Revista Vivienda Infonavit Año 4, Núm 1 (Noviembre 2020)

Los principios para apoyar la autoproducción participativa

Motivos y efectos en la vida de las mujeres en la autoproducción de vivienda, cinco casos Las mujeres entrevistadas participaron en el programa de vivienda que se implementó enEcatepec como conse- cuencia del apoyo que laComisiónNacional deVivienda (Conavi) brindó a la producción social de vivienda, para así cumplir conelmandatode laLeydeVivienda (2006). Durante el período 2008-2019, Mejoremos asesoró a 2,300 familias en Ecatepec, el equivalente a 31 % de las 7,335 que han recibido asistencia en siete entidades de la república mexicana. En el período 2016-2019, la Cooperativa Depac Poblana financió a 361 familias; de éstas, 67 % fue de mujeres que optaron por un crédito promedio de 30,000 pesos. Se identificó el siguiente perfil en las contratantes: 4 ► ► 86% manifestó tener pareja, estar casada o en concubinato, mientras que 14 % declaró ser soltera. ► ► 75 % de lasmujeres que optaron por un crédito se encuentra entre los 17 y 55 años. ► ► 41 %de lasmujeres acreditadas no era propietaria, por lo que recibió autorización de algún familiar para realizar la mejora; siendo propietarios los abuelos, hermanos, tíos o hijos. ► ► 50% de lasmujeres es propietaria de la vivienda, en tanto que 9 % refirió que el titular de la propie- dad es su cónyuge o concubino. Durante los últimos 12 años enEcatepec, Mejoremos ha tenido el privilegio de conocer muchas historias, la mayoría de éxito. El centro de apoyo cuenta con la cola- boración de mujeres cuyas viviendas tienen diferentes grados de progresividad habitacional. Para efectos de este artículo presentaremos historias de mujeres cuyas viviendas se ubican, dos en asentamientos de origen irregular, y otras dos en fraccionamientos ofertados por entidades públicas.

“Compré el lote, ustedes sigan”: doña Paulina y sus hijos, Norma y José Adrián

La primera conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (ONU Hábitat, 1976) marca un hito al reconocer que los asentamientos humanos espontáneos eran una solución más que un problema, destacando la importancia de la participación social. Asimismo, los estudios de John Turner en la misma época plantean diversos principios que, por su lógica, mantienen vigencia (Turner, 1968): 1. La vivienda no estriba en lo que es —un artículo con un costo, superficie, espacios, materiales o servicios—, sino que su verdadero valor reside en cómo impacta la vida y el comportamiento de las personas que la habitan. 2. Dado que la vivienda es unmedio para satisfacer las necesidades humanas, entonces los usuarios deben tener la facultad de tomar las decisiones sobre lamisma. 3. Si la decisión está en manos de las personas, entonces las instituciones deben brindar opcio- nes en una red abierta de servicios flexibles. 4. Los criterios que deben regir el acceso a una red abierta son: a) necesidades autodefinidas del usuario y b) reglas del marco normativo de las instituciones. A partir de dichas premisas, se sistematizó el método para asesorar proyectos individuales y progresivos. En el proceso se aprendió que es vital conocer la situación del entorno y del espacio construible, además de profundizar en las razones objetivas y subjetivas de las necesidades que refieren las personas. Con esta base se proponen alternativas en formatos comprensibles que se consen- súan con la familia. Contar conunbuendiagnóstico y lograr una comuni- cación asertiva para acordar la propuesta facilita que las personas se apropien de su proyecto y lo continúen en el tiempo, cono sinapoyo. Asimismo, se identificaronparti- cularidadesdel rezagohabitacional quemodelaron la forma de intervenir. Por ejemplo, enunamuestrade las acciones que recibieron asesoría en Ecatepec, Estado deMéxico entremayo de 2016 y junio de 2018 3 se encontró que: 1. 27 % de las intervenciones fue en vivienda nueva; 4 % en lote baldío y 23 % en azotea y lote familiar. 2. 73 % de las intervenciones se realizó en vivienda preexistente, en una diversa gama para mejorar las condiciones de habitabilidad: incremento de superficie para disminuir el hacinamiento, reforzamiento de estructuras, refuncionalidad de espacios, apertura de cubos de iluminación y ventilación, etcétera. 3. En 96 % de los casos había construcciones exis- tentes que se consideraron en el proyecto. 4. 74 % de los casos requirió proyecto estructural.

