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CONFIANZA EN LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA COMO MOTOR DE DESARROLLO RURAL
52 %
36 %
Municipios de +1.000.000 habitantes
Municipios de menos de 2.000 habitantes
cajeros y luego los usuarios no saben utilizarlos; o como si las administraciones públicas digitalizan sus servicios, pero los ciudadanos no sabemos utilizar la firma digital», advierte el experto. El foco de las medidas de formación y empleo debe dirigirse por ello, según los autores, a personas especialmente frágiles ante la digitalización. «Una vez identificados los colectivos más vulnerables, se pueden diseñar políticas públicas más eficientes y eficaces, orientadas a aumentar sus niveles de competencias digitales y facilitar su inclusión en la nueva sociedad digital», recuerda el director de Economía y Finanzas de Cotec, Aleix Pons. El documento demuestra asimismo que el uso de internet en 2020, año de la irrupción de la pandemia, es similar al de 2019, por lo que se descarta el efecto covid a nivel agregado.
La desigual percepción de la digitalización entre el campo y la ciudad arroja otro dato contundente. Muestra confianza en la innovación tecnológica como motor de desarrollo solo el 36 % de quienes viven en municipios pequeños, frente al 52 % de los que residen en urbes de más de un millón de habitantes. Lo dice la V Encuesta de percepción social de la innovación en España , realizada por Cotec junto a Sigma Dos con 7.540 entrevistas. La encuesta muestra que el impacto de la pandemia ha ensanchado las brechas sociales que ya existían y ha hecho surgir otras nuevas. Por ejemplo, ha abierto en el último año una grieta en cuanto a expectativas laborales: uno de cada tres trabajadores activos en España ve su futuro laboral más negro que antes. El pesimismo ronda el 60 % entre parados y trabajadores en ERTE, y el 40 % entre jóvenes de 18 a 29 años y empleados con baja cualificación e ingresos. En cambio, no alcanza el 25 % entre los universitarios superiores o los directivos y empleados cualificados. La pandemia ha empeorado también la confianza en el cambio tecnológico como generador neto de empleo. Los españoles se dividen casi al 50 % entre quienes piensan que la tecnología destruye más puestos de trabajo de los que crea y los que opinan lo contrario. Pero de nuevo la percepción no es homogénea. En el último año, la covid-19 ha inclinado la balanza del lado del pesimismo
Percepción de la innovación tecnológica
Lo que sí ha empeorado en los últimos años es la percepción que tienen los españoles de la innovación tecnológica y su impacto en la desigualdad social. En 2021, el 56 % de la población cree que el cambio tecnológico aumenta la desigualdad social, mientras que solo un 30 % opina lo contrario. La población más pesimista en este sentido es la que reside en municipios de menos de 2.000 habitantes.
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