el choque ideológico, algo que tras el fin de la Primera Guerra Mundial estaba llevando a Alemania hacia la revolución y el es- tablecimiento de la República de Weimar. Y, por supuesto, habla del enfrentamiento con la muerte que, para los alemanes —acababan de perder a tres millones de civiles y soldados— estaba más identificada con la guerra que con la pandemia. La peste en Florencia se convierte entonces en vocera de sus tiempos. A diferencia de hace un siglo, la pandemia del COVID-19 ya ha dado frutos cinematográficos. Ahí está Homemade , de Net- flix (Juan de Dios Larraín, Pablo Larraín, Lorenzo Mieli, 2020), realizada desde y para el confinamiento. O Songbird (Adam Manson, con estreno previsto para 2021), que explota el tema de la pandemia para generar una cinta apocalíptica de acción y suspenso. Al parecer, la reacción cinematográfica ante la pan- demia es distinta, pero como sucede con La peste en Florencia , tendrán que pasar los años para realmente comprender de qué nos estaban hablando estas películas y, si acaso, realmente era sobre nuestra reacción ante el virus.
historia distinta y que se distancia en el tema. El argumento relata la historia de lo que ocurre a Florencia tras la llegada inexplicable de Julia, una mujer rica y seductora que llevara a los hombres a traicionar sus principios, matar a sus padres y dejar la contemplación de Dios para instaurar un reino de hedonismo y desenfreno. No es hasta que la mano de Dios escribe sobre la pared un juicio bíblico que, el orden llega traído por otra mujer, la peste negra, porta la muerte y la desolación. El cuento de Poe habla sobre la soberbia de la clase privilegiada que se encierra en el palacio para intentar evitar el contagio y la muerte, con un mensaje muy claro. La película, más sutil, no hace juicios a la hipocresía social, el hedonismo desenfrenado y la futilidad de ambas ante el poder de Dios y la muerte. Pareciera que la película habla de muchas cosas, menos de la pandemia. Que sean precisamente dos mujeres las que oca- sionan la ruptura del equilibrio, por medio del desenfreno y su restauración a través de la muerte, ha llevado a algunos críticos a señalar la misoginia del guion. La película también habla sobre
YA HEMOS ESTADO AQUÍ ANTES: ¿ACASO LAS PELÍCULAS PREDICEN EL FUTURO? “S
i tiene fiebre y tos o dolor de garganta, quédese en casa”. Es exactamente la primera línea de la película El planeta de los simios: confrontación
(2014), dirigida por Matt Reeves. El prólogo de la película ilustra, con imágenes de noticieros de distintos países, el gráfico de un mapa mundial de cómo un “nuevo virus” se ha esparcido a gran velocidad entre la población de humanos provocando prácticamente su extinción. Por su parte, la película 12 monos (1995), de Terry Gilliam, inicia con la leyenda “En 1997, un virus matará a 5 mil millones de personas…”. Claro, el año no coincide, pero tanto la película como la serie del mismo nombre, desarrollada en 2015 por Te- rry Matalas y Travis Fickett para NBC, plantean un futuro distó- pico bastante similar al que estamos viviendo en la actualidad. ¿Es que acaso estas películas predicen el futuro? Si se combina ese cuestionamiento con observación, estudio y co-
¿A qué le tememos? El cine sirve como guía en años de pandemia. Dos películas recientes nos advirtieron de la crisis por una epidemia, pero también nos mostraron destellos de esperanza. P O R : J A N E T T J U Á R E Z , P R O F E S O R A D E L I C E N C I A D O E N C I E N C I A S D E L A I N F O R M A C I Ó N Y C O M U N I C A C I Ó N , L I C E N C I A D O E N P R O D U C C I Ó N C I N E M AT O G R Á F I C A D I G I TA L , U D E M .
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