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... Tras el éxito, en la reunión del claustro se propone incorporar las rúbricas y modificar el proceso de calificación. De diez profesores, ¿cuántos elegirán una u otra opción? Esta es una de las situaciones ficticias planteadas en la encuesta que ha servido de base a la investigación La toma de decisiones del docente , desarrollada por Cotec en colaboración con la Universidad de Valladolid, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Carlos III y la Universidad de Loyola. El objetivo de este trabajo es analizar el pensamiento del profesorado y ver qué elementos pueden influir a la hora de decantarse por una idea, sobre todo en aquellas circunstancias que están más vinculadas a su ejercicio profesional. Para conocer cómo desarrollan este proceso y estudiar cómo mejorar la enseñanza en las aulas, los expertos que han ideado el estudio diseñaron una encuesta en línea y la difundieron a través de la aplicación digital Lime Survey. Respondieron un total de 304 profesores entre mayo y noviembre de 2021. La muestra es representativa del sistema educativo actual, ya que en ella han colaborado docentes indefinidos e interinos de centros públicos y concertados, y tanto de educación Primaria como de Secundaria, con una media que alcanza los 17,2 años de experiencia docente. A lo largo de 47 preguntas, distribuidas en nueve secciones, los participantes contestaron a una serie de cuestiones sociodemográficas (edad, género, situación laboral, titularidad del centro o comunidad autónoma en la que trabajan), así como a un test de reflexión cognitiva (con preguntas orientadas a conocer el tipo de proceso cognitivo que sigue el individuo: automático o intuitivo versus reflexivo o analítico) y, por último, a un cuestionario sobre seis situaciones educativas ficticias planteadas en función del nivel de enseñanza.
En este cuestionario, los entrevistados debían decidir entre dos opciones, imaginando un claustro de 10 profesores, e indicar cuántos de ellos seleccionarían, a su juicio, una u otra respuesta. La intención final del proyecto es conocer las percepciones que tienen los docentes con respecto a sus compañeros. En el test no hay respuestas correctas ni incorrectas, ya que las alternativas que se plantean son todas posibles y, desde el punto de vista educativo, también aceptables. Lo que se pretende con el experimento, insisten en explicar sus responsables, es «identificar los cursos de pensamiento y acción de un grupo de docentes ante estas situaciones hipotéticas en contextos de enseñanza».
Circunstancias que ocurren en las aulas
Las tesituras propuestas en la encuesta son de lo más variadas. En una de ellas, por ejemplo, se plantea al claustro la posibilidad de sustituir los libros de texto por un único dispositivo electrónico. En otra, se aborda la posible adopción de la metodología Aprendizaje Servicio (APS) entre el alumnado del colegio. En un tercer supuesto se muestran dos aulas con distintos tipos de alumnos —una de ellas con estudiantes con necesidades especiales— y debe elegirse (y razonarse) cuál de ellas participará en un proyecto piloto internacional de educación digital. Las asignaturas suspendidas protagonizan otro de los casos que se traslada a los profesores: entre un alumno muy movido, hablador, que canta y baila con sus amigos de la misma etnia en el recreo y a veces no va bien aseado, y su compañera serena, ordenada, limpia y arreglada, ¿quién ha sacado peores notas? Tras analizar los resultados, se ha procedido a su posterior validación a través de dos grupos de
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