• Es importante una definición más clara de los criterios y estándares para determinar los niveles de riesgo aceptable o zonas sin riesgo (considerando que el riesgo cero no existe), de los territorios donde interviene. • Incrementar las habilidades y conocimientos técnicos especializados tanto del per- sonal de la comisión como de los asistentes técnicos, para la generación y análisis de la información sobre riesgos en las zonas de intervención. • Asignar recursos fiscales para realizar estudios complementarios en zonas de alto riesgo. • Mejorar las estrategias de comunicación con las comunidades en temas de seguridad estructural, mantenimiento preventivo y procedimientos constructivos adecuados según zona y peligros. • Fortalecer los canales de colaboración entre las áreas internas encargadas del análisis territorial y del diseño de proyectos para líneas de reforzamiento, mejoramiento de vivienda y definición de medidas de mitigación. 3. Reducción del riesgo a partir de la construcción o intervención de la vivienda • Es importante incrementar la aceptación de los beneficiarios para utilizar materiales, sistemas constructivos locales y ecotecnias. • Promover que los organismos ejecutores de obra respeten la arquitectura local. • Generar información acerca de la durabilidad y resistencia de los materiales según los riesgos de la zona, no solo de las condiciones climáticas. • Mejorar y homologar (en la medida de lo posible) las capacidades de los asistentes técnicos para el diseño de medidas de prevención, mitigación y reforzamiento de las viviendas y para utilizar el diseño participativo en los programas que opera la Conavi. 4. Intervención de la vivienda en procesos de reconstrucción • Es relevante determinar los estándares mínimos progresivos de la vivienda en pro- cesos de reconstrucción a través de la producción social de vivienda. • Establecer procedimientos ágiles para la acreditación de la tenencia de la vivienda para no obstaculizar la asignación del subsidio. • Crear o fortalecer las herramientas existentes para determinar la evaluación del riesgo en los territorios donde se realizan acciones de vivienda en etapas pre y pos desastre. • Establecer un protocolo para el levantamiento de censos de viviendas afectadas en situaciones de desastre. 5. Coordinación interinstitucional • Es fundamental establecer una vinculación constante con organismos técnicos especializados en materia de riesgos de nivel federal (como el Centro Nacional de Prevención de Desastres). • Reforzar la coordinación con gobiernos estatales y municipales para fortalecer meca- nismos de control efectivos para la construcción de viviendas seguras y sostenibles. • Mejorar la colaboración con entidades técnicas como colegios de profesionales y universidades, para capacitar y asesorar a asistentes técnicos en temas de seguridad estructural, gestión de riesgos y diseño participativo. Reflexiones finales La Conavi reconoce que lograr una vivienda adecuada, segura y sustentable a través de garan- tizar una adecuada habitabilidad, seguridad estructural y localización de la vivienda fuera de zonas de riesgo, en zonas rurales y urbanas marginadas y empobrecidas que tienen una alta exposición a peligros, requiere una eficiente articulación de las políticas de GIRD con las polí- ticas habitacionales, lo cual requiere un trabajo interdisciplinario y colectivo, distanciado del enfoque tradicional sectorializado. Tarea nada sencilla por las condiciones imperantes de las políticas públicas de GIRD en México, sobre todo en lo que concierne a la marcada asimetría existente entre las acciones preventivas y reactivas. Tales políticas, históricamente, han centrado sus esfuerzos en la atención de emergencias y reconstrucción, pero no en la prevención y atención de las raíces de la vulnerabilidad y la exposi- ción, lo que implica una visión poco afortunada de que los desastres son sucesos circunstanciales que se deben solo a los peligros y no a procesos sociales.
48 Vivienda Infonavit • DICIEMBRE 2022
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