INTRODUCCIÓN.
Bajo el título Mastering the Fourth Industrial Revolution , el Foro Econó- mico Mundial de Davos 2018 avisó con claridad: la 4ª revolución indus- trial o revolución 4.0 comienza a penetrar en nuestras sociedades y puede suponer un cambio de paradigma en la forma de entender las economías, especialmente sobre el factor trabajo. Tras la revolución de las tecnologías de la información y la comunica- ción en la segunda mitad del siglo xx ; la robotización, la automatiza- ción y la inteligencia artificial comienzan a estar presentes en nuestra sociedad y su uso crece de manera exponencial. Son cada vez más los organismos e investigadores que alertan sobre la importancia de entender en qué consiste esta nueva revolución y cuáles son los posi- bles efectos positivos y negativos que puedan derivarse de ella. Esta revolución 4.0 incorpora tecnologías más automáticas e inteli- gentes y capacita a las máquinas a tomar decisiones por sí mismas, de manera que podrían no sólo constituir un complemento a los puestos de trabajo actuales, sino llegar a sustituir determinadas ocupaciones de manera total o parcial. Esto ha generado un amplísimo debate en la sociedad, focalizado en torno a los posibles efectos negativos, ya que algunos autores consideran que podría derivar en un descenso del nivel de empleo y/o en una creciente desigualdad en la distribu- ción de la renta. Como consecuencia del posible desarrollo de socie- dades postlaborales 1 , surgen voces que reclaman un papel activo del Estado a través de instrumentos novedosos que permitan reducir las desigualdades salariales —incluyendo la brecha de género— y favore- cer la inclusión social. Con todo esto, la robotización se ha convertido en un tema candente y cada vez más estudiado, con la intención de dar respuesta a pregun- tas fundamentales como: ¿qué variables y cómo influirán en la intro- ducción de la nueva revolución? ¿qué efectos tendrá sobre las rentas, los trabajos, la productividad o la producción? ¿qué papel jugarán las políticas económicas y sociales para superar los riesgos asociados a estas nuevas condiciones? Ese creciente interés se ha plasmado en diversos informes y traba- jos de investigación. Frey y Osborne (2013) señalan que el 47% de los puestos de trabajo actuales de EE.UU. corre el riesgo de ser automa- tizado y que existe una fuerte relación negativa entre el nivel edu- cativo y la probabilidad de automatización. Análogamente, el Banco Mundial (2016), avisa del riesgo que tienen los países —desarrollados y no desarrollados— de sufrir pérdidas de empleo, aunque con una incidencia dispar en función de la estructura productiva de cada país.
1. Sociedades cuya estructura productiva está fuertemente digi- talizada. Los puestos de trabajo automatizables tienden a desapa- recer por lo que una parte impor- tante de la población queda des- conectada del mercado de trabajo de forma permanente. Se diluye la separación entre vida laboral y ocio.
INTRODUCCIÓN
08
LABORATORIO DE ECONOMÍA DEL COMPORTAMIENTO AUTOMATIZACIÓN Y MERCADO DE TRABAJO
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