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medidas concretas para adaptar el Wallet Europeo a quienes están más expuestos a la brecha digital. La intención de los autores es fijar un conjunto de directrices realistas que se puedan aplicar de forma inmediata, consensuadas entre todas las partes que intervienen en el proceso (banca, usuarios y empresas proveedoras de servicios). «Mientras otros sistemas de identificación nos permiten presumir que alguien es supuestamente quien dice ser, los sistemas biométricos acreditan sin ninguna duda que la identidad del usuario es cierta al 100 %», afirma la investigadora Natalia Fernández, de la Fundación Instituto Hermes. Esto se traduce en un aumento de la confianza del ciudadano, en este caso, de las personas mayores. Gracias a esta tecnología, este colectivo puede acceder a servicios públicos y privados por canales digitales sin la necesidad de recordar claves, utilizar tarjetas específicas, dispositivos, etc. con lo que evitan dificultades y temores. La Fundación Instituto Hermes acumula un importante conocimiento sobre los obstáculos a los que se enfrentan las personas mayores al relacionarse con el mundo en línea, ya que participa en varios proyectos que abordan esta cuestión. En el desarrollo de la iniciativa seleccionada ahora por Cotec están implicados, por un lado, profesionales vinculados al sector tecnológico, con conocimientos en experiencia de usuario, desarrollo de soluciones y sistemas de identidad digital basados en biometría y especialistas en movilidad. También colaboran en el proyecto científicos con nociones en innovación y ciberseguridad, así como
fundaciones y ONG dedicadas a la integración social de colectivos vulnerables, además de técnicos en comunicación, profesionales del Derecho especializados en el impacto de las tecnologías digitales en los derechos civiles, bancos y administraciones públicas. Una vez obtenida la visión global por parte de todos estos actores, se analizará el Wallet Europeo de Identidad Digital desde el punto de vista de la accesibilidad. El análisis abordará el coste y el beneficio de su implantación, con idea de generar un estándar aplicable en todo el territorio de la UE. El resultado final del estudio será la elaboración de una serie de especificaciones que, una vez incorporadas por la banca comercial y los servicios públicos, permitan a cualquier persona, con independencia de su formación o condición, acceder a los servicios digitales de forma sencilla y segura. El documento incluirá, por último, diferentes instrucciones para desarrollar e implementar tecnología que permita incorporar de forma segura la identidad digital biométrica en dispositivos móviles. El estudio se presentará a organizaciones que trabajan con colectivos vulnerables, así como a entidades financieras y administraciones públicas. «Las personas mayores son víctimas de la exclusión social a causa de la digitalización. Pero es precisamente en la tecnología donde se encuentra la solución para facilitar su acceso universal, inclusivo, sencillo, seguro y privado al mundo digital», concluye Natalia Fernández. â–
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