Los datos e información recogida permiten obtener una aproximación de las tendencias y tipologías de proyectos que se están desarrollando actualmente en España. En este sentido, los casos y buenas prácticas identificados pueden servir además de ejemplo y fuente de inspiración para otras organizaciones. Este análisis ha puesto de manifiesto el avance en el sector empresarial, y ha permitido identificar experiencias de éxito que ya se están implementando en nuestro país. En este sentido, en 2019 se han identificado y analizado 167 casos, más del triple de los identificados en el informe de 2017. Con respecto a la importancia comparativa de los proyectos en función de las categorías de la Economía Circular, los proyectos relacionados con el reciclaje de residuos son los que presentan una mayor representatividad , al suponer el 51% de los casos descritos en 2019, casi idéntica proporción a la del primer informe, que fue el 52%. La segunda categoría en importancia por el número de casos identificados está relacionada con el ecodiseño, con un 19% de los casos, seguida de los casos relacionados con la producción (nuevas formas de producción o generación de nuevos productos), con un 18% de los casos. En el informe realizado en el 2017, la importancia relativa era casi la misma, aunque los casos relacionados con la producción suponía el 22% de los casos, frente al 20% relacionado con el ecodiseño. Cabe destacar el aumento de los casos y proyectos relacionados con el consumo (pautas de consumo, consumo colaborativo, etc.), que pasan de un 6% en 2017 a un 10% en el 2019. Finalmente, el peso de los proyectos relacionados con el insumo o input de materiales (nuevos usos de materiales) sigue teniendo una relevancia nula o escasa, con 0 proyectos para el 2017 y un 2% de los casos encontrados en el 2019. En lo que se refiere al análisis de datos y el sistema de indicadores, en los últimos dos años se han registrado avances importantes . Los cambios y aportaciones en el marco de seguimiento de la Economía Circular de la UE, así como los indicadores incorporados, han sido determinantes para unificar los criterios de medición. No obstante, sigue sin existir una metodología de análisis integral de circularidad que analice de manera completa la situación y la evolución de los ciclos que configuran la Economía Circular en el plano material. Para medir la eficiencia en el uso de los recursos, sigue siendo fundamental el análisis de flujo de materiales (AFM), así como el análisis del uso de materias primas, tal como se plantea en “La hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos” publicada por la Comisión. Además, actualmente, los indicadores específicos de circularidad se encuentran en una fase de definición y experimentación. Y como señala la Comisión Europea “no existe un indicador universalmente reconocido de «circularidad»”, y el número de indicadores fiables y listos para su uso es escaso (CE, 2018). Disponer de esos
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