VIVE LA VIDA ¡VIVE LA VIDA!
2018 de julio
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EL ALUMNO SUPERÓ AL MAESTRO
¡Feliz 2 de julio! Si, escucharon bien. Si bien todos celebramos el Cuatro de Julio como el día de independencia de nuestra nación, el acuerdo que nos trajo libertad fue aprobado el día 2 de julio de 1776. John Adams estaba tan seguro de que se celebraría el día 2 de julio que, incluso, le escribió las siguientes palabras a su esposa: “El segundo día de julio de 1776 será la época más memorable en la historia de Norteamérica. Estoy convencido de que lo celebrarán futuras generaciones como el gran festival de aniversario”. El acuerdo podrá haber sido firmado el 2 de julio, pero la Declaración de Independencia no entraría en vigor sino hasta el día 4 de julio de 1776. Es así como hoy tenemos el Cuatro de Julio y no el Dos. Aunque la fecha en la que celebramos nuestra liberación de un régimen tiránico no es más importante que las personas con las que lo celebramos. La mejor parte del Cuatro de Julio, indiscutiblemente, es el poder pasar tiempo con la familia. Estamos tan ocupados todo el año que la vida se vuelve puro andar corriendo de un lado a otro y ya no invertimos en relaciones profundas y duraderas. ¿Por qué aceptamos esto como el estilo Norteamericano de vida? En vez de intentar relacionarnos con la familia y con los amigos, estamos compitiendo para ser la persona que trabaja más. Tenemos una cantidad limitada de emociones para invertir cada día de nuestras vidas. Y si nos desvivimos por nuestro trabajo, algo o alguien más sufrirá las consecuencias. La primera víctima, por lo general, será nuestra pareja, hijos o, inclusive, nuestra propia salud. Y si, por ejemplo, en vez de sumergirnos en el trabajo durante 50 semanas para tomar sólo 2 de esas semanas para vacacionar, ¿qué tal si mejor procuramos tomar mini vacaciones con nuestra familia a lo largo del año? Así como cada buen matrimonio necesita una noche romántica de vez en cuando, las familias también necesitan su escapadita
de vez en cuando también. Es por esta razón que amo el Cuatro de Julio. Es el momento perfecto para recargar las pilas y para invertir en lo que verdaderamente importa en nuestras vidas. Por supuesto que la comida y los fuegos artificiales también son parte de todo esto. ¿Qué puede ser más Americano que prender la parrilla con carbón con la familia para echarle un trozo de filete? Y lo mismo aplica para los fuegos artificiales. Tengo muchas buenas memorias de cuando lanzábamos fuegos artificiales arriba del Río San Bernard. Teníamos entonces un arsenal de opciones era realmente todo un espectáculo: gatos negros, proyectiles de artillería, velas romanas, cohetes de botella tejanos y tubos de mortero que lanzaban bolas de fuego al aire. Nunca podré olvidar el reflejo de los fuegos artificiales en las cálidas aguas del golfo al momento de ir ardiendo por encima. Si hay algo que pone una sonrisa en mi rostro, es cuando la noche se viste de gala con los colores rojo, blanco y azul de los Estados Unidos de Norteamérica.” Nuestro país es un lugar que se debe valorar y atesorar. Pero, si le invertimos menos tiempo a la abundancia o experiencias que están frente a nosotros, más perderemos de lo que más vale en este mundo. Cuando nuestros Padres Fundadores de este país establecieron los principios de guía para nuestra gran nación, no lo hicieron para que nos la pasemos envueltos en papel en la mugre y fango del mundo. Fue exactamente lo contrario. Espero que este día Cuatro — o Segundo — de julio, todos podamos invertir en lo que hace de este país una gran nación: su hermosa gente que lo hace tan único.
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