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malos –así como partes del ego– pudieran emerger libremente en el espacio analítico. Winnicott describió un tipo diferente de encuadre al establecido por Klein. Mientras que Klein busca la objetividad en el espacio terapéutico, Winnicott quiere un espacio completamente diferente, que con la “confiabilidad” cree una atmósfera que facilite la subjetividad del paciente –subjetivo en cuanto que el espacio se adapta al sentido individual del paciente y no quiere vulnerarlo. “El encuadre del análisis reproduce las técnicas de maternidad más tempranas e invita a la regresión por su confiabilidad” (Winnicott, 1954, p. 286). La tesis de Winnicott es que en algunos pacientes existe un estado primitivo de “desintegración” que requiere una regresión a los primeros estadios del desarrollo. A través de esta regresión, el paciente puede confrontar sus distorsiones y fijaciones de desarrollo y tratar de encontrar otras soluciones, siempre que el analista cree un ambiente seguro y sensible. Por lo tanto, “la provisión ambiental de confianza” (Winnicott, 1954, p. 287) facilitará “la regresión del paciente a la dependencia” (ibid) –a una dependencia sana que puede reiniciar los primeros procesos del desarrollo. Podría hacerse una comparación interesante con el concepto de Laplanche de “transferencia hueca”, que también retrocede a los orígenes de los deseos enigmáticos de los primeros cuidadores (Laplanche, 1997, 2010). Otros analistas, como Etchegoyen (1986), piensan que el encuadre no fue diseñado para crear una regresión, sino para descubrirla y contenerla. En metapsicología kleiniana, la regresión se entiende más bien como una forma de “retiro psíquico” (Steiner, 1993) –es decir, la regresión no es el producto del encuadre, sino la patología del paciente evidenciada por las condiciones de trabajo específicas ofrecidas en el encuadre analítico.
V. EL ENCUADRE Y EL PARÁMETRO
En esta entrada se describe el encuadre estándar para lograr un proceso psicoanalítico. Pero también se expone la controversia que despiertan otros elementos del encuadre. En general, los parámetros que se exponen a continuación quedan justificados cuando se trata de pacientes con psicopatologías graves que no pueden tolerar las condiciones estándar. Eissler (1953, p. 110) fue el primero en definir el término parámetro en psicoanálisis de la siguiente manera: “la desviación, cuantitativa y cualitativa, del modelo básico de la técnica, que requiere como herramienta exclusiva la interpretación.” Esta modificación debe ser temporal y desaparecer cuanto antes para volver a la técnica estándar. Aunque Eissler defiende el uso de otras intervenciones en lugar de la interpretación, el término parámetro puede considerarse en un sentido más amplio (se han utilizado otros términos, tales como la variación de la técnica de Loewenstein, 1982). Esto incluye cualquier modificación de los elementos del método
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