Informe Economía Circular 2019

En este informe se recoge y analiza los indicadores disponibles de este modelo económico, que supone un cambio radical en los sistemas de producción y consumo actuales.

SITUACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA CIRCULAR EN ESPAÑA

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INFORME 2019

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All rigths reserved ©2019 Fundación Cotec para la innovación - Calle Velázquez, 24, 2º derecha

Autores principales:

Jordi Morató, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la UPC. Luis M. Jiménez, Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Socie- dades (ASYPS). Nicola Tollin, Recycling Cities International Network RECNET.

Co-autores:

Brent Villanueva, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la UPC. Atalya E. Montoya, Colaboradora Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la UPC. Duván Hernán López, Presidente Asociación Internacional Reciclar Ciudad (RECNET). José Luis de la Cruz, Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS). Elena Pérez Lagüela, Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las So- ciedades (ASYPS).

Diseño y maquetación:

Sara Gómez y Muriel Virseda

ÍNDICE

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Presentación

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Resumen ejecutivo Antecedentes Políticas para la Economía Circular

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1.1 Marcos de referencia para la transición a la Economía Circular

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1.2 Medidas de la Unión Europea en la Economía Circular

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1.3 Medidas desarrolladas en España en Economía Circular

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Panorama de la Economía Circular en España 84

2.1 Indicadores de productividad de los recursos

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2.2 Indicadores específicos de Economía Circular

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Casos y buenas prácticas en Economía Circular

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3.1 ECOEMBES - Buena práctica en reciclado, recogida y gestión de envases

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3.2 MERCADONA - Buena práctica de Economía Circular en el sector de la distribución. Nuevos modelos de tienda

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3.3 NATURGY - Buena Práctica en tratamiento de residuos. Proyecto de gas renovable en EDAR de Bens

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3.4 PLASTIC ENERGY - Buena práctica en reciclado industrial

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3.5 PROYECTO NEWFERT – Buena Práctica en input de materiales. Recuperación de nutrientes a partir de residuos orgánicos para la producción de fertilizantes. 122

3.6 RED DE ECONOMÍA CIRCULAR DEL VALLÉS - Buena práctica de fomento de la Economía Circular en el territorio 124

3.7 REPSOL - Buena práctica en estrategia corporativa de Economía Circular 126 128 3.8 SUEZ - Buena práctica en gestión del agua

3.9 ECONWARD - Buena práctica en tratamiento, reciclaje y valorización de residuos orgánicos

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3.10 SIGNUS - Buena práctica en la gestión y aportación de valor de los materia- les reciclados procedentes de los neumáticos fuera de uso 132

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Recomendaciones para una hoja de ruta de la Economía Circular en España 136 Referencias 144 Anexos. Fichas técnicas de actores y buenas prácticas de Economía Circular en España 154

PRESENTA- CIÓN

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PRESENTACIÓN

En el actual contexto de cambio permanente, acelerado y global en que nos encontramos, no sólo en el ámbito tecnológico, sino también en el político o el económico, Cotec centra la mayoría de sus esfuerzos en facilitar, de forma justa e inclusiva, tres grandes transiciones en las que estamos todos inmersos: la que nos lleva de lo analógico a lo digital (en los flujos de información); la que nos conduce de lo material a lo intangible (en los flujos de inversión); y la que nos transporta de lo lineal a lo circular (en los flujos de ma- teria y energía). Respecto al rediseño del modelo de producción lineal, que debe conducirnos progresivamente a una Economía Circular, la labor de la Fundación Cotec, tanto en el plano de diseño de políticas como en el divulgativo, ha sido pionera en España y en los países de nues- tro entorno geográfico y cultural. En 2017, Cotec publicó el primer informe sobre la situación de la Economía Circular en España, que fue presentado en la ‘XI Cumbre de Cotec Europa’, presidida por S. M. el Rey junto con los jefes de estado de Italia, Sergio Mattarella, y Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Ese mismo año, lanzó un video de divulgación sobre la Eco- nomía Circular que ha alcanzado cerca de 14 millones de reproduc- ciones desde distintas redes sociales y ha generado más de tres millones de interacciones entre los usuarios. La Economía Circular está dejando de ser un concepto abstracto para adquirir cada vez más protagonismo, al convertirse en un re- ferente de los grandes cambios o transiciones que necesitan los modelos y estilos de vida actuales, los cuales implican una alta presión sobre los recursos, la degradación de los ecosistemas y la pérdida del capital natural. Se trata de disponer de nuevos patrones de desarrollo, que garanticen un futuro sostenible, transformando sustancialmente nuestras formas de producir, consumir y vivir. En los últimos años la Economía Circular ha sido objeto de una atención creciente entre científicos, responsables políticos, secto- res empresariales y organizaciones en todo el mundo. De hecho, en el caso de la Unión Europea, la economía de “ciclos cerrados” ha pasado a ser una prioridad. Las acciones propuestas por la UE en

