“Me dio paz”: Gloria
“Fue difícil pedir ayuda”: Gabriela
Este caso se tratade sustituciónde vivienda precaria por definitiva, yhasta ahora seha concluido laprimera etapa. En las siguientes se incrementará la superficiey se seguirá con los acabados. Es un terreno regularizado en2015 por el InstitutoMexiquense de la Vivienda (Imevis). Contexto Hace 18años, el papádeGloria ledio27.5metros cuadrados en una fracción del patio de su casa para que ella cons- truyera su propio hogar; por entonces nació su segundo hijo. En agosto de 2018 obtuvo el crédito. Su familia está integrada por cuatro miembros: Gloria, de 37 años; su actual pareja, de 43; y dos hijos de ella, una mujer de 20 años y un hombre de 18. Tenían un área de usos múltiples, recámara y baño. En la recámara dormían los dos jóvenes, en tanto que la pareja colocaba una colchoneta en el piso del comedor para dormir. Sin embargo, ese espacio también lo usaban sus hijos para hacer trabajos escolares, por lo que apa- gaban la luz hasta que terminaban, sin importar que la pareja de Gloria saliera a trabajar desdemuy temprano. En la primera etapa se incrementó la superficie al doble, alcanzando los 57.5metros cuadrados. Se sustituyó el techo de lámina por losa, se modificó el tamaño y la posición de unmedio baño, se construyó la escalera y en la planta alta un baño completo, así como una recámara. Para ello se presupuestaron 127,600 pesos. Al concluir la obra se estimó que la familia aportó 60,000 pesos más. El proyecto considera la construcción de dos recáma- rasmás. Con ello la superficie puede incrementar a 79.6 metros cuadrados, para quedar con tres recámaras, baño, medio baño, cocina y estancia-comedor. Narración Gloria: “Llegué a la colonia cuando tenía 5 años. Existía la tubería del drenaje e instalaban la del agua. Las calles erande tierra, jalaban la luz de lejos conun cable, del que todos se colgaban. El terrenomide 123metros cuadrados.
Es un caso de vivienda nueva, concluida espacialmente en dos etapas, pero faltan acabados. Contexto Se trata de un asentamiento con servicios vendido por Auris. El terrenomide 500metros cuadrados y era de la suegradeGabriela, quien tuvo seishijos: cuatrohombres y dosmujeres. Conforme los hombres formaban su familia, ella les dabauna fraccióndel terreno; sinembargo, Gabrie- la y su esposo decidieron vivir aparte. Cuando tuvieron que pedir ayuda a su suegra, de los 500metros cuadrados solo quedaban38.5. Ahora sus suegros fallecierony en el terreno viven seis familias. Gabriela, su esposo y sus tres hijos vivían enun cuarto de la casa de la mamá de Gabriela. El matrimonio dor- mía en el suelo. Al empezar la construcción, sus dos hijas tenían 15 y 12 años, el menor, 10. En 2015 construyeron la planta baja, la sala-comedor, la cocina, el baño y un dormitorio. En 2018, el primer nivel, con tres recámaras y un baño. En tres años satis- ficieron sus necesidades de espacio en dos plantas con un total de 65metros cuadrados, sin acabados. En total, la inversión fue de 204,000 pesos. Narración “Nos casamos cuando teníamos 26 años. Mi esposo es meseroyyopedicurista.Ganábamosbien.Mi suegraque- ría que viviéramos en su terreno, pero decidimos probar por nuestra parte. Rentamos 11 años. Mi esposo tuvo un accidente y resultó incapacitado; enese tiempo esperaba a mi segunda hija y el embarazo era de alto riesgo. Tuve que regresar a casa demimamá a ocuparmi recámara de soltera para queme cuidara. Estuvimos año ymedio así, hastaquemi esposoencontró trabajoyvolvimos a rentar. ”Cuando esperaba a mi tercer hijo, mi esposo perdió el trabajo. Mi madre nos ofreció mi cuarto para que no pagáramos renta. En esa casa vivían mis dos hermanos
