¿ C Ó M O V I V I M O S E L G R A N C O N F I N A M I E N T O ?
Si trato de revivir cada momento de este largo encie- rro, seguro me encontraré con momentos de mucha tristeza, desesperación, ansiedad y enojo. En lugar de revivir, prefiero hacer retrospección. ¿Cómo era antes y quién soy el día de hoy? Se reforzó mi paciencia: entendí que tengo que usar mis energías para mantener la calma y debo ayu- dar a los que necesitan de mí; se manifestó la gratitud: puedo trabajar y disfrutar del tiempo con mi familia; mejoró mi actitud: abrí un blog, retomé amistades, tomé cursos, hice ejercicio y me consentí. Hoy prefiero concentrarme en el presente. Poco a poco extraño menos mi vida de antes y adapto mi vida a esta situación. La cuarentena me quitó muchas cosas, pero me regaló lugares que nunca hubiera explorado. MONSERRAT PÉREZ GARZA COLABORA EN LA DIRECCIÓN DE VINCULACIÓN
Miento si digo que disfruto al 100% la cuarentena, pero tampoco diré que todo es malo. He reforzado mi disciplina con el ejercicio, he tocado más el pia- no —uno de mis hobbies favoritos—, he convivido más con mi familia y, sobre todo, me he querido más a mí misma. Antes tenía una muy mala imagen de mí, no me apreciaba en lo absoluto, pero he trabajado en mejorar mis áreas de oportunidad para sentirme bien conmigo misma. Saldremos adelante de esto y las cosas mejora- rán para todas y todos. Eso es lo que me motiva. KARINA YAMI LET AYALA MARTÍNEZ ESTUDIA 3. ER SEMESTRE EN PREPA UDEM
GERARDO VI LLARREAL BELENGUER ESTUDIA 10.º SEMESTRE DE LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN Y LICENCIADO EN PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA DIGITAL
Son las 2:00 AM. Mi presente permanece en pausa. Mido el tiempo en sucesos: desabasto de papel higiénico, suspensión de trabajo y escuela, crisis económica, cancelación de even- tos deportivos, protestas, racismo, avispones asesinos, ¡ovnis!… aunque nadie lo recuerda ya. Me preocupé desde enero, cuando vi que el problema no sería ajeno. Estoy acostumbrado a los desvelos, pero no a aquellos provocados
por el miedo. Las redes sociales se volvieron tóxicas, por eso me alejé en marzo. Me vi forzado a modificar mi vida, como adaptarme al supermercado online . Si no fuera por las videollamadas, no cambiaría de ropa y, con todo lo que he comido, no sé si me cierren los jeans. No concibo esta nueva normalidad, paradoja de origen desconocido que a nadie le confío… ni a mí mismo.
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