El trabajador del futuro: conectado, versátil y seguro

Impacto de la innovación en el futuro del trabajo

Todo esto ha redundado en un cierto retraso en materia analítica y digital y, particularmente, en lo relacionado con la transformación digital, en comparación con otros países europeos simila- res. En este sentido, la literatura ha identificado como causa fundamental la falta de una estra- tegia digital clara, la brecha de talento digital, la complejidad operativa de las empresas, la in - versión limitada en innovación, y la regulación, a veces rígida para las necesidades actuales de la economía (basta recordar las muchas veces onerosas obligaciones que los emprendedores autónomos tienen que enfrentar a la hora de innovar). El envejecimiento de la población representa otro de las disrupciones principales que enfren- tará nuestro mercado de trabajo. En efecto, la combinación de una alta expectativa de vida (de las más altas de la Unión Europea) con la reducción de la natalidad desde al menos la pri- mera mitad de los años 70, ha generado un es- cenario particularmente complicado, especial- mente si se tiene en cuenta el bajo crecimiento de la productividad experimentado desde hace 20 años. En específico, se espera que la tasa de dependencia se más que duplicará de aquí a 2050—comparable a Japón—mientras que el crecimiento nominal de los ingresos con- tributivos a la Seguridad Social se espera que crezcan a menos de un 3%. Esto significa que, de mantenerse las tendencias, los trabajadores futuros tendrán que mantener a una proporción mayor de la población en edad de no trabajar que lo que tuvieron que hacer las generaciones pasadas de trabajadores. A su vez, el envejecimiento inevitable de la fuerza laboral presentará también varias opor- tunidades. Los límites, al menos teóricos, de la inteligencia artificial podrían llegar a tener una relevancia especial para nuestro mercado laboral futuro. En efecto, los algoritmos no podrán jamás replicar el funcionamiento de la conciencia humana y, por extensión, de todos los aspectos decisionales que dependan de

la conciencia. Así, los trabajadores de más de 65 años tendrán un valor incalculable en una forma pocas veces antes valoradas: el sentido común y el equilibrio que sólo la experiencia puede generar. Los desafíos más fundamenta- les para las empresas pasarán, indudablemen- te, por la necesidad de articular dicho sentido común y del equilibrio con la masificación del uso de la inteligencia artificial en la actividad económica. La provisión de bienes y servicios de manera transfronteriza también continuará ejerciendo presión en nuestro mercado de trabajo. Este fenómeno representará un riesgo particular en el caso de servicios debido a que muchos de éstos podrán ser adquiridos a proveedores a más bajo costo que los proveedores loca - les, particularmente en casos asociados a la digitalización. Este es el caso de áreas tales como los servicios de analytics , programas de inteligencia artificial y diseño. En este sentido, esta disrupción creará presiones importantes para que los trabajadores españoles actuali - cen, mejoren y profundicen sus capacidades tecnológicas y analíticas. Finalmente, la actual crisis generada por la pandemia del Covid-19 ha agudizado algunas de las tendencias heredadas de la crisis del 2008-2014. Esto ha sido particularmente evi- dente en el empleo joven y aquellos que traba - jan con contratos temporales. Muchas empre - sas ineficientes han sido afectadas también. El desafío más importante que esta situación presenta es el tiempo de recuperación. De hecho, el Banco de España no espera que el empleo recupere a su situación pre-pandemia antes del 2024. Para canalizar el aumento de la productividad en ganancias ampliamente compartidas, la innovación institucional debe complementar el cambio tecnológico. Se refiere a la necesi - dad de definir unas normas, reglas y acuerdos sociales comunes que creen las “reglas del

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