COMPETENCIAS DIGITALES Y COLECTIVOS EN RIESGO DE EXCLUSIÓN EN ESPAÑA
Habilidades avanzadas vs. básicas
habilidades avanzadas, aunque esta probabilidad era de un 11,8 % en 2019. El tamaño del municipio no es significativo para explicar el paso de habilidades básicas a avanzadas. Finalmente, el uso diario de Internet va asociado a un 20,4 % más de probabilidad de tener habilidades avanzadas en 2020, y el efecto de tener bastante o mucha confianza en Internet se ha reducido tres veces, pasando de un 10,3 % en 2019 a menos de un 3,4 % en 2020. Al analizar el efecto sobre la probabilidad de tener habilidades avanzadas frente a básicas se ha visto que entre 2019 y 2020 ha mejorado entre las mujeres, por niveles de estudios y por situación laboral —en especial entre ocupados y parados frente a inactivos—. Por otro lado, el efecto se ha reducido significativamente entre 2019 y 2020 en el caso de la confianza en Internet, aunque la definición de esta variable ha variado sensiblemente entre ambos años. Características como la situación laboral o el nivel educativo pueden haber hecho que durante 2020 las brechas observadas de tener habilidades avanzadas respecto a inactivos y personas con menores niveles educativos se amplíen. A la vista del gráfico 53, el efecto más importante se observa para la situación laboral, donde los estudiantes tienen más de un 30 % más de probabilidad de tener habilidades avanzadas que los inactivos. Le siguen en importancia tener estudios superiores frente a básicos, el efecto de conectarse diariamente a Internet, pertenecer al tramo de edad más joven frente al más mayor y tener estudios medios frente a básicos o estar ocupado frente a inactivo. Tener bastante o mucha confianza en Internet ha descendido considerablemente su impacto entre 2019 y 2020 de cara a explicar la mayor probabilidad de tener habilidades digitales avanzadas frente a básicas, mientras que el efecto del nivel de ingresos solo es significativo a partir del tramo de los 3.000 euros. La nacionalidad no tiene un efecto significativo y ser mujer no tiene en 2020 un efecto diferente al de ser hombre.
El impacto de las variables consideradas sobre la probabilidad de tener habilidades avanzadas frente a básicas se presenta en la columna b del cuadro 4. En el caso de las mujeres, estas han pasado de tener en 2019 un 2,4 % menos de probabilidad de poseer habilidades avanzadas frente a los hombres a que la diferencia entre sexos no sea estadísticamente significativa y esté en torno a 0 %. Por su parte, por nacionalidad no se observan diferencias significativas ni en 2019 ni en 2020. El efecto de la edad se ha reducido ligeramente entre 2019 y 2020 pero la diferencia en sí no es estadísticamente significativa: las personas más jóvenes tienen en 2020 un 17,9 % más de probabilidad de tener habilidades avanzadas que las personas más mayores, mientras que esta probabilidad es de un 8,2 % para las personas de edades medias. Por nivel de estudios, el efecto de haber alcanzado mayores niveles educativos que los básicos se ha reforzado entre 2019 y 2020. En concreto, las personas con estudios superiores han pasado de tener un 20,3 % más de probabilidad de tener habilidades avanzadas en 2019 a un 27,5 % (7,2 pp más, siendo esta diferencia estadísticamente significativa). Según la situación laboral de los encuestados, su efecto también ha aumentado entre 2019 y 2020 frente al colectivo de los inactivos, aunque no lo ha hecho de forma significativa entre los estudiantes. Los ocupados han pasado de tener un 9,6 % más de probabilidad en 2019 a un 13,2 % en 2020 (3,6 pp más) y el efecto en el caso de los parados, pese a ser más reducido, se ha casi duplicado entre 2019 y 2020, alcanzando en 2020 un 7,2 %. El nivel de ingresos solo tiene un efecto significativo en 2020 en el tramo más alto de 3.000 o más euros mensuales, que iría asociado con un 10,8 % más de probabilidad de tener
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