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materia de Economía Circular desde mediados de esta década es- tán calando en el funcionamiento de los sistemas productivos y en el comportamiento de los ciudadanos, lo que contribuirá de forma positiva tanto al medio ambiente, como a la economía y a la salud de las personas de los países miembros. En el caso de España, tras la presentación por parte de la Comisión Europea en diciembre de 2015 del Plan de Acción de la UE para la Economía Circular, y las sucesivas iniciativas desarrolladas en 2017 y 2018, se han intensificado las acciones llevadas a cabo en el ámbito de la circularidad por parte de las administraciones (central, regional y local), así como por parte de los sectores empresariales, las instituciones y la sociedad civil. La innovación supone un elemento clave para lograr la transición hacia una Economía Circular. Serán necesarias nuevas tecnologías, procesos, servicios y modelos empresariales, así como el cambio integral en los hábitos de comportamiento de los consumidores. Además, la gestión de todos estos cambios exige a las administra- ciones, empresas y ciudadanos disponer de datos e información para la asignación de recursos y la toma de decisiones de forma responsable. Pero en muchos casos esta información todavía no está disponible o lo está de forma fragmentada. Con el primer informe realizado y presentado en el 2017, la Funda- ción COTEC contribuyó a cubrir, en parte, las carencias que existían en este sentido. De esta manera, se presentó una metodología de análisis del flujo de materiales e indicadores específicos de Econo- mía Circular, al tiempo que se elaboró el primer mapa de la situa- ción en España, analizando los datos disponibles, e identificando a algunos de los principales actores en España, así como casos de éxito y buenas prácticas. Con este segundo informe, COTEC quiere mantener su contribución al análisis de la situación de la Economía Circular en España, y pro- poner una hoja de ruta en la que se recogen prioridades necesarias y estratégicas para la transición de lo lineal a lo circular.

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Fundación COTEC, septiembre de 2019

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RESUMEN EJECUTIVO

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RESUMEN EJECUTIVO

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La transición hacia una Economía Circular en España ya está dando algunos pasos significativos. En los últimos años se han incorporado una amplia variedad de iniciativas administrativas, empresariales y sociales, en línea con lo marcado por la UE. A la luz de las experiencias en marcha, se espera poder alcanzar en un futuro próximo un desarrollo socioeconómico más sostenible, desacoplado del uso masivo de recursos no renovables, con una economía baja en carbono, y más justa. En los últimos años, la Comisión Europea ha adoptado diversas políticas y normativas, a la vez que ha impulsado la investigación e innovación, así como las inversiones y financiación de proyectos y acciones que respaldan la Economía Circular . Estas medidas están enfocándose hacia el desarrollo de nuevos modelos de negocio, además de hacia la transición de los sistemas productivos y las formas de consumo. Además, se ha mantenido y consolidado el esfuerzo para implementar el ambicioso Plan de Acción de la Economía Circular de 2015, adoptando en los tres últimos años nuevas medidas como la estrategia para los plásticos, el problema de la basura marina y las materias primas críticas.

En los últimos años se han incorporado una amplia variedad de iniciativas administrativas, empresariales y sociales

España se encuentra ante la oportunidad estratégica de aprovechar el impulso europeo para transitar por las vías de la circularidad dentro del marco de la sostenibilidad. Pero este objetivo no se alcanzará sin una firme voluntad política que reformule estratégicamente las formas de producir y consumir en base a nuevos ciclos técnicos y biológicos desde los ámbitos nacional, regional y local. Será imprescindible articular esfuerzos e incentivos apropiados en las diferentes fases de la transición, de forma que estén estructurados y programados en una verdadera hoja de ruta para la Economía Circular. Para ello será necesario definir marcos estables, y superar barreras técnicas y regulatorias, así como diseñar políticas e inversiones específicas con un horizonte temporal a largo plazo. Entre las acciones políticas a nivel nacional cabe destacar la propuesta del Gobierno de España para una Estrategia de Economía Circular 2030, en fase final de tramitación, y que se espera aprobar a lo largo de 2019. Asimismo, a nivel regional y local, también son relevantes los avances en el desarrollo de estrategias y programas específicos. No obstante, hay que señalar que, en muchas ocasiones, las estrategias se desarrollan sin que exista un diagnóstico previo, con lo que simplemente se trasladan al ámbito regional los objetivos y medidas planificadas a nivel europeo o nacional. Esta circunstancia puede debilitar la implantación de las estrategias, dado que obvia las características específicas de cada región , tanto en su dimensión cultural, esencial para la implicación de la población, como en las características de su tejido productivo y en las estructuras de gobernanza necesarias para una correcta implantación de las medidas. La escala local es especialmente importante para impulsar la circularidad, debido a su proximidad a los ciudadanos, a las empresas y a los trabajadores. No obstante, en la actualidad, la integración de la Economía Circular, en las entidades locales españolas se encuentra en un estadio incipiente . Los desarrollos de estrategias y medidas de Economía Circular en el ámbito local son puntuales y escasas, aunque existen ciudades que ya han empezado a trabajar en incrementar los niveles de reciclado, o en la recogida de desechos - en comunidades autónomas, como Cataluña y la Comunidad Foral de Navarra, ya es obligatorio recoger la materia orgánica de manera selectiva -.

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Para ayudar a que las entidades locales planifiquen su desarrollo en base a un modelo productivo de Economía Circular, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha culminado el desarrollo de la Estrategia Local de Economía Circular, que fue aprobada en marzo de 2019. El análisis de casos de buenas prácticas relacionados con la Economía Circular ha seguido la misma metodología que en el anterior informe. Se han identificado casos y actores relacionados con la Economía Circular en toda la geografía del estado español. La selección se ha basado, principalmente, en la identificación de buenas prácticas en proyectos o iniciativas del sector productivo (grandes empresas y pymes), organizaciones sin ánimo de lucro, y organizaciones gubernamentales, así como proyectos europeos coordinados por entidades españolas. Aunque no se trata de una recopilación exhaustiva con una relevancia estadísticamente significativa, la selección de proyectos e iniciativas de las organizaciones identificadas cubre el espectro de los objetivos principales de la Economía Circular, en cuanto a la reducción del impacto ambiental y a la revalorización de objetos en desuso, así como a la prevención de residuos, el diseño ecológico y/o la reutilización. Se han analizado también, algunos proyectos LIFE relacionados con la Economía Circular, por tratarse de un programa importante a nivel europeo en el ámbito del medio ambiente, y que cuenta con una gran incidencia a nivel de la investigación aplicada en España durante los últimos años.

