La Economía Intangible en España 2019

LA ECONOMÍA INTANGIBLE EN ESPAÑA CONCLUSIONES

Tras tres años de recuperación, en 2016 los intangibles parecen haber recuperado un ritmo de crecimiento más vigoroso que el de los tangibles, señal de que se regresa a un comportamiento tendencial de largo plazo. Se observa, además, que tras la recesión, la inversión en tangibles no ha regresado al peso tan predominante que tenía antes de la misma. En la actualidad se sitúa 10 puntos porcentuales por debajo de su nivel anterior, puntos que gana la inver- sión intangible sobre el total. De todos los activos intangibles, el proceso de digitaliza- ción de la economía española es el que más ha destacado alcanzando el 1,4% del PIB español. La I+D es segunda en su mejora pero queda muy lejos de cumplir con los obje- tivos de la antigua Agenda de Lisboa o los del Horizonte 2020. Sorprende el buen comportamiento del indicador de inversión en capital humano específico de la empresa, que crece de forma continuada incluso durante la crisis, explicado quizá por la reducción del peso relativo de los contratos temporales en los que se invierte muy poco o nada en formación. España mantiene debilidades en materia de intangibles en la inversión destinada a mejorar la estructura organizativa y la imagen de marca y conoci- miento de los mercados. El capítulo 3 se ha destinado a analizar el comportamiento seguido por las CC. AA. españolas desde la perspectiva de la inversión que realizan en activos intangibles. Comienza identificando tres hechos estilizados. El primero es que todas las CC. AA. han aumentado el peso de los intangibles en la inversión total entre 1995 y 2015. El segundo, que el ritmo de avance ha sido muy distinto entre las regiones. Y el tercero, la persistencia en las posiciones de liderazgo, con Madrid que ostenta las primeras posiciones tanto en el conjunto de los activos intangibles como en casi práctica- mente todos sus ocho componentes. Desde la perspectiva geográfica, las regiones con una mayor presencia de activos intangibles son, además de Madrid, las de la periferia peninsular, con Cataluña, País Vasco y Navarra en posiciones destacadas. En posiciones más atrasadas aparecen las regiones que rodean a Madrid, especialmente Castilla-La Mancha y Extremadura, además de los dos archipiélagos. Además, las regiones de la periferia peninsular han ganado posiciones en el periodo de veinte años analizados, mientras que las del interior las perdían.

La distinción por subperiodos, distinguiendo dentro del pe- riodo completo (1995-2015), los años de crisis, 2007-2013, y de recuperación, 2013-2015, ha permitido observar con de- talle los cambios producidos en la dinámica de las regiones en los años más recientes, años que han seguido a unos de los periodos más duros de nuestra historia reciente. En efecto, con la recuperación iniciada en 2013 han aparecido, en la lista de ganadores, regiones que tradicio- nalmente han estado ausentes de las primeras posiciones del ranking . Este es el caso de la C. Valenciana, La Rioja, Illes Balears, Aragón y Cantabria. La aparición de nuevos actores es claramente observable cuando se entra en la distinción por tipos de activos. Por ejemplo, en software destaca el dinamismo mostrado por Cantabria, C. Valencia e Illes Balears. En I+D, La Rioja y Aragón han sido las que más han invertido. La Rioja e Illes Balears son las que más han aumentado la inversión en diseño. La Rioja es también, junto con la Comunitat Valenciana, las que mayor esfuerzo han hecho en publicidad. Las Illes Balears destacan por la inversión realizada en la Formación de los trabajadores en el puesto de trabajo. Y la C. Valenciana y La Rioja por el esfuerzo en mejorar la organización de sus empresas. Los años de recuperación también han venido acompaña- dosdel ensanchamientode lasdiferenciasen lasdotaciones de activos intangibles entre las regiones, al tiempo que se reducían en términos de activos tangibles. El resultado es que, en 2015, las regiones españolas eran claramente más desiguales desde la perspectiva de los activos intangibles de lo que lo eran en 1995, e incluso que a comienzos de la recuperación. El aumento de la desigualdad es fundamen- talmente imputable a la inversión en software , estructura organizativa y publicidad. En definitiva, la recuperación ha aumentado las diferencias entre las regiones españolas en la importancia que otorgan a la inversión en activos intangibles, al tiempo que ha propiciado la aparición en el panorama de nuevas regiones tradicionalmente ausentes en posiciones de liderazgo. El capítulo 4 ha desarrollado un análisis similar, pero tomando como referencia los 27 sectores de actividad en España, en lugar de las 17 CC. AA. Las informaciones pro- porcionadas por este capítulo permiten alcanzar algunas conclusiones de gran interés. En primer lugar, ha consta- tado que, desde la perspectiva de los intangibles, existen notables diferencias entre sectores. Por ejemplo, su peso

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