Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

Volver a la tabla de contenido

represión y sus mecanismos relacionados, que incluyen un nivel más avanzado de proyección, negación, intelectualización y reacciones formativas. Este nivel avanzado del desarrollo se refleja en una delimitación del inconsciente dinámico reprimido, o “ello”, constituido por relaciones diádicas internalizadas inaceptables que evidencian una agresión primitiva intolerable y aspectos de la sexualidad infantil. En este caso, el yo contiene el concepto de sí mismo consciente, integrado, y las representaciones de otras personas significativas, además de las funciones sublimadas que se observan en la expresión adaptativa de las necesidades afectivas y emocionales con respecto a la sexualidad, la dependencia, la autonomía y la autoafirmación agresiva. Las relaciones de objeto internalizadas que incluyen demandas y prohibiciones derivadas de la ética y son trasmitidas en las interacciones tempranas del bebé y el niño en su entorno psicosocial, especialmente por los padres, se integran en el “súper-yo”. Esta estructura tardía está constituida por capas de prohibiciones internalizadas y demandas idealizadas que se han ido transformado significativamente en un sistema personificado, abstracto e individualizado de moralidad personal (Kernberg, 2012a, b; Kernberg, 2004). El trabajo sintético de Kernberg (Kernberg, 2015) incluye la correlación de las bases neurobiológicas de estas configuraciones conflictivas del desarrollo y las patogénicas. “Una conclusión general hace referencia al desarrollo paralelo y recíproco de sistemas neurobiológicos afectivos y cognitivos, controlados en última instancia por determinantes genéticos y sistemas psicodinámicos, que corresponden tanto a la realidad como a las distorsiones motivadas de las relaciones internas y externas…” (Kernberg, 2015, p. 38). La hipótesis general de esta teoría es que en los pacientes con una organización de la personalidad límite predominan los aspectos agresivos y persecutorios de la experiencia temprana, sea cual sea su origen, lo que impide una integración de la identidad. Un tratamiento analítico orientado a lograr una integración de la identidad facilitará la integración del concepto del yo e incrementará el control cognitivo; es decir, el sujeto integraría el concepto de los otros, normalizaría la vida social e integraría la experiencia de afectos contradictorios, lo que le llevaría a modular el afecto y a reducir la impulsividad. A partir de estas suposiciones, la estrategia de la psicoterapia centrada en la transferencia consiste en clarificar las relaciones de objeto que se activan en la situación del tratamiento (la transferencia), siempre dominadas por el afecto, tanto con respecto a las experiencias positivas como negativas. Esto facilita la tolerancia y la conciencia de los estados mentales conflictivos del paciente . Mediante la clarificación e interpretación final de los estados mentales que se han disociado debido a las condiciones escisivas dominantes se fomenta la mentalización. En la situación del tratamiento, la activación de las relaciones de objeto escindidas tiende a producir “inversiones de roles” en la transferencia; en otras palabras, el intercambio de roles entre el sí mismo y el objeto en la experiencia del paciente en relación con el terapeuta. Este proceso permite al paciente aceptar gradualmente su identificación inconsciente con la víctima y el

35

Made with FlippingBook - Online magazine maker