¿Le preocupa que su hijo o hija ande en malas compañías? Monitoree las actividades sociales y supervise las fiestas. Los preadolescentes no tienen la suficiente madurez como para asumir completa responsabilidad por sí mismos durante todo el día. Al controlar a su hijo o hija, puede ayudarle a evitar situaciones peligrosas, de alto riesgo. Antes de que vaya a un evento social, pídale a su hijo o hija el número de teléfono de los padres anfitriones del evento. Luego contacte a los padres del anfitrión para asegurarse de que habrá supervisión adulta y de que el evento no involucrará alcohol u otros comportamientos peligrosos. Haciendo de esto un hábito regular enviará un mensaje claro sobre la importancia de los ambientes seguros y saludables. No prohíba una amistad. Si su hijo o hija tiene un amigo o amiga que usted desaprueba, posiblemente lo peor que puede hacer es prohibirle que se vean. Los chicos valoran mucho sus amistades y defienden fuertemente a sus amigos. Si ataca directamente a un amigo o amiga, su hijo o hija va a sentir la obligación de defenderle y explicar todas las características "buenas" de la amistad. Una mejor estrategia es incluir al amigo o amiga que desaprueba en algunas actividades familiares. Entonces tiene la oportunidad de conocerle y compartir sus valores familiares. Incite a su hijo o hija a tener más amigos. Incite a sus hijos a participar en programas extracurriculares, funciones religiosas o centros comunitarios donde puedan conocer a otros jóvenes con valores apropiados. Hacer más amigos ayuda a prevenir la influencia indebida de una sola "mala" amistad.
Ayude a sus hijos a evitar situaciones de alto riesgo en grupo. Las situaciones más peligrosas son las actividades en grupo y las fiestas sin supervisión. A los chicos les resulta especialmente difícil hacer frente a un grupo de compañeros empujándolos a hacer algo ilegal, como beber alcohol. Es por esto por lo que es tan importante monitorear las actividades de su hijo o hija y asegurarse de que evita estos entornos de alto riesgo. Además, hablen sobre formas en que él o ella puede resistir la presión de los compañeros, para prepararle para situaciones peligrosas que puedan surgir.
Use una contraseña por seguridad CONSEJO
A los chicos les resulta difícil resistir la presión de sus compañeros, especialmente en un grupo. Son muy jóvenes para subirse a un auto y conducir alejándose de situaciones de riesgo que incluyen alcohol, así que prepárelos con una contraseña de emergencia. Elija y practique una contraseña que su hijo o hija pueda enviarle en un mensaje de texto o darle por teléfono para que le vengan a recoger y llevarle a casa, sin hacer preguntas.
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