CAPÍTULO 1 ICYD 2023

la diferencia entre los ingresos corrientes liquidados y los gastos corrientes liquidados, dividida por los ingresos corrientes liquidados. Una tasa de ahorro bruto demasiado baja implica falta de capacidad para generar recursos que sirvan para realizar inversiones, por lo que la universidad dependerá de las transferencias de capital recibidas por parte de las administraciones públicas. Una tasa de ahorro bruto negativa implicaría incluso dificultades para financiar el normal funcionamiento de la entidad, es decir sus gastos corrientes. En 2021, para el conjunto de las 47 universidades públicas presenciales españolas se registró una capacidad de financiación equivalente al 3,6% de los ingresos no financieros, mientras que la tasa de ahorro bruto fue del 5% de los ingresos corrientes. En ambos casos, respecto a 2020, se produjo una reducción de estos valores (5,1% y 8%, respectivamente, en aquel año). Aquí es

Juan Carlos y la Universidade da Coruña. En el otro extremo, con una capacidad de financiación del 10% y más de los ingresos no financieros se situaron la Politècnica de València, la Universitat de Barcelona y la Universidad Carlos III de Madrid. Por lo que atañe a la tasa de ahorro bruto, seis universidades experimentaron un saldo negativo (cuatro andaluzas, Málaga, Sevilla, Pablo de Olavide y Huelva, y dos gallegas, A Coruña y Santiago de Compostela), lo que contrasta con la tasa positiva equivalente a más del 20% de los ingresos corrientes de las universidades Pública de Navarra, Politècnica de València, Jaume I de Castellón y de Castilla-La Mancha.

importante recordar que el 2020 fue un año atípico debido a la crisis del coronavirus, con el consiguiente cierre parcial y temporal de las universidades y el incremento de la capacidad de ahorro, algo que también sucedió con otros agentes económicos, como las familias o las empresas. En el gráfico 26 se ofrecen los resultados por comunidades autónomas. Andalucía y Murcia son las dos únicas regiones que en 2021 registraron un saldo negativo en la balanza no financiera, esto es, que presentaban una necesidad de financiación, que fue del 2,5% de los ingresos no financieros para la comunidad andaluza y del 0,8% para la murciana. En el otro extremo, Baleares y la Comunidad Valenciana tuvieron un superávit (capacidad de financiación) superior al 8% de sus ingresos no financieros. Con un saldo entre el 7% y el 8% se sitúan el País Vasco, Cataluña y Navarra. En el caso del indicador de la tasa de ahorro bruto hubo más

variabilidad. Andalucía (-11,9% de los ingresos corrientes) y Galicia (-3,1%) fueron las dos únicas comunidades autónomas con un déficit de la balanza corriente. En el otro extremo, con una tasa de ahorro bruto positiva y superior al 10% de los ingresos corrientes, se situaron Navarra, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y el País Vasco. De este análisis se desprende que la situación presupuestaria de las diferentes regiones varía en gran medida. Andalucía es la región que estaría más expuesta a la necesidad de endeudarse para mantener el funcionamiento de sus universidades públicas, mientras que en el otro extremo, con un mayor desahogo, se encuentra la Comunidad Valenciana. Por universidades 50 , en 2021, 11 de ellas registraron necesidad de financiación: las dos murcianas, siete andaluzas (Granada y Sevilla fueron las excepciones), la Universidad Rey 50. Se vuelve a remitir para los resultados por univer- sidades a la consulta del anexo estadístico, gráficos del 1 al 5.

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