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Los datos e información recogida permiten obtener una aproximación de las tendencias y tipologías de proyectos que se están desarrollando actualmente en España. En este sentido, los casos y buenas prácticas identificados pueden servir además de ejemplo y fuente de inspiración para otras organizaciones. Este análisis ha puesto de manifiesto el avance en el sector empresarial, y ha permitido identificar experiencias de éxito que ya se están implementando en nuestro país. En este sentido, en 2019 se han identificado y analizado 167 casos, más del triple de los identificados en el informe de 2017. Con respecto a la importancia comparativa de los proyectos en función de las categorías de la Economía Circular, los proyectos relacionados con el reciclaje de residuos son los que presentan una mayor representatividad , al suponer el 51% de los casos descritos en 2019, casi idéntica proporción a la del primer informe, que fue el 52%. La segunda categoría en importancia por el número de casos identificados está relacionada con el ecodiseño, con un 19% de los casos, seguida de los casos relacionados con la producción (nuevas formas de producción o generación de nuevos productos), con un 18% de los casos. En el informe realizado en el 2017, la importancia relativa era casi la misma, aunque los casos relacionados con la producción suponía el 22% de los casos, frente al 20% relacionado con el ecodiseño. Cabe destacar el aumento de los casos y proyectos relacionados con el consumo (pautas de consumo, consumo colaborativo, etc.), que pasan de un 6% en 2017 a un 10% en el 2019. Finalmente, el peso de los proyectos relacionados con el insumo o input de materiales (nuevos usos de materiales) sigue teniendo una relevancia nula o escasa, con 0 proyectos para el 2017 y un 2% de los casos encontrados en el 2019. En lo que se refiere al análisis de datos y el sistema de indicadores, en los últimos dos años se han registrado avances importantes . Los cambios y aportaciones en el marco de seguimiento de la Economía Circular de la UE, así como los indicadores incorporados, han sido determinantes para unificar los criterios de medición. No obstante, sigue sin existir una metodología de análisis integral de circularidad que analice de manera completa la situación y la evolución de los ciclos que configuran la Economía Circular en el plano material. Para medir la eficiencia en el uso de los recursos, sigue siendo fundamental el análisis de flujo de materiales (AFM), así como el análisis del uso de materias primas, tal como se plantea en “La hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos” publicada por la Comisión. Además, actualmente, los indicadores específicos de circularidad se encuentran en una fase de definición y experimentación. Y como señala la Comisión Europea “no existe un indicador universalmente reconocido de «circularidad»”, y el número de indicadores fiables y listos para su uso es escaso (CE, 2018). Disponer de esos

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indicadores será necesario a fin de describir tendencias que reflejen la esencia de la economía de ciclo cerrado, tal como es la preservación del valor económico de los productos, materiales y recursos, así como las tendencias relativas a la generación de residuos. Por ello se está trabajando en el desarrollo de métodos y recopilaciones de datos que puedan utilizarse, con miras a publicar los datos en los próximos años. Por el momento, con la implantación del marco de seguimiento de la UE, se ha avanzado en un conjunto de indicadores que tratan de reflejar de manera más efectiva los avances en Economía Circular con una visión general y categorizada de los puntos de apalancamiento fundamentales para el aumento de la circularidad de la economía de la UE. En el caso de España, mientras que el análisis macroeconómico de los flujos metabólicos de la economía española se encuentra en un notable nivel de desarrollo metodológico y de medición, con estadísticas fiables e indicadores maduros y comparables con bases homogéneas (INE, Eurostat, AEMA, MITECO), hay todavía un amplio camino por recorrer para adaptarse al sistema europeo de indicadores y medir de forma pertinente los elementos principales de una Economía Circular, para que sean congruentes con las características estructurales y sectoriales del escenario nacional. El “indicador líder” empleado por la Comisión Europea para medir los avances en Economía Circular, es la productividad de los recursos, que compara el Producto Interior Bruto (PIB) con respecto al Consumo Material Interior (CMI), y que permite medir la eficiencia en el uso de recursos materiales por parte de una economía , dando una aproximación cuantitativa de la situación de la Economía Circular. A medida que aumente la productividad de los recursos, la economía será más competitiva y sostenible. Este indicador ha mostrado mejoras continuas a nivel europeo, y de forma más contundente en el caso de España, especialmente desde el año 2007 hasta la actualidad, al triplicar el promedio europeo. La mejora notable en la productividad material de la economía española observada desde el inicio de la crisis se debe a que las disminuciones relativas registradas en consumo de materiales han sido más acentuadas que la disminución registrada en el PIB. Así, en el año 2008 el PIB/CMI era de 1,3804 €/kg, mientras que en 2017 era de 2,7963 €/kg. No obstante, hay que resaltar que en el análisis de las tendencias observadas se deben considerar varios factores. Por un lado, España tiene una estructura económica con un gran peso de los servicios y una baja proporción de industria pesada, lo que implica una menor demanda de insumos materiales a nivel general. Por otro lado, la modificación en el patrón de flujos de materiales registrada por España a partir de 2008 ha sido el resultado de una situación coyuntural, motivada por la disminución del peso de las actividades más intensivas en el uso de materiales sobre el PIB (principalmente la construcción) a raíz de la crisis

