Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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énfasis en “el tercero” en su teorización (Benjamin 1988, 1995, 2004, 2013). Los teóricos arraigados en la tradición interpersonal ( Stephen Mitchell, Anthony Bass, Phillip Bromberg, Donnel Stern y otros) han destacado el tipo de subjetividades únicas e irreductibles que se establecen en cada díada, con sus pertinentes campos de transferencia/contratranferencia de la experiencia y capacidades para explorar y discernir sus contribuciones relativas a los enactments y otras formas de intrincación psicoterapéutica. Los analistas relacionales, en particular, enfatizan la calidad de la bidireccionalidad en el campo de transferencia/contratransferencia, incluso en los enactments . Desde un punto de vista relacional e intersubjetivo, no se puede dar por sentado, por ejemplo, que comience un enactment o una identificación proyectiva con el terapeuta o el paciente sin una indagación conjunta y abierta de las corrientes de la experiencia que se establecen en el campo intersubjetivo de la experiencia que ellos generan. El paciente y el analista, cada uno con su propia subjetividad y experiencia consciente e inconsciente, se comprometen a experimentar todo el abanico de recursos y limitaciones, puntos ciegos e ideas que puedan aportar algún valor a la terapia. La teoría relacional, desde su enfoque fundamentalmente intersubjetivista , trata de comprender las implicaciones que tiene esta perspectiva para el trabajo analítico. La teoría y técnica relacionales han destacado especialmente la subjetividad de ambos participantes del proceso. Las terapias analíticas relacionales se han ocupado de la contribución de la subjetividad del analista al proceso y de cómo el paciente experimenta esa contribución. También ponen atención en cómo el analista se involucra en los enactments que revelan al paciente y al analista partes disociadas de su experiencia que no habían sido accesibles antes del reconocimiento y elaboración de dichos enactments (Bromberg 1998, 2006; Aron 1996; Bass 2003; Benjamin 2004, 2013). El psicoanálisis relacional ha puesto de relieve las dimensiones mutuas del proceso psicoanalítico. A medida que ha ido distinguiendo los aspectos de la mutualidad como aspectos fundamentales del proceso (Dupont 1988) y las asimetrías inherentes al proceso psicoanalítico ( Lewis Aron, Irwin Hoffman ), otros autores (Bass 2001, 2007) han enfatizado las complementariedades que se obtienen de las contribuciones psíquicas de los analistas y los pacientes al proceso, más allá de las identificaciones de roles conscientes y las responsabilidades que guían a los analistas y a los pacientes en diferentes sentidos. Los psicoanalistas modernos que recurren a los conceptos intersubjetivos de la subjetividad y el proceso analítico hacen combinaciones y crean muchas entidades teóricas variables y comparables. A algunos les interesa más la fuerza de lo sociopolítico; otros elaboran las implicaciones que tiene lo intersubjetivo para la técnica, otros para la metapsicología. Si bien existen diferencias y superposiciones entre estos enfoques, la intersubjetividad es quizás única en la elaboración de conceptos psicoanalíticos cuyos términos y significados cambian y evolucionan con mucha intensidad. Recientemente, ha aparecido el término intrasubjetivo , un término destinado a capturar la doble experiencia del entre y el adentro.

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