COMPETENCIAS DIGITALES Y COLECTIVOS EN RIESGO DE EXCLUSIÓN EN ESPAÑA
Al menos habilidades digitales básicas vs. no tenerlas
estudios medios, esta probabilidad alcanza un 19,3 %. Según la situación laboral, las diferencias de probabilidad observadas en 2019 frente a los inactivos han disminuido en 2020, especialmente y de manera significativa entre los estudiantes, que han pasado de tener un 31,9 % más de probabilidad de tener al menos habilidades básicas que los inactivos a un 23,5 % (8,4 pp menos). Si contemplamos el caso de ocupados y parados frente a inactivos, estas probabilidades son en 2020 de 6,6 % y 3,9 %, respectivamente. Por nivel de ingresos mensuales netos de los hogares, a medida que aumenta el nivel de ingresos lo hace también la probabilidad de tener al menos habilidades digitales básicas, y este patrón se ha visto reforzado entre 2019 y 2020, especialmente en los tramos de ingresos de 900 a menos de 1.600 euros (donde se ha multiplicado por más de 2,5) y en el de 2.500 a menos de 3.000 euros (con un aumento de 7,9 pp) frente a la categoría de referencia de menos de 900 euros. El tamaño del municipio apenas tiene relevancia para pasar de no tener habilidades o tenerlas bajas a tener al menos habilidades básicas, pues su efecto no es significativo en ninguno de los dos años analizados. Finalmente, usar Internet a diario (frente a no hacerlo) va asociado con un 14,6 % más de probabilidad de tener al menos habilidades básicas en 2020, y las personas con bastante o mucha confianza en Internet han pasado de tener un 11,6 % más de probabilidad que las personas con poca o ninguna confianza en la red en 2019 a un 5,5 % en 2020, siendo este descenso (más de la mitad) estadísticamente significativo 14 . Estos resultados muestran que las diferencias estadísticamente significativas de las características de individuos y hogares entre 2019 y 2020 se concentran principalmente en los grupos de edad y los tramos de ingresos mensuales netos de los hogares, especialmente en el tramo de mayor renta, donde los efectos
El análisis de los efectos marginales de la regresión probit para los años 2019 y 2020 (cuadro 4, columna a), indica que en el caso de ser mujer, todo lo demás constante, la probabilidad de tener al menos habilidades básicas ha pasado de ser un 2,7 % menor que en los hombres en 2019 a un 4 % menos en 2020, siendo esta diferencia sensiblemente significativa. Según la nacionalidad, entre los extranjeros la probabilidad de tener al menos habilidades básicas (incluye tanto las habilidades básicas como las avanzadas) apenas ha variado de un -11,4 % a un -11,3 % frente a los nacionales. Por grupos de edad, los más jóvenes (de 16 a 34 años) han pasado de tener un 18,7 % más de probabilidad de tener al menos habilidades básicas que los más mayores (de 55 a 74 años) en 2019 a un 24,2 % en 2020 (alrededor de 5,5 pp más), mientras que las personas de mediana edad (de 35 a 54 años) han pasado de un 8,9 % más de probabilidad a un 12,3 %. En consecuencia, las diferencias entre las personas de edades más jóvenes y medias en la probabilidad de tener al menos habilidades digitales básicas se han ampliado en 2020 con respecto a los más mayores. Por niveles de estudios los efectos entre categorías son mayores que por grupos de edad, y apenas han variado de 2019 a 2020 (de hecho, las diferencias no son estadísticamente significativas). Así, en 2020, las personas con estudios superiores tienen un 33,8 % más de probabilidad de tener al menos habilidades digitales básicas que las personas con estudios básicos y para el caso de las personas con
14. Hay que tomar con precaución este descenso en el efecto de la confianza, dado el ligero cambio en la definición de la misma entre 2019 y 2020 comentado anteriormente.
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