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económica y financiera iniciada en el año 2008. Y, por tanto, no es resultado de una presunta modificación del patrón estructural de la economía española, que más bien se resiste a afrontar cambios transformadores del modelo lineal. Cambios que tendrían que venir de lamanode impulsoressistémicos yde laaplicacióndepolíticasde nueva generación con una visión integradora. Así, desde 2014, según avanzaba el periodo de recuperación económica, se ha observado una disminución en la tasa de mejora de la productividad de los recursos, en paralelo al aumento y recuperación de la actividad productiva y, especialmente, un incremento en el uso y demanda de materiales de construcción, mostrando una tendencia de mejora de la productividad de los recursos más modesta en comparación con la tendencia que se venía observando en los últimos años. Esto es muestra de la existencia en España de acoplamiento económico-ambiental con unos patrones que siguen mostrando fuertes rigideces estructurales para introducir modalidades más circulares y sostenibles. Así, de cara a cumplir el objetivo político de la UE, también asumido

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por España, de aumentar la productividad de los recursos en un 30% para 2030, las tendencias en nuestro país se muestran inciertas. Considerando el actual punto de partida, las expectativas para mantener unamayor productividad de recursos pueden ser relativamente mejores respecto a la tendencia general de la UE. Sin embargo, no existen garantías de mantener la posición favorable conseguida hasta ahora, sustentada en razones económicas coyunturales del periodo recesivo.

Se ha observado una disminución en la tasa de mejora de la productividad de los recursos

En cualquier caso, hay que destacar que la apuesta por la productividad y la eficiencia en el uso de los recursos es un primer paso imprescindible, pero no conduce necesariamente a una reducción del uso global de los materiales, que es un objetivo general de la Economía Circular, y más especialmente cuando las ganancias de eficiencia pueden reducir los costes de producción y aumentar el poder adquisitivo de los consumidores, permitiendo un mayor consumo (efecto rebote), anulando así parte de las ganancias conseguidas.

La gestión de residuos también supone un elemento clave a efectos de mejorar los procesos de circularidad. Mientras que el nivel de generación de residuos municipales per cápita en la Unión Europea se ha mantenido relativamente estable (en torno a los 500 kg per cápita), España, que superaba la media de la UE hasta el año 2010, constata una tendencia de reducción con el inicio de la crisis económica y financiera en 2008, que cambió de tendencia de forma desfavorable a partir de 2014, con lo que también se pone de manifiesto el acoplamiento económico-ambiental del modelo de desarrollo con relación a la generación de residuos, que repuntan en los años de recuperación económica. Además, la situación actual sigue constatando la baja separación de los residuos, con altos niveles de residuos depositados en vertedero (el 57% de los residuos municipales, frente al 25% del promedio de la UE) y bajas tasas de reciclaje (33,5% en España, y 46,5% en la UE), lo que supone un gran reto para alcanzar los nuevos objetivos marcados por la UE a medio y largo plazo, que implican llegar al 65% de reciclaje de residuos municipales en el año 2030 y reducir el vertido al 10%. Consecuentemente, para encarar realmente la transición hacia una Economía Circular hay que abordar nuevos escenarios de desmaterialización, desenergización y descarbonización del sistema de producción y consumo, dando prioridad al ciclo recursos-residuos. Para ello será necesario incidir en la gestión sostenible de las materias primas, en el enfoque global del uso de materiales, y en el desacoplamiento de los procesos económicos respecto al impacto ambiental. Esto conduciría, no solo a mejoras en la productividad de los recursos, sino también a reducciones absolutas en el uso de los materiales, donde la Economía Circular apuesta por la durabilidad de los productos y la recuperación de los subproductos.

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Además, algunos temas toman mayor relevancia y exigen una definición e implantación de medidas con carácter urgente, como es el caso de los “residuos alimentarios” para frenar el vergonzoso despilfarro; o los procedimientos de adquisiciones, especialmente la “contratación pública circular”, consideradas como iniciativas impulsoras ejemplarizantes del cambio del modelo lineal. A este respecto, las expectativas sobre la incidencia favorable de las nuevas políticas públicas de compras y contratación con criterios de circularidad y sostenibilidad son muy altas, dado el alto margen de acción. Aunque España alcanzó menos del 40% de implantación, quedándose alejada del objetivo planteado por la UE, en el que el 50% de todos los procedimientos de licitación pública deben incluir criterios ambientales. Pero este cambio del modelo lineal al modelo circular exige que se puedan tomar medidas por parte de los gobiernos nacionales, regionales y locales en un entorno legal y normativo suficientemente previsible y motivador para los agentes socioeconómicos y la ciudadanía, contando con las distintas realidades y situaciones ambientales y socioeconómicas de cada caso. Por ello, la transición hacia una Economía Circular debe ser concebida en sentido amplio teniendo en cuenta toda la cadena de valor. El enfoque, por tanto, debe ser integrado para recoger todos los procesos que conforman el ciclo de vida de los productos, desde el diseño, la producción y el consumo, hasta la gestión de residuos y el mercado de materias primas secundarias. El “paquete” de medidas sobre la Economía Circular propuesto por la Comisión Europea, con sus planes y medidas de acción, permite establecer un marco común sólido y coherente para España, que combina una regulación inteligente, instrumentos basados en el mercado, incentivos, intercambio de información y apoyo para enfoques voluntarios. Además, la Economía Circular, con el consecuente cambio del modelo lineal predominante, es una realidad que conlleva grandes oportunidades económicas (por ahorro de materias primas, competitividad y oportunidades de negocio), y sociales (creación de nuevos empleos). Una apuesta decidida por la expansión de la Economía Circular podría crear nuevos yacimientos de empleo, debido a los nuevos puestos de trabajo creados, más allá del reciclaje, especialmente en los servicios de reparación y actualización, así como en actividades de refabricación, sectores que comparativamente son intensivos en trabajo. Si se tiene en cuenta la interacción intersectorial y los empleos indirectamente relacionados con la Economía Circular, la generación de empleo podría ser mucho mayor.

