LA EXPERIMENTACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
El 'sandbox' regulatorio como marco para la experimentación En muchas ocasiones, los experimentos no se pueden desarrollar en condiciones regulatorias y legales reales. Para ello, puede ser de utilidad el establecimiento de un sandbox regulatorio como marco en el que desarrollar los experi- mentos.
relevantes como para tenerlos en cuenta en el diseño de las intervenciones. Algunas Admi- nistraciones, como el Gobierno finlandés, han establecido códigos éticos para el desarrollo de la experimentación pública (Hopkins et al., 2020). Otro de los aspectos que se deben tener en cuenta es el coste y el consumo de recursos necesario para el desarrollo de un experimen- to público. Los RCT suelen ser metodologías caras de implementar, y vienen asociadas a importantes inversiones en materia de ase- soría, recursos humanos, capacidades de recolección y tratamiento de datos, entre otros conceptos. De esta manera, se debe dimensio- nar adecuadamente el experimento que se va a desarrollar en función de los recursos de los que se dispone, siempre teniendo en cuenta que el coste más alto es, en definitiva, el coste de una política pública que no ha sido testada y de la que no se conocen sus resultados ni su impacto. Finalmente, los experimentos como los RCT nos explican si una política pública funciona o no, y en qué grado, pero nos dicen poco sobre por qué o cómo funciona en la realidad. Por esta limitación, los experimentos basados en la aleatorización suelen complementarse con otros análisis cualitativos o de otro tipo, que permiten conocer, con mayor amplitud, todos los aspectos relacionados con dichas políticas (es el caso de los análisis coste-beneficio, que permiten medir la eficiencia de las intervencio - nes de una política pública).
De acuerdo con el informe «Regular el futuro» de la Fundación COTEC:
El sistema sandbox permite conocer en mayor profundidad los beneficios y riesgos de un nuevo producto o modelo de negocio, dando la posibilidad de afinar y ajustar las innovaciones en un entorno de mercado. De esta forma, se minimiza la inseguridad jurídica y se ayuda a mejorar el acceso a la inversión al ofrecer un marco seguro y predecible a los proyectos de innovación. Al mismo tiempo, facilita la colaboración entre Administraciones, empresas y ciudadanos, contribuyendo a modernizar el contexto regulatorio de las actividades productivas y, por encima de todo, asegurando la protec- ción de los derechos de los ciudadanos. De esta manera, los sandboxes pueden su- poner entornos adecuados para el estableci- miento de experimentos públicos, evitando las dificultades regulatorias existentes. Más allá de los problemas legales, existen otros problemas que afectan al desarrollo de los experimentos públicos, como por ejemplo los problemas éticos. La ética de los experi- mentos ha sido muy debatida, partiendo de la idea de que se está experimentando con seres humanos, y, por ejemplo, se está negando al grupo de control una política o tratamiento al que tendría derecho, o se desarrollan políticas experimentales que terminan empeorando las condiciones o calidad de vida de las personas que forman parte del grupo de tratamiento. Estos aspectos éticos son lo suficientemente
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