solteros y tres familias más. En total éramos 16. Cada familia hacía su comida. Procuraba ser la primera en alimentar amis hijos; los apuraba diciéndoles ‘ya se aso- maron los demás’. ”No teníamos privacidad ni para discutir nuestros disgustos. Mi esposo acudió a sus padres y le dieron ese pequeño espacio. Por ese tiempo conocí del programa de vivienda: mi esposo no creía que fuera a funcionar, y además le parecía difícil poder hacer algo; pero era lo único que había. ”Del diseño no teníamos idea. La arquitecta nos hizo una propuesta en dos plantas; se me hacía imposible. Primero hicimos todo lo de abajo, menos la escalera. Construimos un espacio que provisionalmente sería recámara y después estancia, pero que así se quedará para evitar subir y bajar en la vejez. En la recámara dor- míanmis tres hijos y nosotros en el espacio que ahora es comedor. Lo tapamos con la alacena y puse una cortina. ”En la segunda etapa nos asesoró otra arquitecta. Le dije que no me gustaba que la cocina quedara en la entrada. Acordamos el rediseño de ese espacio que paga- mos connuestros recursos. Con lo presupuestado hicimos la escalera, tres recámaras y un baño en la planta alta. Ahora quiero hacer un cuartito de lavado ymis acabados. ”El principal obstáculo fue animarme a pedirle las escrituras ami suegra. Eramuy buena, pero tenía carác- ter fuerte. Se sintió porque no aceptamos quedarnos. Mi esposoeraelmás chicoymanteníanuna relaciónestrecha”. Impacto en su vida “Familiarmente,mi vida cambiómucho. Es difícil la con- vivencia con otras familias; se producían roces, nuestro matrimonio se distanció. Aquí nos reencontramos. ”Valoro mucho mi casa. Nunca había vivido en un espacio sin aplanados, pero quiero compartirlo. Siento el deseo de que pasen ami casa a platicar y convivir, como lo hacíanmis padres”.
Mis padres empezarondesde los cimientos, ahora habi- tamos tres familias: mi mamá, mi hermana y nosotros. ”El abuelo paterno demis hijos es albañil. Construyó mi cuarto y un baño afuera. Pasaron 12 años para que pudiera ampliar. Como no había cimientos, se demolió todo. Sólo sirvió el muro de la colindancia. ”Seis años antes de tener el crédito, hice el dibujo de cómo imaginabami casa. Pensaba que lo haría hasta que mis hijos terminaran la universidad.” Hija: “Recuerdo que mi mamá tenía planeado lo que quería. La acompañé cuando el arquitecto le presentó la propuesta. Me sorprendió, porque era muy parecido al dibujo que había hechomi mamá”. Gloria: “La decisión más difícil fue disminuir el tamaño de las ventanas. Yo las queríamás grandes, por- que me gusta mucho la luz, pero no alcanzaba el presu- puesto. Acordé con el arquitecto tener un baño arriba y otra recámara. Donde ahora está nuestro cuarto, después será la cocina y se ampliará la sala y el comedor. Más adelante echaremos una losa en el patio para construir ahí dos recámaras. ”El principal obstáculo que tuve que vencer fue creer, tener confianza. Temí entregar copia de las escrituras de mi mamá; me preocupaba que tuviera un problema con su casa. Realmente creí hasta que vi el depósito en mi cuenta. ”Además de la sala y el comedor, me gusta mi azo- tea. Mi hija me dio la idea de hacer un huerto; tenemos lechuga, betabel, chile, zanahoria, cilantro, melón. Ahí tambiénmi hijo toca la guitarra; es un espacio agradable, me tranquiliza ver mis plantas”. Impacto en su vida Gloria: “Ahora tenemos privacidad. Antes me estresaba la situación en que vivíamos; comprendía quemi esposo tenía que dormir, pero también quemis hijos tenían que hacer sus trabajos. Cuando teníamos visitas, hasta que se iban podíamos tender nuestra colchoneta. Con el cambio, como que se fue lo viejo; me dio mucha paz, la azotea es como un refugio que anhelémucho tiempo”.
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Vivienda Infonavit • NOVIEMBRE 2020
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