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Como se señalaba en laprimera edicióndel informeCotec, un cambio paradigmático de los sistemas de consumo y de producción, como el que se requiere para la transición hacia la EconomíaCircular necesita un rápido progreso en términos de innovación en diferentes ámbitos (2017) 1 , y un esfuerzo común e integrado por parte de los diferentes actores involucrados. En este sentido, hay que propiciar un mensaje a la sociedad y a las instituciones en favor de la “circularidad” y, explícitamente, hacer un llamamiento a las administraciones, las empresas, los ciudadanos y, especialmente, a las universidades y centros de investigación para que ayuden a mostrar el camino hacia el consenso en la conceptualización de la Economía Circular (ASYPS, 2018), profundizando en las definiciones, los grados de circularidad, y su relación con la sostenibilidad, así como fomentar la investigación multidisciplinar, ya que el paradigma de la Economía Circular requiere de aproximaciones y soluciones multidisciplinares desde el punto de vista social, económico, político y técnico.

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1 Legislación y normativas. Las principales barreras relativas a la legislación están relacionadas con la integración y armonización vertical entre políticas, con el fin de constituir un cuerpo legislativo que de manera apropiada normalice e integre los diferentes niveles legislativos europeos con los nacionales, regionales/autonómicos y locales en la gestión de recursos materiales/energéticos y residuos. Economía/finanzas. La Economía Circular precisa de una amplia reforma fiscal a medio plazo, que incluya medidas para dirigir la sociedad hacia la sostenibilidad, como por ejemplo la reducción de los impuestos sobre el trabajo y el aumento de los impuestos sobre el consumo de recursos no renovables en forma de materiales y combustibles fósiles. Educación y capacitación. La transición hacia una Economía Circular no se podrá alcanzar sin un cambio profundo, no solamente en los sistemas de producción, sino también en los de consumo. El sistema de educación a todos los niveles tiene un papel central en dar soporte a la constitución de usuarios/consumidores/ciudadanos más responsables, que puedan tomar decisiones diarias bajo un enfoque de preservación de los recursos de la cuna a la cuna y que estén más informados de sus propios patrones de consumo. Tecnología. Se precisa incentivar el desarrollo de tecnologías punteras que puedan favorecer la reducción en el consumo de materias primas y también favorecer el reúso y reciclaje de estos materiales al final de su ciclo de vida, a través de procesos de upcycling, reciclando materias primas de manera mejorada. Modelos de negocio. La transición hacia la Economía Circular necesita también del fomento y el desarrollo de nuevos modelos de negocio, tanto para la transformación de actividades económicas existentes, como para la creación de nuevas. En este sentido, los modelos negocio-a-negocio y negocio-a-consumidor tienen un interés particular por la provisión de servicios avanzados, ya sea a empresas o a consumidores basados en la provisión de servicios y no en la de productos materiales.

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ANTECEDEN- TES

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ANTECEDENTES

En 2017 la Fundación COTEC presentó el primer informe sobre “La situación y evaluación de la Economía Circular en España”, donde quedó recogida la necesidad de un cambio radical en los sistemas de producción y consumo actuales, a la vez que se analizaban los indicadores disponibles para medir la transición del modelo económico lineal vigente. La presentación del citado informe tuvo lugar en la celebración de la ‘XI Cumbre de Cotec Europa’, que fue presidida por S. M. el Rey junto con los jefes de estado de Italia, Sergio Mattarella, y Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Durante su intervención, el Rey Felipe VI manifestó que el cambio hacia un nuevo modelo de producción y consumo supone “una transición compleja, lenta, y en gran medida incierta, puesto que implica retos aún no resueltos”. Ante esto, indicó que: “La innovación juega un papel clave y no me refiero solo a la innovación tecnológica, necesaria para resolver los desafíos técnicos a lo largo del ciclo de vida de los materiales y los productos, me refiero también a la innovación social que supone el cambio de los patrones de consumo”. Entre las principales conclusiones del informe se incluían algunas propuestas para favorecer dicha transición, como la necesidad de desarrollar una hoja de ruta que incluya un sistema integrado de evaluación e indicadores de seguimiento para medir y comparar la circularidad de las economías. En este sentido se aportó una propuesta de indicadores que en su conjunto conformaban un sistema de evaluación en el que se integraban las variables centrales y más relevantes para el análisis, evaluación y seguimiento de la Economía Circular. El informe concluyó que el panorama de la Economía Circular en España y las iniciativas en este ámbito eran todavía incipientes, y que las medidas adoptadas se centraban, principalmente, en las políticas ambientales de la fase final del ciclo económico, tal como la gestión de los residuos, el aumento del reciclado y la reducción de los vertidos, apoyadas en iniciativas como el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR, 2016-2022). Porotrolado,elinformepresentadorealizóuntrabajodeidentificación y recopilación de actores y buenas prácticas relacionadas con la

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La Economía Circular se presenta como una alternativa necesaria para desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y del deterioro ambiental.

