13
Generación de talento Big Data en España
vertirse en una organización basada en datos. Toda la organización, de los expertos técnicos a la alta dirección, debe estar formada para trabajar apro- vechando la ventaja competitiva que aportan los datos. Como el grado de madurez de las empresas españolas en cuanto al Big Data es muy hetero- géneo, las acciones necesarias para generar y disponer de talento deberán estar adaptadas a cada tipo. Las organizaciones grandes deberán capacitar a sus equipos para disponer de perfiles con formación específica en cada uno de los roles. Las compa- ñías medianas y pequeñas deberán fomentar la aparición de perfiles mixtos con conocimiento en diferentes áreas. Para las microempresas sería reco- mendable que la Administración Pública preparara a los emprendedores e invirtiera recursos en su formación. Así, para las pymes, que concentran el 73% del empleo en España, la dispo- nibilidad de formación en línea y gratuita permitirá una formación más rápi- da de los perfiles y la identificación de las posibilidades que puede ofrecer el Big Data. Otra de las vías es la participación en proyectos colaborativos con empresas más grandes para facilitar la transferencia de conocimiento. También hay una serie de acciones relevantes comunes para promover una cultura del datos en las empresas españolas, que les permita aprovechar de forma rentable los datos y tener mayores capacidades para entender a los usuarios y a los mercados. La primera es promover la democratización del dato, en vez de que los datos estén a disposición de todos los departamen- tos que lo requieran —garantizando en todo momento las políticas de segu- ridad y privacidad—. También se necesita el compromiso de la dirección de comunicar a toda la organización cómo se extrae información de los datos y su importancia para el negocio. Los directivos también deben empezar a tomar decisiones en base a los análisis de los datos. CREAR TALENTO DESDE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA La forma en que las Administraciones Públicas para crear talento Big Data está muy ligada a su idiosincrasia y a sus limitaciones. En el sector público, es difícil poder acceder a grandes volúmenes de información de terceros y el consumo de este tipo de datos es visto por los ciudadanos como una invasión de su intimidad. Esto se debe, en parte, a que los ciudadanos no perciben que la explotación de su información privada por parte de las instituciones guber- namentales se traduzca en mejoras en las políticas o servicios públicos. Además, las instituciones públicas deben valorar de manera más concienzuda las implicaciones de sus inversiones en Big Data: a medida que el volumen de datos se hace más grande, se incrementa el acceso a información privada de los ciudadanos y la posibilidad de usar esa información en perjuicio de los mismos por parte de terceros. Así, una de sus responsabilidades es definir un conjunto ético y de buenas prácticas para el tratamiento de los datos. Estas Administraciones también pueden aprobar leyes que favorezcan la seguridad e intimidad de los usua- rios, y crear marcos legislativos que defiendan la propiedad intelectual. Otras medidas recomendables son impulsar que entidades académicas sa- quen adelante grados relacionados, reducir las restricciones migratorias e incluso promocionar la adopción tecnológica en los distintos servicios que el Gobierno proporciona a sus ciudadanos. Por tanto, el papel de las instituciones públicas en la adopción de tecnolo- gías Big Data es el de colaborador del sector privado y propulsor de progra- mas educativos. Pero también para poder cumplir con eficiencia este rol, la
Made with FlippingBook - Online Brochure Maker