LA EXPERIMENTACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
• Deseabilidad social: Los participantes esconden comportamientos socialmente indeseados y vulneran la integridad del ex- perimento. Un porcentaje de los estudiantes con apoyo escolar copian en los exámenes y no lo declaran a la persona investigadora. En este caso, el experimento sobredimen- sionará el efecto del programa de apoyo escolar, pero la razón es que el alumnado está desarrollando una práctica que no es deseable y la oculta en el proceso de inves- tigación. Todos estos elementos deben ser tenidos en cuenta a la hora de ejecutar el experimento, de manera que tanto el diseño como su ejecución deben ser muy cuidadosos para evitar que estos problemas comprometan su validez.
• Es necesario involucrar a todas las partes interesadas para garantizar la relevancia del experimento.
• Es conveniente proporcionar la evidencia de manera integrada.
• Se debe insistir en el contexto social, político y cultural en el que se ha desarrollado el expe- rimento, para evitar extrapolaciones inadecua- das. • Se debe tener particular cuidado en empa- tizar con la audiencia a la que está dirigida la comunicación.
• Se deben comunicar los resultados de una manera sencilla, atractiva y transmisible.
2.4.3. Análisis de resultados
En definitiva, la generación de evidencia, máxi - me si va a estar dirigida a mejorar las políticas públicas, debe ser adecuadamente comunica- da para evitar malas interpretaciones y conclu- siones que no se correspondan con el experi- mento. Un buen ejemplo que se puede citar es el del experimento desarrollado en Finlandia con la renta básica. El objetivo era determinar si una renta universal implicaba una mejoría en la búsqueda de empleo frente a otros meca- nismos de apoyo. El resultado del experimento fue que los perceptores de la renta básica tenían las mismas probabilidades de encontrar un empleo que los perceptores de otros meca- nismos de apoyo, y que, de manera adicional, mejoraban en gran medida su calidad de vida. Los medios de comunicación se hicieron eco del experimento señalando que la renta bási- ca había fracasado, sin matizar cuáles eran la pregunta del experimento, sus objetivos, el contexto en el que se había desarrollado y sus resultados completos.
Finalmente, una vez concluido el experimento, se debe llegar a la fase de análisis de resulta- dos y su comunicación. Para el análisis de resultados, se suelen utilizar herramientas de estimación estadística y eco- nométrica que permitan determinar los efectos de las políticas públicas testadas, incluyendo la comparación entre diferentes alternativas, en función de los resultados obtenidos. Las herramientas de contraste de hipótesis llevan asociadas un nivel de significatividad y un margen de confianza, de manera que, a mayor poder estadístico, mayor confianza podemos mantener en el experimento. Una vez analizados los resultados, estos de- ben comunicarse para conformar la base de toma de decisiones en el diseño de las políticas públicas. Como veremos más adelante, y como ya hemos visto en la escala de las evidencias, la existencia de un único experimento puede ser insuficiente para confirmar la validez de una política pública. De esta manera, se puede desarrollar una serie de buenas prácticas en el momento de proceder a la comunicación de los resultados (Medical Research Council, 2013):
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