Diccionario enciclopédico de psicoanálisis de la API

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la identificación proyectiva, dedicada a controlar la ansiedad paranoide y eliminar la ambivalencia. Por el contrario, la simbiosis depresiva trabaja con la identificación proyectiva e introyectiva y las partes del yo/sí-mismo y el objeto, proyectado o introyectado, que han experimentado el proceso de escisión/disociación depresiva. En otras palabras, el objeto idealizado contiene aspectos frágiles o moribundos del yo/sí- mismo además de su potencial vital. Esto se observa en la transferencia, donde el miedo del paciente depresivo a perder el analista o el miedo a su destrucción puede ser intenso, y el proceso de concluir el análisis plantea problemas graves que causan recaídas. VI. Ai. Carlos Mario Aslan: La sombra del objeto Aslan (1978) relacionó que Freud no volviera a formular Duelo y melancolía , después de describir su teoría estructural y la pulsión de muerte, con un rechazo al tema de la aflicción/luto propio de la literatura y cultura psicoanalítica, que, según él, estaba abandonando los rituales con el fin de negar la propia muerte y la de los seres queridos. En sus avances Aslan describía la aflicción/duelo como un combate, un proceso persecutorio que generalmente se sustituye por la aflicción/duelo, entendido como dolor o padecimiento. Pensó que la diferencia entre la introyección y la identificación, entre la identificación primaria y secundaria, entre las identificaciones temporales y estructurantes, y la importancia de la teoría de los objetos internos, contribuyen a una mejor comprensión de la aflicción/duelo. También afirmó que ya no podía sostenerse la idea de Freud de la “introyección patognomónica” del objeto tras su pérdida, puesto que el objeto tiene una fuerte presencia, una existencia psíquica dentro del sí-mismo/yo anterior a su pérdida. Por esta razón, prefirió hablar del objeto interno en lugar de su representación. Suponía que el “objeto interno”, a diferencia de la “representación”, refleja mejor el carácter vivo, dinámico y relacional con el sí-mismo. Pensó que la representación, tal como la empleamos, es más fotográfica y estática que el objeto interno, a diferencia del Vorstellung , que también denota una representación teatral. En esta línea, Asian argumentó que lo que se internaliza y puede perderse es una relación objetal, determinada por el sí-mismo, entendida como un precipitado de investiduras motrices según las relaciones de objeto. Más tarde, Aslan (2003) describe una sincronía y una diacronía en el proceso de aflicción/duelo que tendría lugar en la representación psíquica del objeto perdido que él llamó objeto interno: una estructura compleja del yo/superyó con cualidades ideales preconscientes e inconscientes. Tras la pérdida, se produciría una retirada inmediata de la libido del objeto interno, con la desneutralización de la pulsión de muerte liberada en forma de destructividad contra uno mismo y los demás, durante la etapa más persecutoria de la aflicción/duelo. Esto llevaría a un rápido deterioro del objeto en cuestión, potencialmente perjudicial para el sí-mismo, que se identifica temporalmente con lo muerto, en lo que él llamó identificaciones tanáticas. Entonces se pondría en marcha un proceso de defensa, cuyo mecanismo central sería la contra-investidura, una recarga libidinosa del objeto interno para neutralizar la pulsión de muerte. A partir de

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