Administración electrónica y personas mayores

Mejoras en el acceso y uso de la Administración electrónica por parte de las personas mayores

tacan, por ejemplo, que las personas mayores sean estigmatizadas públicamente de manera que se vean invisibilizadas por la opinión públi- ca, lo que provocará un alejamiento de la vida social, así como su ausencia en la participa- ción y toma de decisiones. Del mismo modo, la brecha digital por edad causa que este colec- tivo vea limitado su acceso a la información y a los servicios de base tecnológica, ya que la sociedad prioriza este canal frente a los tradi- cionales. La capacitación digital de la ciudadanía es recogida en la «Línea 1: Capacitación digital de la ciudadanía» del Plan Nacional de Compe- tencias Digitales El objetivo principal que se fija es la capacitación de la ciudadanía en com- petencias digitales básicas para que todas las personas puedan operar en el entorno digital y, al mismo tiempo, puedan relacionarse con las administraciones públicas mediante el uso de las nuevas tecnologías con autonomía y suficiencia. Tal y como se sugiere en esta línea 1, se debe dar un protagonismo especial a las entidades locales, pues la dimensión local es crucial para llegar a la ciudadanía en su conjunto, aunque no se debe desdeñar el papel fundamental que pueden jugar tanto las administraciones autonómicas como la estatal, ya que cabe la posibilidad de apoyarse en la asociación Somos Digital —anteriormente denominada Asociación Comunidad de Redes de Telecen- tros— como punto de partida y en la red de Aulas Mentor, dependiente del Ministerio de Educación y Formación Profesional. La línea de acción consiste en el aprovecha- miento de las infraestructuras existentes —tanto autonómicas como estatales— para llevar la formación y capacitación en compe- tencias digitales al ámbito local y a toda la ciudadanía. Basándose en las características de las personas mayores, resulta conveniente la confección de un itinerario formativo ho- mogéneo, ordenado y coordinado, aunque lo suficientemente flexible para que se puedan

ver satisfechas las necesidades de todas las personas mayores.

Asimismo, dicho itinerario formativo debe basarse en una pieza fundamental: el progra- ma formativo. Este se ha de diseñar y debe tener un planteamiento de desarrollo que sea homogéneo para todos los territorios; y, sobre todo, debe estar basado en las competencias digitales definidas en el Marco Europeo de Competencias Digitales para los Ciudadanos (DigComp 2.1). Existen competencias digitales que, por su contenido o naturaleza, no tienen una vinculación directa con la relación que las personas mayores de servicios públicos digi- talizados pueden establecer con las adminis- traciones públicas, tales como las propias de las áreas 3 (creación de contenidos digitales), 4 (seguridad) y 5 (solución de problemas). Sin embargo, las competencias digitales conteni- das en las áreas 1 (información y alfabetiza- ción de datos) y 2 (comunicación y colabora- ción) son cruciales para el establecimiento de una relación con las administraciones públicas de autonomía y confianza, y, además, sosteni - da en el tiempo. Por tanto, el programa forma- tivo debe centrarse en la capacitación de estas últimas competencias digitales. Igualmente, dicha capacitación debe ser capaz de prevenir cualquier manifestación de discriminación por edad o edadismo. a las entidades locales, pues la dimensión local es crucial para llegar a la ciudadanía en su conjunto. Se debe dar un protagonismo especial

Así pues, el programa formativo debe ser diseñado por agentes especialistas del Minis-

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