No es hasta 2016 cuando crece el número de investigadores en am bos sectores, público y empresarial, de modo que ese año ya hay un 1,2% más de investigadores empresariales de los que había en 2008. Sin embargo los investigadores públicos son to- davía un 6,2% menos. Esta evolución no sigue la misma pauta que la de las cifras de gasto, ya que el gasto en i+d de las em- presas se mantiene todavía un 11,6% por debajo del de 2008, y el gasto público solo el 7,6%. La proporción de investigadores en el total de ocupados (figura 1.4) , además de indicar el peso de la i+d en el conjunto de actividades económicas, da una idea de su estabilidad re- lativa en el empleo. Puede verse que esta proporción creció en algunos años posteriores al inicio de la crisis, lo que indica que la destrucción de empleo afectó a los investigadores en menor medida que al promedio de la población, aunque luego volvió a reducirse, especialmente en el sector público. En 2016 las proporciones son ligeramente superiores a las de 2008, tanto la del sector público (4,37‰ frente a 4,20‰) como la del em- presarial (2,61‰ frente a 2,33‰). Puede apreciarse además en la figura, cómo la proporción de investigadores empresariales en el total se mantuvo relativamente estable, desde el 35,6% de 2008, hasta el máximo del 37,4% alcanzado en 2016, con un mínimo del 33,9% en 2010.
Para poner en perspectiva la evolución de la actividad de i+d en España, se comparan a
1.2. Comparación internacional
continuación sus principales indicadores con los de países de nues- tro entorno. El crecimiento del gasto en i+d en la ue -28 en 2016, el 0,54%, fue el más bajo registrado desde 2009, con resultados muy dispares, desde caídas como el 7,2% en el Reino Unido, o el 2,5% en Italia hasta subidas como el 4,1% en Alemania o el 5,1% en Portugal. España, con un gasto total en i+d de 13260 millones de euros, cre- ció el 0,67%, casi el doble que el promedio europeo. Sin embargo, España sigue sin recuperar los niveles de in- versión en i+d de 2009 (está un 9,1% por debajo, figura 1.5) . Por el contrario, la ue los ha superado de forma clara (está un 27% por encima). La práctica totalidad de los países europeos (25 de 28) han recuperado y superado esos niveles. España es una excepción en Europa junto a Finlandia y Portugal. Si se compara el gasto en i+d pública y en i+d privada de 2016 con sus equivalentes de 2008, puede verse cómo España queda totalmente descolgada de los países de su entorno (figura 1.6 página siguiente). En lo referente a las empresas, España es el único país de los cinco grandes de la ue en el que su gasto en i+d en 2016 es inferior al de 2008 (el 11,1%), pese a que el pib es un 0,2% ma- yor. En el conjunto de la ue -28, el gasto empresarial en i+d es un 29,9% mayor, frente a un crecimiento del pib del 14,0%. Esta peculiaridad española va a ser sin duda un lastre para la compe- titividad de nuestras empresas.
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