Revista Vivienda Infonavit Año 6 No 1 (Junio 2022)

► Saneamiento. En términos de tratamiento de las aguas resi- duales, este ocurre solo en el municipio de Morelia, con un gasto total de 1 297 l/s, lo que significa que se sanea aproximadamente 53% del volumen generado, incluyendo las plantas que son operadas por los desarrollos privados (Ooapas, 2020). Tarímbaro, por su parte, a pesar de contar con al menos nueve plantas de tratamiento de aguas resi- duales distribuidas en igual número de desarrollos habitacionales, no las opera. En Charo no se tiene registro de infraestructura de este tipo. ► Esta limitada capacidad de saneamiento afecta sensiblemente las condiciones naturales de las corrientes y cuerpos de agua, lo que provoca que el distrito de riego del municipio de Tarímbaro utilice aguas residuales en sus actividades agrícolas y, finalmente, parte de esta afectación repercuta en el principal cuerpo de agua de la cuenca: el lago de Cuitzeo. ► Segregación espacial y social. El 15% de la superficie actual de la ZMM se basa en la utilización del modelo de desarrollo de conjuntos habitacionales en dife- rentes tipologías, lo que impide la integración vial y funcional con el entorno, facilitando la apropiación exclusiva de las áreas destinadas al equipamiento urbano y las áreas verdes, así como la generación de zonas con altos índices de marginación, con limitado acceso a infraestructura, equipamiento, espacios públicos, empleo y transporte (Implan, 2020; Ruiz López, 2021). ► Despoblamiento de la zona central. Las características urbano-arquitectónicas del centro histórico de Morelia permitieron lograr su declaratoria federal como Zona de Monumentos en 1990, y posteriormente fue inscrita en la lista de Patrimonio Mundial en 1991. Derivado de la regulación del Plan Parcial en 2001, que promovió el uso del suelo comercial y de servicios, la población disminuyó en 1990 de 54 819 habitantes a 27 819 en 2020; prácticamente la mitad de la población. En un primer momento (2000-2010) se registró un aumento en la concentración de actividades económicas; posteriormente, para el período 2010-2020, la actividad disminuyó por efecto del aumento de la renta del suelo, principalmente. Si bien es cierto que la tendencia del comportamiento de los usos de suelo en el primer período fue negativa, actualmente tiende a la estabilización (Azevedo, 2003; Implan, 2020; Inegi, 1990, 2020). 4. Reflexiones finales En virtud de lo anterior, se hacen las siguientes reflexiones: ► Los efectos negativos del crecimiento de la zona metropolitana son evidentes en relación a la disponibilidad de agua para abastecer a la población, por el cambio de usos del suelo y los procesos de impermeabilización, que dismi- nuyen la recarga de los acuíferos subterráneos. Se vuelve un recurso cada vez más limitado cuantitativamente y afecta directamente al lago de Cuitzeo por su baja calidad. La transferencia de las externalidades negativas privadas a lo público son una constante y van en aumento. ► Actualmente existen espacios urbanizados susceptibles de ser aprovechados, lo que podría inhibir la incorporación de mayor superficie urbanizable. Existen

Existen densidades de población que evidencian un proceso de expansión urbana excesivo e innecesario, que como consecuencia presenta externalidades que padece no solo la población residente, sino

también las autoridades locales

responsables de la operación urbana.

118 Vivienda Infonavit • JUNIO 2022

Made with FlippingBook Digital Publishing Software