nuevas formaciones complementarias para los estudiantes de últimos cursos de grado, orientadas a la adquisición de competencias transversales para mejorar su empleabilidad. Aunque en la mayoría de las universidades la oferta es aún incipiente, algunas han empezado a estructurar catálogos de microcredenciales más completos y orientados a la recualificación de la población adulta y con experiencia profesional, en el marco de fórmulas de colaboración con los sectores productivos. Algunas microcredenciales se han desarrollado con la financiación de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que contemplan la recualificación de trabajadores, fundamentalmente en los ámbitos verde y de digitalización. Asimismo, las microcredenciales también han sido objeto de las Universidades Europeas, entre ellas el European Consortium of Innovative Universities (ECIU), la EuroTeQ Engineeriing University , o la European University of Wellbeing (EUniWell), bien como tema de análisis y reflexión, bien como uno de los programas académicos generados por la alianza. Igualmente, los programas de microcredenciales están siendo objeto de financiación del programa de financiación Erasmus +. El Plan de Acción para el desarrollo de las microcredenciales universitarias en España En este contexto, el 19 de junio de 2023 el Ministerio de Universidades presentó en Málaga el Plan de Acción para el desarrollo de las microcredenciales universitarias en España, que propone un diagnóstico y un marco compartido, de acuerdo con las indicaciones de la Recomendación europea sobre microcredenciales, así como un primer conjunto de actuaciones para impulsar una oferta de microcredenciales universitarias relevantes y de calidad.
plantillas como para mantener una interlocución directa con las universidades.
alianzas entre universidades, colaboraciones con otras instituciones educativas, o con representantes de los sectores productivos, administraciones o el tercer sector, en forma de nuevas instituciones educativas, plataformas colaborativas, consorcios, o escuelas interuniversitarias dedicadas a ámbitos de formación concretos. De esta forma, las universidades pueden combinar una oferta propia relevante para su entorno local y, al mismo tiempo, participar de una oferta de mayor escala en alianza con otras universidades, que permita generar economías de escala, prevenir esfuerzos redundantes, reforzar el valor de la microcredencial, e incluso alinearlas en un nuevo eje de internacionalización en formación a lo largo de la vida, especialmente en los espacios europeo e iberoamericano de educación superior. Por ello, el plan prevé promover proyectos colaborativos para coproducir microcredenciales conjuntas. 3) Ofrecer microcredenciales de impacto laboral y educativo . La financiación a las universidades para la formulación de las microcredenciales entraña el riesgo de orientar la formación excesivamente a la oferta y, por lo tanto, que las universidades ofrezcan aquellas formaciones que crean más relevantes desde su propia perspectiva o bien aquellas para las que se sientan más capacitadas de acuerdo con sus recursos, lo que no tiene por qué coincidir con las habilidades, competencias y conocimientos que más interés puedan tener para la población adulta o las que más necesitan los sectores productivos. Igualmente, también existe el riesgo de que el desarrollo de las microcredenciales consista, fundamentalmente, en modularizar la oferta de títulos propios o la oferta de posgrado oficial ya existente y ofrecerla en partes más pequeñas. Sin embargo, las microcredenciales implican una alteración fundamental tanto del público como de los objetivos formativos de la educación superior: del alumnado joven en formación inicial a las personas adultas, mayoritariamente profesionales, a menudo, con conocimientos avanzados y necesidades de especialización. Por ello, las microcredenciales no deberían consistir solamente en formatos más breves, sino, sobre todo, en adecuar los contenidos, los métodos pedagógicos y el tipo de profesorado a las características de la población objetivo adulta y sus objetivos de aprendizaje. Por todo ello, la relevancia y la calidad devienen aspectos fundamentales para que las microcredenciales tengan impacto sobre las carreras profesionales y los itinerarios formativos de las personas adultas. Para garantizar la relevancia, el Plan prevé el desarrollo de un ejercicio
Por todo ello, el plan recoge actuaciones de comunicación para mejorar el conocimiento y legitimación de las microcredenciales; la creación de una plataforma digital que sirva como ventanilla única en la que presentar toda la oferta de microcredenciales universitarias, realizar búsquedas inteligentes, usar una herramienta de orientación masiva, y acceder de forma casi inmediata a la matriculación; el desarrollo de la financiación a la demanda mediante las bonificaciones del sistema de formación en el trabajo; y el ensayo de mecanismos de intermediación entre las universidades y las micro, pequeñas y medianas empresas, los trabajadores autónomos, el tercer sector y las administraciones locales para identificar y agregar necesidades de recualificación, y facilitar la interlocución con las universidades para poderlas satisfacer. 2) Transformar las universidades en instituciones de formación para todas las edades . El desarrollo de la oferta de microcredenciales se enmarca en la ampliación de las funciones de las universidades para convertirse en instituciones que acompañen a las personas en sus necesidades de formación a lo largo de toda la vida. Este proceso de transformación comprende diversos retos y, de forma destacada, una financiación adecuada y la alineación de los incentivos internos para que el personal docente e investigador proponga, formule y participe en la oferta de microcredenciales. Por ello, el Plan incluye la creación de un fondo de 50 M€ para la financiación inicial de las microcredenciales universitarias para el periodo 2024-2026, vinculado a la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia; propone promover la participación de las universidades como proveedores de formación en planes y programas sectoriales, siguiendo la estela de los actuales PERTE, así como fomentar la inclusión de las microcredenciales en los instrumentos de programación plurianual para la determinación de la financiación de las comunidades autónomas que promueve la LOSU. También incluye el reconocimiento de la docencia en actividades de formación a lo largo de la vida en el procedimiento de acreditación y en los sexenios de transferencia e intercambio de conocimiento del personal docente e investigador. Asimismo, la provisión de las microcredenciales no debería basarse, únicamente, en un modelo de proveedor único, sino que deberían establecerse
El Plan de Acción se estructura en cinco grandes pilares:
1) Estimular la formación a lo largo de la vida de las personas adultas y sus empleadores . A pesar del potencial de la «educación en pequeño», existen factores que podrían debilitar el interés por las microcredenciales, tales como la poca conciencia del riesgo de automatización de los empleos y de la obsolescencia de las propias capacidades; la débil tradición de formarse en edad adulta y en el lugar de trabajo en España; el desconocimiento sobre qué es y para qué sirve una nueva credencial educativa no convencional, cuya flexibilidad y heterogeneidad dificulta su interpretación; las barreras individuales de acceso, como la falta de tiempo, el desconocimiento de la oferta disponible, el coste económico o la falta de apoyo por parte del empleador; así como la elevada proporción de micro, pequeñas y medianas empresas en España, con menor capacidad tanto para financiar las necesidades formativas de sus
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