INFORME COTEC | Situación y Evolución de la Economía Circular en España
4.2.6 ECONOMIA CIRCULAR, SALUD Y COVID-19 La pandemia generada por el virus del SARS-CoV-2 (COVID-19), ha expuesto a las empresas y sociedades las deficiencias de los patrones normales de producción y consumo. Además, la pandemia alteró de forma significativa muchas cadenas de distribución, especialmente debido a las elevadas demandas en algunos productos y al acaparamiento de bienes esenciales a causa del pánico. En algunos casos, la escasez de algunos artículos, tanto productos esenciales para el sector salud como productos de consumo diario, fue grave en muchos países, La industria de la salud es sin duda un sector complejo para la implementación de la Economía Circular. A pesar de los esfuerzos de los proveedores del sector, implementando opciones de devolución y renovación, los compradores (hospitales) acostumbran a ser reacios a la Economía Circular (van Boerdonk et al ., 2021). Una razón puede ser que el cuidado de la salud tiene una cartera de productos versátil con bienes de alto valor económico (maquinaria para diagnósticos y análisis), pero también de bajo valor económico (Kane et al. 2018), usando gran cantidad de productos desechables. Por otra parte, en el sector salud hay productos e insumos, como los elementos de protección
Antes de la crisis, estudios sobre consumo en Economía Circular describían ‘ideas’ para fomentar la colaboración entre sectores y convertir a los ciudadanos en cocreadores, incentivarlos a utilizar lo necesario y a aprender a usar materiales reciclados (Wuyts et al. , 2020). En este sentido, se pueden considerar algunas iniciativas « bottom-up » surgidas durante la crisis, tanto a partir de empresas privadas (por ejemplo, cervecerías produciendo alcohol de desinfección para aplicaciones médicas a partir de productos residuales), como de iniciativas ciudadanas (como producción de máscaras bucales a partir de restos textiles para el suministro de hospitales y centros de atención médica). En definitiva, la Economía Circular puede servir como palanca y motor de cambio también en el sector de la salud, para aumentar su sostenibilidad y resiliencia. 4.3 OPORTUNIDADES E IMPULSORES A LA TRANSICIÓN Cualquier enfoque para acelerar la transición exige de manera imprescindible disponer de un modelo de gestión basado en una gobernanza participativa, que contribuya a eliminar y reducir las barreras y fortalecer los elementos facilitadores. Al mismo tiempo, estos modelos de
personal (EPIs), que están diseñados y producidos de tal forma que, en la mayoría de los casos, no se pueden reciclar. La generación de residuos por parte del sector aumentó en Europa un 65% en el pico de la crisis (INDAVER 2020; Wuyts et al., 2020). Además, al considerarse como residuos peligrosos, no se ha permitido su reciclaje, y han sido generalmente acumulados en depósitos, previo a su descontaminación o incineración (Wuyts et al., 2020). Los desafíos adicionales de higienización y desinfección y/o esterilización obligan a repensar el flujo de residuos sanitarios, y su separación del flujo de residuos sólidos urbanos. Además, se tiene que implementar una evaluación económica y ambiental que ayude a establecer la idoneidad y su alineación con la Economía Circular de algunos métodos de higienización , como el tratamiento térmico. Aunque es evidente que se debería explorar más a fondo las posibilidades de tratamiento de residuos y recuperación de productos críticos para el sector, es fundamental que las empresas potencien las competencias en ecodiseño e innovación, para facilitar el desarrollo de una economía regenerativa con residuo cero en el sector de la salud . Se considera fundamental establecer un programa adecuado de reuso y reciclado en el sector de la salud.
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