Este caso revela las condiciones de vida en la producción social del hábitat. Se trata de un proyecto de ampliación y mejoramiento en una vivienda: mejoramiento en un departamento en azotea, donde ambos inmuebles están concluidos espacialmente. Contexto Son viviendas en suelo de origen ejidal, con topografía plana, aún sin regularizar. Doña Paulina tiene 69 años. Llegó a la colonia en la década de 1980, cuando tenía 30 años. Primero rentó un cuarto y después compró un terreno de 151 metros cuadrados, en el que construyó un baño y un cuarto de 24metros cuadrados para alojarse con sus ocho hijos e hijas. Lamayor de todos tenía apenas 11 años. Norma, una de sus hijas, compró material en cuanto empezó a trabajar, y en siete años logró hacer dos cuartos de 3 × 4 metros con cimientos, uno es ahora cocina. En 1995 recibió el primer apoyo para construir una recámara en primer nivel; en 2010, con otro préstamo, mejoró los espacios en planta baja. Para ese entonces vivía con su mamá, doña Paulina, y dos sobrinas. En total invirtieron97,500pesos. Ahora tienen tres recámaras, comedor, sala, cocina, patio de servicios y un baño completo, enun área aproximada de 100metros cuadrados. En 2018, José Adrián, su hermano, obtuvo un préstamo de 71,300 pesos para acabados del departamento construido en la azotea: tres recámaras, sala, comedor, cocina, zotehuela y baño completo, en una superficie de 97.5metros cuadrados. Narración Doña Paulina: “Mi hermana nos ayudó a encontrar un cuarto para rentar. Un sobrinome dijo que un ejidatario vendía lotes; eranmil- pas. Con mis hijos en la escuela, pensaba que era imposible pagar el terreno. El tío de mis hijos me prestó 5 mil pesos, mucho dinero. Cuando mis hijos fueron mayores, entre todos pagaron la deuda, devolvimos 10mil. Hasta entonces tuve paz, nome gusta deber. ”Mi sobrino buscó al señor que construyó nuestro primer cuarto. La tía de mis hijos nos regaló unas láminas y una ventana. Con eso techamos. Ella echó losa en su casa y desocupó esematerial. ”Construimosunapileta, porqueantes comprábamos aguadepipas. También antes alumbrábamos convelas, pero después jalamos la luz, que al inicioeraun foquito. Al cambiar los gobiernos, los vecinos se jun- tabanparapedir los servicios; asistíanmis hijos, porque yono faltaba a mi trabajo. En 1998pusieron los cables, yenel 2000, el serviciode agua. ”Trabajé 12 años ayudando en la cocina de la Parrilla Suiza. Salía a las 7 de lamañana para entrar a las 12, y trabajaba hasta las 8 de la noche. A esa hora compraba lo que necesitaba para la comida o la escuela demis hijos. ”Cargaba muchas bolsas. El camiónme dejaba como a dos kiló- metros de mi casa, más lejos cuando llovía, porque los caminos se inundaban. Llegaba a las 11 o 12 de la noche a cocinar. Cuando mis hijos estuvieronmás grandecitos ellos lo hacían.” Norma: “Guardo en mi memoria la imagen de mamá cargada de bolsas. Cuando tenía 18 añosme fui a trabajar a casa demi tíaCarmen,

y regresé hasta que los dos cuartos estaban levantados. ”Mi hermana obtuvo un crédito. Me animó a entrar al programa de vivienda. Pedí el crédito cuando tenía 35 años; trabajaba en una farmacia. Mi mamá me autorizó a construir en su casa. Teníamos dos habita- ciones y el baño sobrepuesto, más el huacal, ahora sala y comedor, sólo las bardas, techa- das con lámina. “José Adrián compró su terreno, pero le dijo a mi mamá ‘no me gustaría irme’. Ella le permitió construir dos cuartitos en la azo- tea. Pidió un crédito, pero se lo negaron por- que pedían escrituras para obtener subsidio. Entonces él diseñó su casa y con sus recursos hizo la obra negra. Después pidió el crédito para los acabados, porque para eso no piden escrituras. Con ese préstamo completó el techo del baño, colocó puertas y ventanas. ”Mis hermanos y yo hacíamos planos de cómo queríamos nuestra casa. Mi mamá quería su recámara abajo. Asistí en la secun- daria al taller de dibujo técnico, hice planos arquitectónicos, instalación hidráulica y eléctrica. La arquitecta propuso disminuir el comedor para que entraramás luz. No acep- tamos. Finalmente acordamos cambiar la puerta y la ventana. Quedómuy iluminado.” Impacto en su vida Norma: “De niña pensaba hacerle su casa a mi mamá cuando fuera grande. Cuando vi el avance, dije ‘de aquí soy’. Enfrentar un reto tan grande me dio seguridad de lograr lo que quisiera. Estudié Contaduría Privada, con esa confianza obtuve la Coordinación de Administración de una sucursal de una famosa diseñadora de imagen”.

En cada caso se narra el contexto en el que se desarrolla la experiencia. Después se reseña la historia que relataron, y la forma en que afectó su vida personal y familiar. Luego se refieren las decisiones que asumieron en la producción de sus viviendas. El monto de la inversión citada en cada caso corresponde a la suma del cré- dito, subsidio y aportación de las familias. El espacio que se ilustra en las fotografías fue elegido por las mujeres; la leyenda que las acompaña corresponde a lo dicho por ellas.

114

115

Vivienda Infonavit • NOVIEMBRE 2020

Made with FlippingBook Publishing Software