Nómadas del conocimiento en contextos pedagógicos emergentes

«A mí lo que más gusta del taller y supongo que a los niños también, es la libertad».

Lo único que ha cambiado es la introducción de nuevos contenidos «de moda» en el currículum: robótica, impresión 3D, programación o pensamiento computacional, … La administración educativa valora muy positivamente estas iniciativas, las fomenta y anima a que se sigan desarrollando y creando otras nuevas, pero no se consideran como un modelo que deba trasladarse al aula, no esperan esta transferencia. Son, por consiguiente, actividades complementarias, que se realizan de manera paralela a las actividades curriculares, pero no que tienen influencia en cambio y transformación de las prácticas docentes y las estrategias organizativas de los institutos. No obstante, estas experiencias son muy importantes para los estudiantes. Perdurán en el tiempo y generan unos aprendizajes útiles para su vida cotidiana. Antonino no considera que el objetivo sea despertar vocaciones «STEM» y sean futuros ingenieros porque, de hecho, al taller acuden alumnos con diversidad de preferencias («tanto de letras, como de ciencias») y no supone ningún problema. Lo más relevante es que, con independencia de la profesión que ejerzan en el futuro, los alumnos sean competentes para crear y aportar soluciones a problemas concretos. Que este conocimiento se traduzca en una aplicación directa a situaciones específicas que se den en su desempeño profesional o en su vida cotidiana. O, simplemente, que adopten nuevas aficiones para desarrollarlas en su tiempo libre. Y, también, tener la satisfacción de haber participado en proyectos con impacto social que ha ayudado a otras personas a mejorar su calidad de vida. La consecución de los retos genera un orgullo invidual y grupal. Antonino cree que los proyectos que se han realizado perdurarán en el recuerdo de los estudiantes porque son relevantes, complejos y se han materializado con éxito. Las fotografías y los vídeos son una memoria muy valiosa de esta etapa de su formación. Así como la valoración de los demás de los logros alcanzados. De este sentimiento de orgullo se beneficia el centro que, además de mostrar al exterior lo que hacen sus alumnos, encuentra mayor facilidad para conseguir la participación en otras actividades. Por ejemplo, los «alumnos ayudantes» que son estudiantes de 4º ESO que tutorizan a los nuevos alumnos de 1º ESO durante el período de adaptación. Los «ayudantes TIC» también para que los nuevos estudiantes puedan superar sus problemas con las tecnologías digitales. Los mismos alumnos que

Nómadas del conocimiento en contextos pedagógicos emergentes Fundación COTEC para la Innovación (#PIA2017)

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