ANUARIO COTEC 2021
CAP II
LA CONVERSACIÓN
P 204
Rodrigo cuenta su experiencia reciente como visitante a una bodega de vinos de Olivera de Duero. “Tenían a un lado la maquinaria antigua, para enseñársela a los turistas, y al otro la moderna, que usaban en la producción diaria. ¿Cuál creéis que era la menos contaminante? Pues la artesanal, la vieja. Nos pasa lo mismo con los agricultores, a los que intentas convencer para que inviertan en una maquinaria en teoría más ecológica y te dicen que confían más en la suya, que les lleva haciendo el trabajo perfectamente hace muchos años”. Koro insiste en que hay que usar el lenguaje de los adultos. “Sustainability is the new digital”, dice (traducido del inglés: “La sostenibilidad es el nuevo digital”). “Cuando empiece a compensar económicamente la reducción de emisiones, las grandes empresas empezarán a invertir ahí”, opina. Ahora es Cristina quien se da por aludida y se inquieta: “Os recuerdo que en poquísimo tiempo vosotros seréis los que estaréis sentados en las sillas donde se toman las decisiones”. Acto seguido, pregunta:
A los cuatro jóvenes les preocupa mucho la lentitud con que llegan las decisiones políticas. Koro tiene una explicación: “¡Fliparíais con el negacionismo que hay en el Congreso de los Diputados ahora mismo!”, y añade: “Ese es solo un problema, el otro es que incluso los políticos que están en el mismo punto que nosotros lo gestionan de una manera muy diferente. Y no se trata solo de presionar a las instituciones y a las empresas, ¡hay que cambiar los hábitos y la forma de vida!”. Cristina les invita a hablar de responsables, porque, dice, “con las responsabilidades diluidas luego no habrá a quien mirar a la cara”. Lo concreta: “Hay una serie de países que han tenido más impacto en la crisis que otros donde no ha habido tanto desarrollo tecnológico. Estados Unidos, China o Europa han contaminado más que África”. Manuela introduce al respecto un nuevo término en la charla, justicia climática. “En el Acuerdo de París se han distribuido equitativamente culpas, responsabilidades y acciones, y a cada uno le toca su parte, pero eso significa que el Sur global no se puede desarrollar, porque si lo hacen, empeoraría la crisis climática. No es justo, porque no tienen las mismas emisiones que los países ricos. Esto no se puede arreglar sin justicia social”. Entre esos colectivos vulnerables están las mujeres. “Así como se dice que la pobreza es sexista, se podría extrapolar y decir que la crisis climática es clasista y sexista”, apunta Pati, que aporta a la conversación un nuevo concepto: ecofeminismo. “Hay que proteger a las mujeres porque tradicionalmente han ejercido el rol de cuidadoras, son las que se encargan de traer agua a las casas y son ya las primeras perjudicadas”, dice. Cotec publicó en 2017 un vídeo en Youtube que se hizo viral y hoy se utiliza como material escolar en colegios e institutos de todo el mundo. Empezaba con una pregunta: “Hola, ¿puedo hacer un experimento contigo?”. El corto documental explica qué es la economía circular, una forma alternativa de producir y consumir. El concepto ha crecido en popularidad desde entonces. Según la encuesta Cotec de percepción social de la innovación, el concepto de economía circular resulta hoy familiar a uno de cada tres españoles, el triple que hace cuatro años. Cristina pide a los jóvenes que opinen al respecto.
—¿Vosotros veis de verdad que exista una confrontación generacional?
—¡Muchísima! —responde Manuela.
—¿Nos veis como que no nos lo creemos, que no os hacemos caso, que opinamos distinto, que no tenemos ni idea y además no nos importa…? —A ver, no es que os veamos como esa terrible generación, ¡el diablo!, no, no es eso.
—¿…os dejamos el Planeta con un problemón y encima no os hacemos caso?
—Pues lo siento mucho, pero sí, ¡nos habéis jodido el mundo bastante!
—¡Pero no lo sabíamos!
—¡Pero ahora sí lo sabéis! ¡Ese es el reclamo generacional!
Manuela se explica: “Los que nos estamos saltando las clases y el trabajo — los que pueden hacerlo, porque son privilegiados — , ¡somos los jóvenes! Hay mucha gente luchando literalmente por su vida y los de vuestra generación os lo tomáis con una calma que da miedo. Los cambio tienen que ser urgentes, estamos hablando los próximos diez años.
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