LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA

LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA. AVANCES Y RETOS POR REGIONES Y SECTORES

En general, el crecimiento de la digitalización ha sido elevado en las manufacturas y más reducido en los servicios. Los menores crecimientos se observan en otros servicios, en agricultura y pesca, en actividades inmobiliarias, en Administraciones públicas, defensa, educación y sanidad y en la construcción, donde no se llega ni a 1,5 puntos porcentuales de crecimiento. El avance generalizado en todos los sectores de actividad está provocando que se reduzcan las diferencias crecientes entre ellos. Los datos estimados confirman que, aunque en el conjunto de la economía española las rentas del capital y del trabajo han mantenido una proporción estable, en la economía digital las rentas del capital cada vez absorben mayor proporción del VAB. Este cambio relativo en la distribución del VAB se puede caracterizar por los siguientes hechos. En primer lugar, el avance de las rentas del capital digital sobre el capital total ha sido más intenso que en el caso del trabajo. En segundo lugar, a diferencia del conjunto de la economía, en la que la parte de las rentas que remuneran el capital y el trabajo ha mantenido una proporción constante, en los factores digitales no ha sucedido lo mismo, pues el capital ha concentrado cada vez una mayor proporción del VAB digital, y en el año 2021 alcanzó el 46,9 % del total de las rentas asociadas a la digitalización. En tercer lugar, este fenómeno es una cuestión generalizada en todos los sectores de la economía. La digitalización en el trabajo es menor, avanza más lentamente y todos los sectores son más heterogéneos. En cambio, en el capital sucede lo contrario: hay una mayor digitalización, un avance más rápido y mayor homogeneidad. Estos distintos ritmos de avance han aumentado la distancia entre la intensidad digital de ambos factores productivos. El avance generalizado en todos los sectores de actividad es el principal

motor de la digitalización tanto en el EBE como en la RT, pero en el capital es prácticamente el único determinante, ya que los cambios en la especialización tienen una importancia menor. El ranking por regiones del VAB digital es similar al del VAB, excepto por el hecho que de dos regiones concentran más de la mitad del primero: Madrid (30,7 %) y Cataluña (21,2 %). En términos de penetración de la digitalización en la estructura productiva regional, la ventaja de Madrid es clara, pues el 23,7 % de su VAB es digital, frente a las siguientes, Cataluña (16,7 %) y el País Vasco (16,4 %), todas ellas por encima del promedio nacional. El resto de las regiones son relativamente homogéneas, con una penetración que se sitúa entre el 14,0 % (La Rioja) y el 7,5 % (Ceuta y Melilla). Recordemos que, para la media de España, el peso de la economía digital es del 15,0 %. En todas las regiones el avance en la digitalización es claro, aunque se advierte, de nuevo, el mayor dinamismo de Madrid, el País Vasco y Cataluña (7,5, 6,6 y 6,5 puntos porcentuales de crecimiento respectivamente). En las demás las regiones, el crecimiento es menor y más homogéneo entre ellas, entre 1,9 y 5,6 puntos porcentuales. Madrid y Cataluña también tienen ventaja en cuanto a su especialización en sectores en los que la digitalización es mayor, pues los sectores de digitalización alta aportan el 34,8 % y el 27 % del VAB total respectivamente. A estas dos comunidades les siguen el País Vasco (24,5 %) y Navarra (24,3 %). Las regiones con una especialización menos orientada a la digitalización son Andalucía, Canarias y las Islas Baleares, donde los sectores de baja digitalización representan entre el 51,7 % y el 61,1 % del VAB regional. Estas comunidades tienen en común un elevado peso del sector turístico, en el que la hostelería tiene un papel

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