Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

Volver a la tabla de contenido

grave de todos los grupos de edad, ha colocado en primera línea las diversas elaboraciones y conceptualizaciones clínicas del “sí mismo”. Si bien todas las teorías psicoanalíticas contemporáneas del desarrollo temprano y la formación de estructuras consideran que el sí mismo se forma en relación con los demás, también difieren en muchos puntos, algunos de los cuales son: la relación de la teoría de la pulsión en sus diversas formulaciones contemporáneas; la relativa centralidad del “otro”; el peso dado a la interacción real versus la fantasía inconsciente; si el sí mismo está conceptualizado como unitario o múltiple o ambos, con características predominantemente estructurales o procedurales; su relativa permanencia, su continuidad y/o fluidez y variabilidad. A menudo, las divergencias en las conceptualizaciones del sí mismo reflejan diferentes marcos de referencia, diferentes niveles de discurso y traducciones divergentes entre idiomas debido a sus respectivas herencias socioculturales. En América del Norte , donde las relaciones objetales siempre han formado parte de las teorías posfreudianas, las psicólogas del yo, Edith Jacobson y Margaret Mahler, siguiendo la reformulación del narcisismo de Hartmann como un investimento libidinal del sí mismo, en lugar del yo. Jacobson y Mahler elaboraron un enfoque del desarrollo del sí mismo que podría explicar la formación de un conjunto complejo de representaciones del sí mismo y objetales, al tiempo que conservaron un enfoque que situaba las pulsiones sexuales y agresivas en la base de la experiencia humana. Asimismo, en un marco de referencia freudiano, Rangell reelaboró la reformulación del narcisismo de Hartmann como un investimento de las autorrepresentaciones más que del sí mismo. Blum ha integrado aún más la teoría de separación-individuación de Mahler con la investigación contemporánea del desarrollo y ha subrayado la diferenciación del objeto del sí mismo como el requisito crucial para la formación del sí mismo. En este sentido, Otto Kernberg ha desarrollado un modelo estadounidense integral de las relaciones objetales que integra la teoría estructural freudiana, las relaciones objetales y la neurociencia. Kernberg describe las “unidades sí-mismo- objeto-afecto” como los componentes básicos de un sí mismo superior; como la suma total de las representaciones del sí mismo. Otro enfoque del desarrollo del sí mismo sigue el trabajo de Winnicott en la síntesis de Arnold Modell de la teoría pulsional freudiana, la intersubjetividad y la neurociencia. En este contexto, el sí mismo es a la vez un producto contingente en evolución y un núcleo duradero; un proceso y una recontextualización y retranscripción de una experiencia. Un hito importante en la teoría del narcisismo y el concepto del “sí mismo” es la escuela de psicología del Sí mismo de Kohut, que sitúa el desarrollo del sí mismo y la autoestima en el centro de la indagación psicoanalítica, para articular cómo se forma el sí mismo a través de la internalización de las experiencias con los cuidadores. Kohut explicó de qué manera las experiencias empáticas dan lugar a “objetos del sí mismo” internos que ayudan a conservar un sentido estable y robusto del sí mismo para tolerar

437

Made with FlippingBook - Online magazine maker