Economía Circular en España. Se incluían proyectos procedentes de grandes empresas, pymes, organizaciones sin ánimo de lucro y organizaciones gubernamentales. Se llegaron a identificar un total de 46 iniciativas, de las cuales, la mayor parte estaban relacionados con el reciclaje de residuos (52%). La segunda categoría en importancia por el número de casos estaba relacionada con la producción (22%), seguido muy de cerca por el ecodiseño (20%). Por su parte, los proyectos relacionados con el consumo tenían un peso reducido, inferior al 10% (6,5%), mientras que no se encontraron proyectos relacionados con el input de materiales. La Economía Circular se presentaba por tanto como una alternativa necesaria para desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y del deterioro ambiental. También se ponía de manifiesto que este salto de lo lineal a lo circular exige un cambio radical de visión, no sólo de empresas y gobiernos, sino de toda la sociedad. Para facilitar la evolución de la economía española hacia un modelo más circular, la Fundación COTEC propuso abordar la transición a este nuevo modelo económico circular planteando la necesidad de promover la concienciación, el uso responsable de recursos y la generación de nuevos perfiles profesionales. Asimismo, se recomendaba disponer de normas coherentes y armonizadas entre sectores y territorios, y establecer incentivos fiscales y modelos de compra pública ‘verde’ e innovadora. Contar con la ciencia y la tecnología para responder a estos retos, y avanzar en los sistemas de evaluación e indicadores de seguimiento también fueron otros de los elementos clave identificados. Para aprovechar de manera sistémica las ventajas de la Economía Circular, y el cambio radical del sistema de producción y consumo que supone, el informe de 2017 planteó la necesidad de definir una hoja de ruta con objetivos y estrategias a largo plazo, así como con medidas y acciones de corto plazo, integrando los esfuerzos a diferentes niveles: estatal, autonómico y local.

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POLÍTICAS PARA LA ECONOMÍA CIRCULAR

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POLÍTICAS PARA LA ECONOMÍA CIRCULAR

1.1

MARCOS DE REFERENCIA PARA LA TRANSICIÓN A LA ECONOMÍA CIRCULAR

Para el análisis de la situación y evolución de la Economía Circular en España, se deben considerar distintos marcos de referencia in- ternacionales, europeos y nacionales, a través de los cuales se en- marca la hoja de ruta, objetivos y criterios a seguir para la efectiva transición de los procesos desde la economía lineal a la circular:

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A nivel intenacional:

Acuerdo de París sobre Cambio Climático (COP 21, 2015) La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (2015), y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (ODS 12, garantizar modalidades sostenibles de consumo y producción) La nueva Agenda Urbana Mundial (UN-Hábitat 2016) Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sos- tenible e integrador. Iniciativa emblemática: “Hoja de ruta ha- cia una Europa eficiente en el uso de recursos” Séptimo Programa de Acción en materia de Medio Ambiente (VII PMA), para la conversión de la UE en una economía hipo- carbónica, eficiente en el empleo de los recursos, ecológica y competitiva Plan de acción de Economía Circular. Paquete de medidas de Economía Circular 2015 y 2018. Con cincuenta y cuatro acciones que abarcan todo el ciclo. Entre las cuales existen medidas sobre plásticos, residuos, productos químicos, ma- terias primas críticas, y un marco de seguimiento A nivel nacional:

A nivel de la UE:

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Borrador de Estrategia Española de Economía Circular 2030 (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Am- biente, y Ministerio de Economía, Industria y Competitividad) Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ener- gética (Ministerio para la Transición Ecológica) Estrategia Española de Bioeconomía Horizonte 2030 (Gobier- no de España) El Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030, hacia una Estrategia Española de Desarrollo Sostenible (Gobier- no de España) (se incluye la Economía Circular como “política palanca” para acelerar la implementación de los Objetivos de De- sarrollo Sostenible (ODS)). Modelo de Estrategia Local de Economía Circular (FEMP). Eje de circularidad, con políticas transversales: Desarrollo e implanta- ción de nuevas tecnologías, compra pública sostenible y social- mente responsable, y transparencia y gobernanza compartida Agenda Urbana Española (Ministerio de Fomento) Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022

A efectos de implantar una Economía Circular de manera efectiva, hay que reconocer la necesidad de un compromiso permanente y reforzado con la sostenibilidad, como el marco de referencia por excelencia. En el núcleo del desarrollo sostenible se encuentra una vida digna para todos dentro de los límites del planeta, que concilie la prosperidad económica y la eficiencia, la inclusión social y la res- ponsabilidad ambiental, entre otros aspectos. Desde el año 2015, hemos asistido a una reactivación de los grandes marcos globales para consolidar el desarrollo sostenible como el camino necesario hacia el futuro. Estos marcos, que su- ponen un referente esencial para conseguir el cambio de modelo productivo que representa la Economía Circular, culminaron con grandes decisiones que ofrecieron un importante impulso para el funcionamiento de la economía mundial, posibilitando la integra- ción del crecimiento económico, la justicia social y la conservación del medio ambiente. Así, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se apro- baron en septiembre de 2015 se han convertido en el principal refe- rente para guiar las políticas europeas y nacionales en materia de desarrollo sostenible, hasta el punto de contar en España con un Alto Comisionado para la implantación de la Agenda 2030. Dentro de estos objetivos se debe hacer referencia especialmente al Objetivo 12: “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”, dado que su cumplimiento supone avanzar en los ob- jetivos y principios contemplados en las políticas de Economía Cir- cular, al tratar de desvincular el crecimiento económico del consu- mo de recursos y del deterioro ambiental derivado del actual ciclo productivo. Pero junto con este objetivo, también toman especial relevancia el cumplimiento de los objetivos y metas de los ODS 7,8, 9, 11, 13 y 14 2 .

