MAPA DEL TALENTO EN ESPAÑA 2020
fundamentales, correspondientes a las seis dimensiones que condicionan de una manera directa la capacidad de atraer y retener talento de un país o una región: Facilitar, Atraer, Crecer, Retener, Capacidades y vocaciones técnicas y Conocimiento. A su vez, cada uno de estos pilares se subdivide en ámbitos más concretos. El primer pilar, Facilitar, hace referencia a tres ámbitos: el entorno regulatorio, el entorno de mercado y el entorno de negocios y mercado laboral. Dichos ámbitos comprenden variables como la eficacia de la administración, la percepción de la corrupción, la facilidad para hacer negocios, las infraestructuras de telecomunicaciones o el grado de preparación de los directivos. El segundo, Atraer, identifica los elementos que mejoran la capacidad de atraer talento de otros territorios. El pilar se divide en dos ámbitos: apertura externa y apertura interna. La primera incluye aspectos como la capacidad de atraer capital extranjero, tanto desde el punto de vista del capital humano como del capital físico, y la participación en el accionariado de las empresas. La segunda contempla aspectos internos como el respeto a las minorías y los inmigrantes, o la figura de la mujer en el mercado de trabajo; considera
la brecha salarial y las oportunidades de liderazgo, tanto en el sector público como en el privado. El tercer pilar, Crecer, contempla tres ámbitos diferenciados: la educación formal, el aprendizaje a lo largo de la vida y el acceso a oportunidades de crecimiento. En estos ámbitos se incluyen factores como la importancia del gasto público en educación superior, el grado de éxito en las primeras fases educativas, la disponibilidad de formación continua de las personas una vez se han incorporado al mercado laboral, o el uso de las redes sociales como herramienta para participar en el mercado de trabajo. El cuarto pilar, Retener, abarca aquellos aspectos que garantizan la permanencia del talento en un territorio, tanto desde el punto de vista de la sostenibilidad del sistema como del estilo de vida. La participación de la fuerza laboral en el sistema de pensiones, la importancia del gasto público destinado a la protección social, aspectos relacionados con el medioambiente, o la disponibilidad de médicos son algunas de las variables consideradas. Estos cuatro pilares combinan los elementos necesarios para la aportación de talento, mientras que los dos últimos se centran en las
características de las dotaciones de talento existente o niveles de talento alcanzados.
El quinto pilar, Capacidades y vocaciones téc- nicas, se refiere a dos ámbitos: la habilidad del sistema educativo para ajustarse a las necesi- dades de las empresas y la empleabilidad de la fuerza de trabajo. El primero contempla variables como el porcentaje de trabajadores y población con estudios de secundaria, o la mayor o menor eficiencia de las regiones medida a partir de la productividad del trabajo. El segundo se refiere a la facilidad de encontrar trabajadores cualifica- dos y la capacidad de que la población desempe- ñe un trabajo acorde a sus capacidades. Finalmente, el sexto pilar, Conocimiento, evalúa las regiones según su disponibilidad de las más altas capacidades formativas e innovadoras. Además de la población con estudios superiores, se consideran indicadores referidos a las exportaciones de alta tecnología, empresas que recogen productos innovadores, estadísticas de propiedad industrial, creación de nuevas empresas, o el número de publicaciones científicas. El cuadro 1.1 sintetiza los seis pilares que componen el Índice Global de Atracción y Retención de Talento, así como los ámbitos en los que se subdivide cada uno de ellos.
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