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Según esta autora (Alvarez, 2010; Alvarez y Lee, 2004), ningún sentimiento o función puede verse desde el punto de vista de la psicología de una persona. La cuestión es hacia qué tipo de objeto se dirigen los sentimientos, y esto depende de varios procesos de introyección, internalización e identificación, a la vez que los afecta. A medida que el paciente envejece, tales figuras pueden ser aceptadas como ego- sintonizadas, es decir, más como una parte del sí mismo del paciente. Sin embargo, la autora se mantiene firme en el criterio de la alteridad, que puede aplicarse incluso en las personalidades más integradas. VI. Dd. El sí mismo en el psicoanálisis adolescente Las exploraciones relacionadas con la función del sí mismo como una entidad distinguida respecto al yo, derivan de la influencia del modelo de Peter Blos (1967) en algunos de los autores que han tratado el psicoanálisis adolescente. Según Blos, la adolescencia puede modelarse como un “segundo proceso de individuación” con respecto al primer proceso de separación e individuación descrito por Margaret Mahler. A medida que el niño se separa de la madre a través de un proceso de internalización de su imagen, de forma similar, el adolescente debe separarse de sus propios objetos internalizados de su infancia para poder recurrir a objetos fuera de la familia. Blos considera el cambio adolescente como una transformación que conduce a la definición de la estructura del carácter. Este proceso se basa en el establecimiento de representaciones realistas del sí mismo y el objeto, una disminución de la rigidez del superyó edipal, un incremento de la influencia del ideal del yo y en el logro de una identidad sexual adecuada. Blos describe la adolescencia por medio de diferentes subfases: - Pre-adolescencia: en la que presenciamos el momento de mayor aumento de la presión instintiva y la reactivación de las pulsiones pregenitales; - La adolescencia temprana: caracterizada por la primacía genital y el rechazo de los objetos internos de crianza; - La adolescencia tardía: la fase de consolidación de las funciones e intereses del yo y de la estructuración de la representación del sí mismo; - La post-adolescencia: en que debe terminarse y completarse la tarea de remodelar la personalidad. Aunque Blos no estudia en profundidad la distinción entre el sí mismo y el yo, su modelo se ha utilizado como puerta de entrada por autores que, a partir del tema de la individuación, han querido profundizar en la distinción entre yo y sí mismo en el desarrollo del adolescente. Arnaldo Novelletto (2009) exploró el concepto del sí mismo con particular referencia a sus implicaciones para la comprensión del desarrollo adolescente. Dentro del “sistema Yo-Sí-mismo”, Novelletto distingue dos áreas funcionales distintas: el propio Yo y el Sí mismo. El Yo sigue siendo la instancia para la función de la
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