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2 Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos. Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenido, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilien- tes y sostenibles. Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

De esta forma, y aunque el marco internacional pueda considerar- se mejorable, entre los llamamientos que incluyen los ODS encon- tramos varios dirigidos a implantar y avanzar en las políticas de Economía Circular, de forma que se garanticen y promuevan moda- lidades de consumo y producción sostenibles; la protección, resta- blecimiento de los ecosistemas terrestres y marinos y la promoción de un uso sostenible de los mismos; lograr ciudades inclusivas, se- guras, resilientes y sostenibles; y por supuesto, adoptar medidas urgentes frente al cambio climático y sus efectos. Así mismo, el Acuerdo alcanzado por 195 países asistentes a la Cumbre del Clima de París , ratificado por la UE el 4 de octubre de 2016, se ha considerado el catalizador de una gran transformación de la economía y el progreso global. Ya que ofrece una oportuni- dad para impulsar una nueva economía y nuevas inversiones, para realinear las políticas fiscales con los beneficios y límites ambien- tales, y para dar un nuevo impulso a la innovación tecnológica. El Acuerdo representa un hito mundial para la transformación global hacia una sociedad hipocarbónica y resiliente al cambio climático, que contempla también el principio de transición justa. Además, el cumplimiento de los ODS se encuentra igualmente recogido a lo largo de todo el Acuerdo. Por último, la conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible (Hábitat III), celebrado en Quito, Ecua- dor, en octubre de 2016 trasladó todos estos conceptos al nivel lo- cal. La Nueva Agenda Urbana (HABITAT III) siguiendo la estela de la Agenda 2030 sobre los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) ha creado un vínculo de refuerzo recíproco con el ODS 11: “hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Pero esta Agenda va más allá y recoge la necesidad de implantación de medidas de Economía Circular y Cambio Climático en las ciudades.

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A través del surgimiento de todas estas iniciativas se desarrolló un tridente que está marcando la nueva ruta del desarrollo sostenible mundial, que estaría compuesto por los ODS, El Acuerdo de París y la Nueva Agenda Urbana Hábitat III. A nivel europeo , se aboga por un marco de actuación integrado en múltiples ámbitos y niveles normativos para avanzar hacia el desa- rrollo sostenible, con una visión a largo plazo. En este contexto, se considera que la aproximación hacia una Economía Circular consti- tuye el núcleo para modernizar y transformar las economías de los países en una dirección más sostenible, siendo además fundamen- tal para alcanzar el ODS 12, hacia nuevos modelos de consumo y producción sostenibles. Por tanto, la transición hacia la Economía Circular, desde la perspec- tiva europea, se basa en el programa de eficiencia en el empleo de los recursos, establecido en el marco de la “Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador” , apoyado en la “Hoja de ruta para una Europa eficiente en el empleo de los recursos”, y que se desarrolla en el Séptimo Programa de Acción en materia de Medio Ambiente (VII PMA) , cuyo objetivo prioritario es la conversión de la UE en una economía hipocarbónica, eficiente en el empleo de los recursos, ecológica y competitiva. Tal como se recomendó en la primera edición de este informe de la Fundación COTEC, el cuadro de acción política para la Economía Circular de la UE debe ser el referente fundamental para España en el desarrollo de las opciones estratégicas para aspirar a un es- cenario hacia la sostenibilidad. Debemos aprovechar el momento actual de impulso de las estrategias comunitarias, con todos sus mecanismos de apoyo, aunque adaptándolas y atendiendo a las peculiaridades y particularidades de la realidad española, a fin de poder definir estrategias y acciones ambiciosas y concertadas para asumir y potenciar los desafíos y oportunidades del cambio de mo- delo que promueva la Economía Circular de manera eficaz.

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Tras la presentación en diciembre de 2015 del Plan de Acción de la UE para la Economía Circular 3 , en 2017 se publicó el primer balan- ce de resultados de las medidas llevadas desde su lanzamiento. Desde la adopción de dicho plan de acción, las acciones llevadas a cabo por la Comisión Europea han supuesto el desarrollo de varias acciones legislativas que recientemente han culminado en la pro- mulgación de un conjunto de directivas vinculadas principalmente al ámbito de los residuos 4 . 1.2 MEDIDAS DE LA UNIÓN EUROPEA EN LA ECONOMÍA CIRCULAR

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3 Los elementos clave de la propuesta revisada de residuos incluyen: • Reciclaje del 65% de los residuos municipales para 2030; • Reciclaje del 75% de los residuos de envases para 2030; • Reducir el vertido a un máximo del 10% de los residuos municipales para 2030; • Prohibición del vertido de residuos recogidos selectivamente. • Promoción de instrumentos económicos para fomentar el reciclado; • Definiciones simplificadas y mejoradas y métodos de cálculo armonizados para las tasas de reciclaje en toda la UE; • Medidas concretas para promover la reutilización y estimular la ecología industrial, convirtiendo un subproducto de la industria en materia prima de otra industria; • Incentivos económicos para que los productores pongan en el mercado productos más ecológicos y apoyen los planes de recuperación y reciclaje (por ejemplo, envases, baterías, equipos eléctricos y electrónicos, vehículos). 4 Directiva (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos. Directiva (UE) 2018/850 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 1999/31/CE relativa al vertido de residuos. Directiva (UE) 2018/852 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 94/62/CE relativa a los envases y residuos de envases. Directiva (UE) 2018/849 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifican la Directiva 2000/53/CE relativa a los vehículos al final de su vida útil, la Directiva 2006/66/CE relativa a las pilas y acumuladores y a los residuos de pilas y acumuladores y la Directiva 2012/19/UE sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.

