Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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investigación infantil (Beebe y Lachmann 2002) y las teorías del desarrollo validan la afirmación de que las interacciones intersubjetivas entre el cuidador y el niño marcan la pauta de la relación. A pequeña escala, la intersubjetividad se usa para explicar la alteración de los afectos, las intenciones y los objetivos de cada momento en una relación diádica, triádica o grupal. En terapia analítica, la intersubjetividad entendida como la interacción de las subjetividades del analista y el analizado reemplaza la importancia que han recibido tradicionalmente la transferencia y la contratransferencia por una expresión ampliada de la experiencia subjetiva del analista. Esta redefinición del papel del analista en la relación diádica crea una “intimidad de sujeto a sujeto más recíproca (aunque todavía asimétrica)” (Lichtenberg, Lachmann y Fosshage 2016, pp.86-87). La subjetividad de la intersubjetividad hace referencia a la conciencia del individuo de los afectos, intenciones, metas, perspectivas y reflexiones sobre uno mismo. Además, como se pone de relieve en la psicología del sí mismo y en la teoría del apego, la intimidad de sujeto a sujeto se basa en que una persona sienta el estado de ánimo, la perspectiva y los esfuerzos del otro (empatía [Kohut, 1971] y mentalización [Fonagy, Gergely, Jurist y Target 2002]). Además de contribuir a evidenciar la percepción empática, la intersubjetividad ayuda a explicar otros tres conceptos fundamentales para la psicología del sí mismo: los esfuerzos adaptativos, las secuencias de interrupción-restablecimiento y el ambiente que se crea en el campo. En cuanto a los desarrollos en el campo analítico intersubjetivo, la psicología del sí mismo tiende a dar prioridad a las interferencias en los esfuerzos positivos de un paciente (vanguardia), mientras que muchas otras teorías relacionales dan prioridad a la interpretación de los esfuerzos conflictivos inadaptados (retaguardia). La intersubjetividad ha sido instrumental para el reconocimiento de la importancia del ambiente y el estado afectivo general, que es más que la suma de subjetividades individuales de cualquier díada íntima. El ambiente que se forma en el campo intersubjetivo de un análisis tiene un efecto profundo tanto en el analista como en el analizado y en el resultado del tratamiento. II. Ab. Perspectivas relacionales Según la perspectiva relacional, la intersubjetividad, a menudo entendida como una sustituta o un sinónimo de lo interpersonal, relacional o bipersonal, pretende abarcar experiencias psíquicas que surgen, se constituyen y experimentan en un sistema diádico o de varios elementos. Una forma útil de concebir la intersubjetividad es en contraposición a las dimensiones intrapsíquicas de la experiencia. Lo intrapsíquico ha hecho referencia históricamente a un sistema de una sola persona, describiendo la experiencia consciente e inconsciente interna de un individuo. Lo interpersonal o relacional, configurado de forma antifonal a lo intrapsíquico, es un concepto que se emplea en los siguientes casos:

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