Revista Vivienda Infonavit Año 6 No 1 (Junio 2022)

Por otra parte, para ampliar nuestra visión en cuanto a las posibles soluciones, nos ha funcionado bien acer- carnos a la academia. Con frecuencia incorporamos en el proceso a algunos de los talentos más críticos hacia el trabajo de los industriales, pero que se distinguen por mantener siempre posiciones constructivas. Gracias a esta filosofía hemos sido beneficiarios de grandes apor- taciones por parte de distintos investigadores. Aunque no todo siempre es miel sobre hojuelas, me parece importante resaltar que, debido al cuidado con el que realizamos estos ejercicios, en la mayoría de las ocasiones obtenemos resultados alentadores; de ahí mi convicción de que, a través de una buena colaboración, se pueden encontrar respuestas novedosas y viables a algunos de los grandes retos que enfrentamos como sector. En 2016 y fruto de este esquema de I+D, en Hermosillo, Sonora, iniciamos el proyecto Bosco, donde construimos 178 viviendas de interés social. Para la pla- neación y diseño se contó con la guía del arquitecto Alberto Kalach y con el apoyo del Centro de Investigación para el Desarrollo Sostenible del Infonavit (CIDS). La ejecución total del conjunto finalizó en 2018. 5 Entre los hallazgos más relevantes que arrojó este pro- yecto se cuenta la posibilidad de incrementar la densidad de los conjuntos sin verticalizar. En algunas ciudades de tamaño medio —entre 30000 y 1500000 habitan- tes—, una de las limitantes para incrementar las den- sidades es la resistencia por parte de la población para vivir en conjuntos multifamiliares. En Bosco se atendió este punto reduciendo el ancho de la casa a un frente de 3.45 metros, pero incrementando la altura a dos niveles y medio. Esto dio como resultado un espacio interior mucho más amplio, que calculado en metros cúbicos se traduce en un espacio habitable mayor.

la vialidad hasta 10 °C. Este punto resulta muy adecuado en una localidad que durante el verano alcanza tempe- raturas de hasta 50 °C. El conjunto en su totalidad quedó sembrado en un predio de 1.5 hectáreas. Por lo tanto, la densidad obtenida es de 119 viv/ha, similar a un edificio de tres niveles, pero con vivienda unifamiliar, que es lo que solicitaban los derechohabientes.

Foto 2. Vialidad tránsito mixto conjunto Bosco.

Otro logro importante de este proyecto es la eficien- cia energética de los edificios, que alcanzó un Índice de Desempeño Global (IDG) B en el programa Sisevive- Ecocasa de Infonavit. 6 El nivel IDG B resulta muy bueno, contemplando que se trataba de vivienda de interés social. Lo relevante de este hallazgo no fue en sí la califi- cación obtenida, sino la forma en que se obtuvo, ya que la eficiencia se alcanzó casi en su totalidad a través del diseño arquitectónico, o lo que se conoce mejor como medidas pasivas; es decir, sin utilizar ecotecnologías como paneles solares, reguladores de tensión u otros elementos que se pueden considerar como adicionales al inmueble. Las principales medidas adoptadas para mejorar la eficiencia energética fueron: colocación de toda la vivienda en orientación norte-sur, adosamiento de las casas, incremento de la altura, generación de ventilacio- nes cruzadas, uso de celosías en algunas ventanas y ais- lamiento térmico en azotea. El resultado del proyecto, en términos de eficiencia energética, ha ayudado a entender que existen distintas opciones para obtener el mismo fin: no todo se resuelve con ecotecnologías. Presentamos este proyecto como ejemplo de inno- vación para destacar que casi la mayoría de las acciones implementadas no estaban permitidas en la regulación local. Es decir, para poder construir este conjunto fue necesario realizar una gestión especial ante el cabildo de la ciudad, lo que implicó, entre otras cosas, un retraso importante en el arranque. Sin embargo, el ejercicio valió la pena, ya que su existencia ha servido para brindar obje- tividad a muchas discusiones en materia de desarrollo urbano, así como para pulir la normatividad en la ciudad.

Foto 1. Fachada e interiores de una vivienda del proyecto Bosco.

Para lograr una mayor densidad —tomando en cuenta que la ubicación del predio y la disposición del sembrado de las casas permitían bajo flujo vehicular— se consideró utilizar el concepto de vialidad de tránsito mixto . Es decir, que por la calle pudieran circular tanto personas como vehículos, eliminando la banqueta y agregando árboles nativos, como el mezquite y el palo verde, que ayudan a formar un puente térmico, reduciendo la temperatura en

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