Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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Melanie Klein sostiene que la identificación proyectiva funciona desde el nacimiento hasta la muerte, y subyace a los medios de relación y comunicación más articulados y conscientes que se van formando en el curso del desarrollo. La identificación proyectiva es un concepto híbrido y dinámico que incumbe tanto a la vida intrapsíquica como a la dinámica y economía interpersonal (Guignard, 2017-2020). Pone de relieve la importancia de un primer objeto adecuado, gracias al cual el recién nacido establece relaciones suficientemente buenas: la indefensión y la prematuridad del bebé humano hacen necesario que obtenga del exterior (de la madre) un medio de comunicación fundamental, con el fin de poder comprender una realidad despiadada. El recién nacido necesita identificar las capacidades de cuidado y pensamiento de la madre para acoger y tratar de calmar esas partes proyectadas de sí mismo. La identificación proyectiva no puede entenderse como algo separado de la “identificación introyectiva”, un concepto que rara vez se menciona en las descripciones clínicas. Juntos constituyen el sentimiento de identidad de una persona; un sentimiento que siempre está en movimiento y nunca se completa.

II. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL CONCEPTO

La identificación proyectiva se desarrolló a partir de la combinación de dos conceptos: el concepto de proyección de Freud (en “Las vicisitudes de los instintos” de 1915), que él entendía como un medio para que el yo se despojara de contenidos mentales dolorosos y amenazantes, y su concepto de identificación. En sus ensayos sobre metapsicología (1917 y 1923), Freud escribió que la identificación es la primera forma de relación objetal que aparece al nacer. Podría decirse que, en su ensayo de 1914 sobre el narcisismo, Freud arrojó tal luz sobre este movimiento psíquico, que instaló simultáneamente la relación objetal y la identificación. En 1938, poco antes de su muerte, Freud detalló las características de los mecanismos de defensa primitivos de la escisión, la negación y la idealización. En concreto, subrayó la diferencia entre la violencia de las defensas primarias en comparación con las secundarias, vinculadas a la represión secundaria. En este estudio de las defensas en relación con las perversiones, se centró en su patología, no en su estructura. Se podría decir que el concepto de identificación proyectiva de Melanie Klein tiene su origen en las consideraciones de Freud mencionadas anteriormente. Sin embargo, habría que añadirle los descubrimientos de la propia Klein sobre el papel de la escisión en el mundo de los objetos, no sólo en el yo, como describe Freud. Estos

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