacer realidad – en el comportamiento interactivo – sus relaciones objetales internas. La interacción intra- psíquica, que incluye un papel para el sujeto y otro para el objeto interno, provoca una reacción concreta en el analista. A veces el analista puede presentir el impulso de comportarse de cierta manera, pero a menudo es más tarde que se da cuenta de que ha estado comportándose de forma especial con ese paciente (en este sentido, es relevante la discusión del concepto “ enactment ” – como algo diferente a la contratransferencia). Según Sandler, las reacciones de contratransferencia del analista son compromisos : se hacen eco de las expectativas y los deseos inconscientes del paciente, pero también de las tendencias del propio analista que el paciente a menudo percibe y aprovecha para sí de forma inconsciente. La consciencia de estas respuestas de rol por parte del analista puede representar una pista crucial para entender el conflicto de transferencia dominante en el paciente. Mientras tanto, el llamado psicoanálisis norteamericano convencional de los años cincuenta y sesenta, arraigado en la psicología del Yo y la teoría estructural, siguió abogando por el modelo de una-persona suscrito a la definición estrecha de la contratransferencia. Los planteamientos clásicos la situaban “ en” la psique de los analistas, dentro de un abanico de sentimientos, resistencias, conflictos internos, puntos ciegos, actitudes conscientes e inconscientes hacia los pacientes, reacciones ante la transferencia de los pacientes y en la transferencia sobre los pacientes . Sin embargo, el trabajo analítico infantil de Anna Freud, quien trabajó con situaciones clínicas muy desarrolladas que involucraban al niño y sus cuidadores, fue muy influyente en los Estados Unidos. Como también lo fue el trabajo analítico con psicóticos en Chestnut Lodge (Fromm-Reichmann, 1939) y con pacientes traumatizados y de personalidad límite en la Clínica Menninger (Menninger, 1954). Todos estos trabajos atestiguan la profunda influencia de los factores ambientales y las relaciones objetales en el desarrollo y formación de las estructuras intrapsíquicas. Mientras que estas experiencias clínicas pusieron de manifiesto la importancia del campo de interacción de la transferencia-contratransferencia en la situación del

115

Made with FlippingBook - Online magazine maker