Con el objetivo de encarar este cambio de modelo lineal en favor de un modelo económico más sostenible, se han seguido desarrollan- do esfuerzos de manera continua para implementar el ambicioso Plan de Acción de la Economía Circular de 2015. En este sentido, en enero de 2018, la Comisión adoptó un nuevo conjunto de medi- das , que incluyen: Una estrategia para los plásticos en la Economía Circular. Con el objetivo de que, en 2030, todos los envases de plás- tico sean reciclables. La Estrategia también destaca la nece- sidad de medidas específicas para reducir el impacto de los plásticos de un solo uso, especialmente en nuestros mares y océanos. Abordar el problema de la basura marina , mediante una nue- va propuesta sobre Instalaciones Portuarias de Recepción, y un informe sobre el impacto del uso de plástico sobre el medio ambiente. Una Comunicación sobre las diferentes opciones de cómo abordar la interfaz entre la legislación de productos quími- cos, y otros productos y residuos , que evalúa cómo dichas normas se relacionan entre sí. Un marco de seguimiento del progreso hacia una Economía Circular a nivel de la UE y los estados miembros, compuesto por un conjunto de diez indicadores clave (tabla 1) que con- templan la producción, gestión de residuos y materias primas secundarias, así como aspectos económicos (inversiones y empleos) e innovación. Elaboración de un informe sobre materias primas críticas analizando el potencial para hacer más circular el uso de 27 materiales críticos en la economía europea. El ambicioso paquete de Economía Circular de la Comisión Europea tiene el apoyo de acciones tales como la Iniciativa de Materias pri- mas de la UE (COM 2008), la Estrategia de Consumo y Producción Sostenibles de Plásticos (COM 2018), y otras iniciativas múltiples para desarrollar un ambiente no tóxico. En el ámbito europeo también habría que destacar la “European Circular Economy Stakeholder Platform” 5 . Se trata de un espacio virtual abierto con el objetivo de promover la transición de Europa hacia la Economía Circular facilitando el diálogo sobre políticas en- tre las partes interesadas, y dando visibilidad a iniciativas emble- máticas mediante la difusión de actividades, información y buenas prácticas relacionadas.

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5 http://circulareconomy.europa.eu/platform/

Una clave fundamental para entender la transición hacia una econo- mía más circular es definir y establecer un marco que nos permita identificar cómo los distintos elementos se desarrollan en el tiem- po, y cómo se están midiendo. Para poder concretar un sistema de evaluación sobre la situación y perspectivas de la Economía Cir- cular es necesario contar con un conjunto de indicadores debida- mente contextualizados que nos permitan identificar los factores de éxito, la suficiencia y el carácter prioritario de las políticas, o la efectividad de las medidas tomadas. En este sentido, la Comisión Europea estableció una relación entre los indicadores definidos en el marco de seguimiento europeo de la Economía Circular y su nivel de pertinencia respecto a las respuestas políticas y las acciones emprendidas en distintos ámbitos de actuación (Tabla 1). La transición hacia la Economía Circular debe estar respaldada ne- cesariamente por un fuerte apoyo a la investigación que propor- cione las soluciones adecuadas para transformar su potencial en realidad, y convertir a Europa en líder mundial en innovación tecno- lógica, regulatoria, social y de modelo empresarial en este ámbito. Pero, para ello, la Economía Circular necesita, un enfoque integrado y multidisciplinar de la investigación y el desarrollo tecnológico, de forma que facilite cambios transversales en todos los sistemas. Ello requerirá, además, esfuerzos conjuntos por parte de los inves- tigadores, centros tecnológicos, industria, pymes, sector primario, empresarios, usuarios, gobiernos y sociedad civil. También será necesario habilitar marcos regulatorios, e inversiones públicas y privadas. En este sentido, casi 1.000 millones del Programa de Ho- rizonte 2020 (2018-2020) se invertirán en investigación, innovación y financiación de proyectos e iniciativas que respalden la Economía Circular (European Union, 2017). Por otra parte, la Comisión Euro- pea está trabajando con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y las empresas para promover la lógica empresarial de la Economía Circular y atraer inversores a proyectos en este ámbito. Entre los sectores y tecnologías estratégicas a desarrollar duran- te los próximos meses y años están, entre otros (European Union, 2017): la catálisis para eliminar contaminantes y convertir el dióxi- do de carbono, la biotecnología industrial, la gestión de residuos y recursos, los sistemas de fabricación de circuito cerrado, la gestión del agua en la Economía Circular, y la Bioeconomía.

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Tabla 1: Relación entre los indicadores definidos en el marco de seguimiento europeo de la Economía Circular y su nivel de pertinencia. Fuente: COM (2018) 29 final, Estrasburgo, 16.1.2018.

NOMBRE

PERTINENCIA

RESORTES DE LA UE (ejemplos)

PRODUCCIÓN Y CONSUMO

1

Autosuficiencia de la UE en cuanto a materias primas

Se prevé que la Economía Circu- lar ayude a afrontar los riesgos relativos al suministro de mate- rias primas, en concreto las ma- terias primas fundamentales. La contratación pública repre- senta una gran parte del consu- mo y puede impulsar la Econo- mía Circular. En una Economía Circular se minimiza la generación de resi- duos. Desechar alimentos tiene una repercusión negativa en el me- dio ambiente, el clima y la eco- nomía.

Iniciativa de las Materias Pri- mas; Hoja de ruta hacia una Eu- ropa eficiente en el uso de los recursos. Estrategia de Contratación Pú- blica; programas de ayuda de la UE y criterios voluntarios para la contratación pública ecológica. Directiva marco sobre residuos; directivas sobre flujos de resi- duos específicos; Estrategia so- bre los plásticos. Reglamento de la legislación alimentaria general; Directiva marco sobre residuos; diversas iniciativas (e.g., Plataforma de la UE sobre pérdidas y desperdicio de alimentos).

Contratación pública eco- lógica

2

Generación de residuos

3 a- c

Residuos alimentarios

4

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GESTIÓN DE RESIDUOS

5 a-b

Tasas globales de reciclaje

El aumento del reciclaje es parte de la transición hacia una Eco- nomía Circular.

Directiva marco sobre residuos.

Tasas de reciclaje para flu- jos de residuos específicos

Refleja los progresos en el reci- claje de flujos de residuos clave.

Directiva marco sobre residuos; Directiva relativa al vertido de residuos; directivas sobre flujos de residuos específicos.

6 a-f

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