Tecnología en la educación

Este estudio parte de los microdatos de PISA 2018, una evaluación trienal liderada por la OCDE donde se evalúan las competencias matemáticas, científicas y lectoras del alumnado de 15 años.

La digitalización de las aulas ha sido una apuesta firme para la modernización del sistema educativo, así como la reducción de la “brecha digital” y la adquisición de habilidades digitales del alumnado. Estas competencias juegan un papel fundamental en la actualidad, no sólo en el ámbito laboral, sino también en términos de participación ciudadana (como en el acceso a la información). En las últimas décadas, el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se ha visto incrementado a nivel global y en las aulas en particular. Por ello, una de las cuestiones clave, ahora, radica en evaluar hasta qué punto el uso de las TIC —más que el propio acceso a las mismas— impacta en las competencias del alumnado. El presente estudio trata de dar respuesta a esta cuestión, incorporando un enfoque innovador a la literatura previa. En primer lugar, se parte de la premisa de que un aumento en la frecuencia de uso de la tecnología podría tener un impacto diferente en el rendimiento del alumnado dependiendo del grado de uso que se realice. Es decir, podría suceder que un uso extremo tenga efectos negativos, pero que un uso medio sea más beneficioso que uno nulo, como sugiere la OCDE (2015). Esto contrasta con la metodología de la mayoría de estudios previos, donde no se contemplan estas posibles relaciones no lineales. En segundo lugar, se ofrece un análisis granular para identificar posibles impactos desiguales por colectivos (género y nivel socio-económico) y zonas geográficas (países de la OCDE y regiones españolas). En tercer lugar, se aplica un enfoque innovador para identificar si los resultados en PISA vienen determinados por el uso desigual de las TIC o si, por el contrario, son las características del alumnado que las usa las que determinan el resultado. Por primera vez en este contexto se aplica la técnica de Inverse Probability Weighting para poder dar respuesta a esta cuestión. Por último, se analiza si las políticas y recursos de los centros educativos centradas en el uso de dispositivos digitales tienen un impacto en el rendimiento académico del alumnado. Este estudio parte de los microdatos de PISA 2018, una evaluación trienal liderada por la OCDE donde se evalúan las competencias matemáticas, científicas y lectoras del alumnado de 15 años. La base de datos proporciona información detallada sobre el perfil socio- demográfico del alumnado, entre otros aspectos. Asimismo, la OCDE, consciente de la necesidad de conocimiento sobre el alcance y

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