Experimentación en las políticas públicas

LA EXPERIMENTACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

programa de cuatro millones de euros para promover la utilización de RCT en las agen- cias de innovación. Para ese momento, la agencia británica Nesta ya había desarrollado metodologías específicas de experimenta - ción pública basándose en RCT y el J-PAL había desarrollado no solo publicaciones, sino numerosos programas de formación acadé- mica y ejecutiva, que se habrían replicado en otras universidades a lo largo del planeta. En 2019, los dos fundadores del J-PAL recibirían el Premio Nobel de Economía, de manera compartida con Michael Kremer, otro de los pioneros en el ámbito de la experimentación pública. En 2021, el Nobel volvería a recaer sobre expertos en experimentación, como David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens, consolidando de esta manera la disciplina de la economía experimental y los experimentos como método válido de conocimiento de la realidad social.

modificar conductas en una dirección social - mente deseable (Sunstein y Thaler, 2010). Un ejemplo claro de este tipo de nudges es el establecimiento del permiso de conducir por puntos. El desarrollo de esta disciplina también ha significado grandes avances en la elaboración de políticas públicas, al permitir evaluar la reacción de la ciudadanía ante determinadas decisiones públicas y medir sus efectos en condiciones experimentales. De esta manera, han proliferado los laboratorios de economía conductual, donde, a través de experimentos controlados, se han evaluado diferentes op- ciones de política pública en ámbitos como la salud pública, la política fiscal o el medio am - biente, en muchos casos a través del apoyo de las instituciones multilaterales de desarro- llo. La extensión de este tipo de prácticas ha generado la aparición de unidades conductua- les en numerosos Gobiernos, así como una extensa literatura académica sobre la econo- mía y las políticas públicas conductuales. 2.2. Modalidades de ex- perimentación pública Como hemos señalado con anterioridad, los RCT o controles de prueba aleatoria son considerados el «estándar de oro» en materia de experimentación pública. Sin embargo, y como veremos, son costosos y complejos de desarrollar, y no siempre se cumplen las condiciones necesarias para su correcta eje- cución. De esta manera, se han desarrollado otras modalidades que, sin cumplir todos los requisitos, ofrecen también evidencia sufi - cientemente robusta. Así, clasificaremos los experimentos de la siguiente manera:

2.1.2.La experimentación pública y las políticas públicas conductuales

El auge de la experimentación pública debe entenderse siempre en paralelo con la cons- trucción de las políticas públicas conduc- tuales. Entendemos las políticas públicas conductuales como aquellas que tienen en cuenta la reacción de la ciudadanía ante determinados estímulos — nudges, en in- glés— que pueden influir en la conducta de las personas en una determinada dirección. La aparición de las políticas públicas conduc- tuales tiene su origen tanto en la psicología como en la economía conductual, entendien- do esta como la rama de la economía que tiene en cuenta los sesgos y condicionantes de las personas en la toma de decisiones. Los descubrimientos recientes sobre el compor- tamiento económico y social de las personas nos llevan a pensar que su toma de decisio- nes no siempre sigue los criterios de estricta racionalidad, y que estos criterios pueden ser influenciados a través de pequeños estímu- los —los ya señalados nudges —, que permiten

• Experimentos aleatorizados:

o RCT.

o Pruebas múltiples.

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