de «inteligencia de capacidades» para detectar las competencias, habilidades y conocimientos en mayor demanda y traducirlas en propuestas de microcredenciales, así como el desarrollo de fórmulas de colaboración estrecha y estable entre las universidades y las empresas, entidades y administraciones que proveen los empleos para asegurar que las microcredenciales responden a sus necesidades y dotan al alumnado de los conocimientos, competencias o habilidades adecuados para sus puestos de trabajo. Estas colaboraciones pueden comprender desde la concepción hasta el codiseño y la coproducción de las microcredenciales. Con el fin de fomentar la calidad, el Plan contempla la recualificación y el apoyo técnico al personal docente para adecuar la docencia a las singularidades de la población adulta, la modalidad virtual y/o el aprendizaje y evaluación competenciales, así como el desarrollo de sistemas de aseguramiento de la calidad apropiados para formaciones breves cuya formulación y reformulación debe ser ágil. En este sentido, el Decreto 822/2021 ya establece que el aseguramiento de la calidad de los títulos propios de formación a lo largo de la vida corresponde a los sistemas de calidad internos de cada universidad, que podrán reforzarse mediante mecanismos de evaluación externa de acreditación institucional. Finalmente, la calidad también se fomentará mediante procesos iterativos de evaluación y mejora de los programas: innovar en el diseño y las formas de provisión, evaluar los resultados, y adaptar la oferta de acuerdo con el conocimiento y aprendizajes generados. 4) Garantizar el derecho a la formación de todas las personas adultas . Una de las misiones que deberían singularizar a las universidades públicas en el ecosistema formativo de microcredenciales es, sin duda, la de hacer llegar estas oportunidades educativas a quién más las necesita, y así hacer
efectivo el derecho a la formación a lo largo de la vida para todos. El reto es significativo, porque la formación a lo largo de la vida reproduce el llamado efecto Mateo, por el que las personas con mayor nivel educativo (y, por lo tanto, mayor renta y nivel socioeconómico) tienden a buscar más oportunidades formativas, es más probable que persistan hasta completarlas y obtienen mayores retornos de esta formación en términos económicos y laborales. El Plan contempla diversas medidas para favorecer la equidad en el acceso y en la compleción de las microcredenciales universitarias: en primer lugar, el diseño de una parte de la oferta específicamente orientada a las personas con mayores necesidades formativas. Aunque, como se ha dicho, las microcredenciales universitarias pueden tener objetivos diversos, resulta imprescindible que cada microcredencial esté específicamente diseñada para los objetivos de aprendizaje de una población objetivo concreta. En segundo lugar, el desarrollo de servicios de orientación, puesto que el reto no es solamente democratizar el acceso a las microcredenciales universitarias, sino conseguir que cada persona participe en la formación más adecuada para garantizarle un aprendizaje efectivo y relevante para su proyecto vital y profesional. Otra línea de actuación relevante en términos de equidad es la prevención del abandono, particularmente en las formaciones virtuales, mediante tecnologías analíticas digitales de detección del riesgo de abandono, así como con el desarrollo de servicios de apoyo, acompañamiento y mentorías. Las barreras económicas constituyen otro factor determinante para la equidad. Por ello, el Plan prevé un sistema de becas y ayudas para personas en desempleo, renta baja o en situación de vulnerabilidad social en el marco de la financiación de la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 2024-2026, que cubrirá a un 25% de los participantes en formaciones conducentes a microcredenciales.
5) Facilitar itinerarios educativos personalizados en la edad adulta . La diversidad de necesidades, motivaciones y disponibilidades de las personas adultas para formarse a lo largo de la vida casa mal con la rigidez de formatos de la oferta actual. Al mismo tiempo, las generaciones de adultos más jóvenes muestran patrones de consumo nuevos, con preferencia por un acceso a la formación más personalizado y desjerarquizado (del disco de larga duración a la lista de reproducción individualizada) y por la inmediatez, en este caso, la posibilidad de adquirir la capacidad que se necesita justo cuando se necesita. Por ello, la oferta de microcredenciales no solamente debe ser suficientemente amplia y diversa para que cada persona pueda encontrar una microcredencial que se ajuste a lo que está
buscando, sino también flexible para poder construir itinerarios formativos personalizados.
Por ello, el Plan apuesta por facilitar la acumulación y combinación de microcredenciales en credenciales más amplias, como másteres; el reconocimiento de másteres o grados incompletos en forma de microcredenciales, así como permitir a la población mayor de 25 años que no cumple los requerimientos tradicionales el acceso a determinados grados universitarios por la vía de la acumulación de combinaciones de microcredenciales. Igualmente, para facilitar la construcción de un currículum a lo largo de la vida, el Plan prevé la adopción de la acreditación digital, no solamente como una forma de garantizar la seguridad, la portabilidad, la acumulación y capitalización de las microcredenciales en credenciales más amplias, sino también como fórmula para potenciar el reconocimiento y prestigio de las microcredenciales. En este sentido, España tiene parte de los deberes ya hechos gracias al programa CertiDigital.
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