Europea. Este es por tanto un momento clave para comprometer una mayor implementación de políticas de refuerzo de carácter integrador y multisectorial, y aprovechar los múltiples medios e instrumentos de apoyo europeos (financieros, tecnológicos, informativos), a fin de iniciar con pasos firmes la transición española hacia la economía de ciclo cerrado. Para conseguir una mayor eficiencia de la hoja de ruta circular española, también se debe reforzar la generación, adquisición e intercambio de conocimiento, así como los incentivos para el cambio, y acciones ejemplarizantes basadas en un diálogo fluido entre las partes interesadas. Las primeras fases de la transición del modelo lineal al circular exigen incentivar, en mayor grado, la colaboración y el diálogo entre el mundo académico, las distintas administraciones, los agentes sociales, los sectores empresariales y la ciudadanía , con un sentido amplio de corresponsabilidad comprometida, a fin de identificar necesidades, encontrar respuestas satisfactorias y emprender acciones de gobernanza participativa de amplio alcance y contenido. Además, cada vez se constata más necesario continuar con los procesos de soporte para la toma de decisiones. En este sentido, es aconsejable la realización de estudios específicos que puedan mejorar los vacíos de conocimiento mediante la ampliación sistemática de buenas prácticas a nivel nacional y la identificación de experiencias positivas tanto a nivel europeo como mundial, que puedan ser replicadas y adaptadas en el contexto español. También debe tenerse en cuenta la falta de consenso científico sobre la Economía Circular, que exige un esfuerzo académico y de investigación para establecer los nexos de los procesos de circularidad con la sostenibilidad y el metabolismo social, aportando soluciones multidisciplinares. Es necesario hacer un llamamiento a las universidades y centros de investigación para que muestren el camino hacia el consenso en la conceptualización de la Economía Circular, profundizando en las definiciones, los grados de circularidad, y la interrelación con la sostenibilidad, así como para fomentar la investigación multidisciplinar, ya que el paradigma de la Economía Circular requiere de soluciones multidisciplinares: sociales, económicas, políticas y técnicas. Así mismo, un tema central que no debe perderse de vista en la elaboración de la hoja de ruta es el establecimiento de un sistema de evaluación integrado para la Economía Circular, basado en una batería de indicadores de eficiencia en el uso de los recursos, circularidad y sostenibilidad, que soporten la toma de decisiones a todos los niveles, y faciliten el seguimiento y la evaluación . Hay que tener en cuenta que desarrollar indicadores de Economía Circular adecuados para medir los procesos del metabolismo circular, está estrechamente relacionado con otros muchos aspectos
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